lunes, 12 de julio de 2010

EN UN BOSQUE DE LA CHINA...........


La agenda estaba liviana y Cristina aprovechó a embestir contra la Iglesia desde China

Tal como estaba previsto, la actividad oficial de la presidente en China arrancó hoy con una presentación en la Universidad de Negocios Internacionales y Economía de Beijing. Pero la actividad principal será mañana, cuando se reúna con su par Hu Jintao. De ahí, que la agenda de Cristina se complicará mañana, y hoy aprovechó su estadía en oriente para embestir contra la Iglesia por su discurso contra la boda gay...

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Desde China, Cristina de Kirchner volvió a la carga contra la Iglesia por los cuestionamientos al proyecto para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo que se discutirá el próximo miércoles en el Senado.

La jefa del Estado dijo estar "preocupada" por el "tono" que adquirió la discusión en los últimos días. Aunque evitó aludir directamente a la Iglesia, quedó claro que se refería a las advertencias lanzadas por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, y por varios obispos durante los festejos por el Día de la Independencia.

"Me preocupa el tono que ha adquirido el discurso en torno a la discusión por la ley del matrimonio igualitario, donde se plantea como una cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural, cuando en realidad lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está", planteó la Presidente en un breve contacto con la prensa en Beijing.

Según consignó la agencia estatal 'Télam', Cristina añadió: "He escuchado que hasta se habla de una guerra de Dios y algunos incluso han planteado la posibilidad de un plebiscito, sin tener en cuenta que estarían plebiscitando un derecho de la minoría". Quedó claro entonces que la Iglesia fue la destinataria de las críticas presidenciales.

La tensión entre el Gobierno y la Iglesia por el proyecto, que ya tiene media sanción, registró un pico el viernes último, cuando, durante los tedeums por el Día de la Independencia varios obispos llegaron a decir que se está librando una "guerra cultural".

El arzobispo de Tucumán y vicepresidente primero del Episcopado, Luis Villalba, alertó que la iniciativa "pretende orientar la cultura del pueblo". Mucho más duro, el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, señaló: "Pareciera que en algunas esferas oficiales, con un fuerte aparato propagandístico e inagotables recursos económicos, se ha puesto en movimiento un nuevo kulturkampf, una guerra cultural contra el sustrato cristiano de nuestro pueblo". Pocas horas antes, Bergoglio había aludido al proyecto como "la pretensión destructiva al plan de Dios".

Por su parte, durante las celebraciones en Tucumán, Cristina de Kirchner advirtió que "se entraría en una etapa fea si las mayorías niegan derechos a las minorías".

En el terreno parlamentario, en tanto, la presión del kirchnerismo está centrada en ocho senadores, entre ellos cinco oficialistas, que aún no definieron si votarán a favor o en contra de la iniciativa.

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