sábado, 3 de julio de 2010

ORIGINAL


PROCURE SER ORIGINAL, Y NO AGREGARSE A LA EXTENSA NÓMINA DE LOS PELOTUDOS.

Porque de otra manera, hasta habremos resignado lo más genuino que nos queda, LA ORIGINALIDAD. Y así, somos originales para cagarnos de risa del resto de los hombres del mundo, de acuerdo a características que les son propias, y conforme al país donde hayan tenido la suerte o la desgracia de ser paridos.

No dejemos de ser los piolas del planeta de un día para el otro…¡se lo ruego!. El tema me preocupa, toda vez que advierto que éste país, se está llenando de pelotudos. Sería demasiado cruel si pensara que siempre estuvo lleno de pelotudos, a quienes simplemente, no se les daba oportunidad de pronunciarse. ¡Cómo los que le dije!, ¿me entiende?. Y lo “pior”, es que “se agrandan” y se la creen, al punto que Ud., que no es ningún pelotudo ni lo otro, siente que se ha convertido en anquilosada minoría. ¿O acaso es Ud. un pelotudo, y también lo otro?. Me dice que ni lo uno ni lo otro. Bien; sigamos. Le toco el tema…perdone, ¿a Ud. alguna vez le tocaron el tema?. Ahora me dice que lo embarullo. Me parece que Ud. es proclive a embarullarse solo. Debo interpretar entonces, que “el tema” nunca se lo tocaron, pero no ha dejado de tocárselo solo. ¡No me mire así; es apenas una broma que le estoy gastando!; una manera de demostrarle que todavía estoy en capacidad de reírme de los demás. ¡Obvio!; los demás, incluyen “además”…y no se me tare por favor, al resto de los hombres paridos en éste país.

Haga de cuenta que no le dije nada, y empecemos de nuevo. Me dice que acepta. Bien. La idea consiste en no perder la originalidad. ¡Eso lo tiene claro!, ¿verdad?. Me dice que si. Perfecto. Por propio peso, cabe formularse la pregunta; ¿qué significa o implica ser original?. En éste caso puntual, algo así como “tener capacidad de aportar algo novedoso que llame a admiración”, y le digo “que llame a admiración”, porque de otra manera sería demasiado simple, intrascendente, o trascendente para mal, como por ejemplo, el bajarse uno los pantalones en plena calle Florida, a las 12 del mediodía. Eso, lejos de conferirle a uno la condición de original, le habrá de conferir la de desubicado. Y el original, no se desubica justamente, sino que a través de la creatividad, aporta un matiz “diferente”, ubicado en ese mismo tiempo y espacio. ¡Me dice que me fui, y lo hice ir al carajo otra vez!. ¿Se dá cuenta?; lo suyo no es original, lo que de modo alguno, implica que le considere un pelotudo…simplemente un hombre “poco original”. Ahora me dice que yo no debería autoproclamarme original. ¡Vea!, hay gente que se autoproclama “Defensora de los Derechos Humanos” aún siendo mal parida e inhumana, y lo que es peor, otra gente que les cree y hasta es capaz de nominarles para un premio, ¿me entiende?. ¡Espere!; espere porque si esta vez me vuelve a decir “que no me entiende”, me veré en la penosa obligación de endilgarle la condición de REVERENDO PELOTUDO.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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