domingo, 4 de julio de 2010

HECHA LA LEY...............


INTERNAS NECESARIAS, PERO…
(Hecha la ley, hecha la trampa)

Por Malú Kikuchi (4/7/10)



Aunque parezca insólito, votar no es lo mismo que elegir. Cuando se vota, se opta. Se opta entre diferentes listas de personas que representan determinados partidos y/o coaliciones, para ocupar determinados cargos.

En Argentina, al votar, se opta por personas que han sido elegidas por la cúpula de sus partidos. Surgen de acuerdos entre dirigentes que se dejan llevar, en el mejor de los casos por encuestas y en el peor de los casos, por el peso que tienen para imponer sus candidatos.

Esa es la razón por la cual las internas partidarias son indispensables para establecer una democracia con bases sólidas, que respondan a la voluntad real de los ciudadanos.

Desde finales del siglo XVIII, en los EEUU, es la gente la que elige a los candidatos, y no los partidos. Y EEUU es la más antigua y estable democracia del planeta. Las primarias, además del irrestricto cumplimiento de la constitución, son las causas de ese gran sistema, en el cual los ciudadanos que quieren involucrarse, contribuyen a la elección de sus candidatos.

Argentina tiene una corta tradición democrática. Las internas deberían ser normales dentro de los partidos políticos, pero no lo son. Las candidaturas se manejan a dedo y para conveniencia del que tiene la manija. Se olvidan que las internas legitiman al candidato.

El PJ, para hablar de los partidos mayoritarios, sólo recuerda una interna en 1988 entre Menen y Cafiero, siendo el último presidente del partido y gobernador de la provincia de Buenos Aires. Perdió. La UCR, por regla general es adepta a las internas partidarias. Hoy, curiosamente, habla de llegar a una candidatura por consenso.

Después del traumático final del 2001, el 19/7/02, se votó la ley nº 25.611, de internas abiertas, obligatorias y simultáneas. Duhalde era presidente. La ley fue suspendida, “por única vez”, para que Menem no ganara la interna del PJ con miras a las presidenciales 2003.

El resultado de esa suspensión de la ley 25.611 fue que, una vez más, la ciudadanía tuvo que dirimir en elecciones nacionales, la eterna interna del PJ. Entre los 3 candidatos peronistas, Menem, Kirchner y Rodríguez Saa, sumaron más del 60% del electorado.

Para las elecciones del 2007, la 25.611 siguió suspendida. Los candidatos fueron seleccionados para representar a sus partidos o a sus coaliciones electorales, a dedo. Salvo en Ciudad de Buenos Aires que se realizó una interna de la UCR, entre Gil Lavedra y Terragno, como precandidatos a senadores. Ganó Gil Lavedra.

Para las legislativas del 2009, la ley de internas siguió suspendida y todo se designó a dedo. La ciudadanía volvió a votar, optando por lo que otros habían elegido previamente.

Estas últimas elecciones, 28/6/09, las perdió el gobierno. Entonces, antes de quedarse sin la mayoría en el congreso (10/12/09), los K apuraron una ley de reforma política, nº 26.571, que se aprobó el 3/12/09.

A partir de esta ley sancionada en el límite del recambio legislativo, se incluyeron las “primarias” abiertas, simultáneas y obligatorias. Sobra la obligatoriedad, pero votar en vez de ser un privilegio, para los argentinos es una obligación constitucional. Ende, en las primarias también.

El 30/6/10, la Presidente firmó 4 decretos que reglamentaron la ley. El ministro Randazzo explicó: “no son internas partidarias, son primarias (¿?), y como es una elección obligatoria el control lo hará la Justicia Electoral Nacional y el Ministerio del Interior será un mero auxiliar”.

Estas primarias se realizarán el 14/8/11, los partidos nuevos deberán acreditar en 90 días hábiles las afiliaciones mínimas de 4 por 1.000 del padrón general, en por lo menos 5 distritos. Las alianzas se podrán identificar con colores, hasta 40 días antes de las elecciones y recién ahí definirán el nombre con el que se presentarán.

Hoy, en Argentina existen 731 partidos políticos, la idea es reducirlos a un número lógico para que tengan posibilidades ciertas de llegar a ser alternativas de poder. Las contribuciones a la campaña sólo podrán hacerlas personas físicas, no empresas. El tope, por ahora, es de $90.000.

El estado distribuirá los fondos de la siguiente manera: 50% para todos los partidos y el otro 50% dependerá de los votos obtenidos en la última elección. En el sistema anterior, el reparto era del 30% y el 70%, respectivamente.

Hasta acá, aparentemente, todo bien. Ya que los partidos no hacen internas, es bueno tener “primarias”, aunque sean obligatorias. Pero, hecha la ley, hecha la trampa. Los decretos 935, 936, 937 y 938, traen cola.

Aclara el Dr. Carlos Tórtora que los 4 decretos tienen como propósito “restarle atribuciones a la Justicia Electoral para transferírselas al Ministerio del Interior, en particular a la DINE, Dirección Nacional Electoral”, manejada por Alejando Tullio, autor de los decretos.

Sigue el Dr. Tórtora, “el artículo 6 del decreto 937 obliga a los juzgados electorales a traspasarle a la DINE la información completa sobre cada partido, sus autoridades, modificaciones, documentación, etc”.

“El artículo 2 del decreto 936 establece que las sanciones a los partidos que decida la justicia, las aplicará el Ministerio del Interior, no los jueces. Y en los artículos 11, 13 y 14 los partidos están obligados a informar a la DINE sobre gastos de manutención de las cuentas partidarias y hasta tramitará las exenciones impositivas ante la AFIP”.

Hay más “detalles” inverosímiles en estos decretos que parecen sacados de la célebre STASI, policía secreta de la desaparecida ex República Democrática Alemana.

“La Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral”, ni democratiza la representación política, ni es transparente, ni es igualitaria. Como casi todo lo que proviene de los K, va en detrimento de la república y de nuestro constitucional derecho a decidir.

No nos dejemos engañar, los decretos no benefician a la gente, benefician al FPV. Como siempre con todo lo que tiene que ver con la “cosa (res) pública”, hoy convertida en “cosa Nostra”, sólo de nosotros depende caer o no en las trampas. Que son muchas y difíciles de sortear. Pero se puede.

Sólo de nosotros depende elegir buenos candidatos, para luego votarlos y volver a ser lo que debemos ser: una nación grande, con un pueblo feliz.

P.D. Para los argentinos se acabó el mundial. Ocupémonos de Argentina.

No hay comentarios: