ENCONO CON PORTEÑOS

¡SEÑORA!...¿POR QUÉ SEMEJANTE ENCONO CON LOS PORTEÑOS?



Si no se trata de una joda más de las tantas que me hacen a diario, debo suponer que la idiotez mezclada con la demagogia, está haciendo estragos en el cerebro y cerebelo de alguno de los tantos legisladores que tiene “desparramados” en la Porteña, señora. El Diego en su momento – el de él – hizo sobrados méritos para que se le erigiera un monumento. ¡En su momento, señora!; no justamente ahora, salvo se trate de un mini-negocio, pergeñado esta vez con el encargado de mantenimiento de la Embajada Alemana. ¿O acaso pretendemos estimular el fracaso, señora?. Porque si de eso se trata, bien podríamos reemplazar a los más emblemáticos representantes de los clásicos y deleznables piquetes, por tantos “munumentitos” como sean necesarios para atravesar avenidas, rutas, calles y paseos, ¿qué le parece la idea, señora?. De esa manera, los muchachos siquiera deberían molestarse, y los abnegados automovilistas, sabrían cuando menos y de antemano, que vía les estará vedada. Una excelente manera de “matar dos pájaros de un solo tiro”, ¿me sigue, señora?

Porque si bien debo confesarle que el Fulbo no me quita el sueño, no es menos cierto que se lo quita a la mayoría de mis semejantes argentinos, señora. ¡Y el hecho que nos vaya como el culo en esa materia llamada “Democracia”, que arrastramos de un año para el otro como el más obstinado “repetidor” de los estudiantes, no implica necesariamente, que nos deba que ir como el culo en todo lo que emprendemos!.

¡Una cosa es decir…”puse lo mejor de mí y no pude”, y otra muy distinta…”puse lo que se me cantaron los ovarios, y así me fue”!. ¡Y valga lo de los ovarios en reconocimiento a su ilustre cargo de presidenTA de la Nación, como solía escribir el recordado Bernardo Neustadt, ferviente admirador y amigo en vida, del recientemente nombrado Canciller, don Héctor Timerman.

Por otra parte, ¿no cree que ya tiene Ud. bastante para entretenerse, señora?. Le tiro una frase más vieja que la escarapela, como decíamos de chicos; “el que mucho abarca, poco aprieta”. ¡Ahí lo tiene de ejemplo a Jaime, por citarle al más huevón de sus colaboradores, como diría un amigo de la zona de Cuyo!. Se compró “todo” de un día para el otro, y ¡páfate!, la astucia y el olfato del Dr. Oyarbide, lo pusieron contra la pared. ¡Ahora solo queda por saber si hará algo con Jaime, o se las agarrará contra la pared!, pero ese es un mero detalle, señora. ¡En este país la justicia es lenta pero a veces, y solo a veces, llega!.

Ahora la dejo, señora; quedé en encontrarme con un grupo de amigos, con quienes iré a hacerle "el aguante” al 10. ¡Somos como veinte, somos!. ¿Conoce a alguien que nos pueda fletar un micro “gratis”?.

Ricardo Jorge Pareja

Parejaricardo@hotmail.com