domingo, 4 de julio de 2010

LUCHANDO POR EL QUESO


EL KIRCHNERISMO, LA UCR Y EL PERONISMO FEDERAL ANTE LOS DILEMAS DE LA REFORMA POLÍTICA

Internas abiertas: ¿Lista única, competencia o sparrings?



Por Carlos Tórtora

Las tres fuerzas electorales que amenazan con monopolizar los votos en el 2011 están empezando a debatir qué harán con las nuevas primarias, establecidas por la reforma política. Tanto en el kirchnerismo como en el Peronismo Federal y la UCR hay coincidencia en que, tratándose de una interna abierta, obligatoria y simultánea, la concurrencia masiva de votantes tendrá una importancia fundamental. Motivos hay varios. La fórmula presidencial que consiga movilizar al electorado se posicionará con ventaja para la elección general, que tendrá lugar sólo 60 días después. Pero como la primaria será simultánea, hay serios riesgos de que los votantes piensen con el criterio del voto útil. O sea, participar en las internas de los grandes partidos o alianzas, quedando poco para las fuerzas menores. Hilando más fino, también es probable -en un sistema inédito en el país- que el interés por votar en una interna con lista única sea muy inferior al que se genere por una fuerte competencia.



Una encrucijada compartida

Si llegara a concretarse el enfrentamiento en la primaria de la UCR entre Julio Cobos y Raúl Alfonsín, las grandes diferencias que los separan movilizarían distintas franjas de votantes. El que gane quedaría muy fortalecido al salir airoso de una batalla importante.

Néstor Kirchner puede llegar a ser el ejemplo contrario. No tiene necesidad alguna de discutir la fórmula presidencial con nadie y esta omnipotencia es precisamente su problema. Una lista única encabezada por la candidatura presidencial de Kirchner sería apenas un trámite y hasta podría encontrarse con la apatía del electorado. El riesgo de no ganarle a nadie sería llegar a la elección general debilitado. De ahí la desesperación del ex presidente por seducir a los jefes del Peronismo Federal para que se sienten en una mesa de negociaciones a acordar su participación en la interna del PJ. Un triunfo con el peronismo unificado le permitiría a Kirchner ilusionarse con ganar en primera vuelta.

Sin embargo, esta negociación tal vez no llegue a funcionar nunca. El costo político de acordar con Kirchner sería demasiado grande. Además, teniendo en cuenta los antecedentes, nadie cree que el gobierno cumpla lo que prometa. Si el Secretario General de la UNASUR no consigue que los disidentes se presenten en su interna, de acuerdo a una versión confiable, podría intentar que algún sparring le permita simular que compite con alguien. El sparring debería darle batalla en la interna en una marcada inferioridad de condiciones y sólo para legitimar su triunfo. ¿Existen hoy candidatos para esta jugada? Tal vez el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey -ahora líder del sub 45- pueda subirse a ese ring, sobre todo si adelanta las elecciones en su provincia y cumple sus objetivos locales antes de las primarias nacionales.



El dilema también es para Duhalde

Hasta hoy único candidato del PJ disidente que avanza a paso firme, Eduardo Duhalde también se enfrenta al dilema de la nueva interna. La lista única puede terminar siendo un signo de debilidad. En cambio, para competir, hoy se ofrece Felipe Solá, con intenciones de abrazar las banderas de la “nueva política”. Pero con tanto tiempo por delante pueden surgir otras variables. En este punto es donde aparece la cruda realidad de los números. Las primarias se harán con el padrón general y en los mismos lugares de votación. Es decir que sus costos serán semejantes. Fuera del gobierno son pocos los sectores políticos en condiciones de financiar dos elecciones nacionales en 60 días. En el Peronismo Federal en particular, sólo Francisco de Narváez y Mario Das Neves muestran esas posibilidades económicas.

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