PACIFICACIÓN

ARGENTINA: EL DERECHO CONSTITUCIONAL A LA PACIFICACIÓN NACIONAL

Por el Dr. Francisco Bérnard (*)

Realmente, creo que hay diversas normas de nuestra Constitución Nacional que bien podrían resultar el derecho de todos los ciudadanos argentinos y no argentinos que habitan esta tierra bendecida por Dios a la Pacificación Nacional. El Principio del Preámbulo de la Carta Magna se refiere concretamente a la "unión nacional", palabras que el Pacificador de Sudáfrica el Dr. Nelson Mandela pronunciara en su discurso al asumir el cargo de Presidente mas de "veinte veces".Hoy por el contrario seguimos en Argentina, enfrentados inexplicablemente, no tenemos que escapar del país porque vivimos en democracia.

No debemos hacer críticas insensatas. Estamos mejor que en el año 2001 pero la situación se ha visto agravada por la inflación que es el "verdadero ajuste a la economía" que afecta a todos los ciudadanos, en especial a los más pobres. Ganaremos al final la batalla que hoy es desigual frente a los muchos que creen en la "Justicia y la Concordia" entre todos los argentinos y los partidarios del Gobierno Nacional que buscan, no justicia, sino que actúan con "sed de venganza" Sólo soy un simple ciudadano sin poder pero con la posibilidad de bregar y promover a través de mis escritos la paz y la reconciliación nacional basada en claras normas constitucionales que no se pueden olvidar.

Aspiro al éxito de la Señora Presidente Cristina Fernández de Kirchner porque su éxito es el éxito de todo el país, aunque sigo desconfiando del matrimonio presidencial porque han puesto a los derechos humanos en un plano de conveniencia política e ideológica que ha transformado la historia en parcial. Es un largo camino a recorrer. El Gobierno pese a sus recientes fracasos eleccionarios aún cuenta con una suficiente cuota de apoyo popular porque la situación económica argentina ha mejorado como en otros países del mundo.

Es tiempo de bregar por por la unión nacional, pero no con discursos sino con hechos concretos. Construir un país en serio, es algo complejo, nada fácil, pero vale el intento, por nosotros, por nuestros hijos y por las futuras generaciones. No hay que claudicar y poner la "Pacificación Nacional" como un objetivo nacional y un basamento en el derecho constitucional que nos rige en Argentina.

No podemos por espíritu de venganza, frustrar un futuro venturoso, no es con un espíritu de destrucción que creceremos como "Nación", sino con espíritu de unidad. Todos mismos hacia el mismo objetivo. Tenemos que terminar con todas las dicotomías representadas en el pasado por los unos enfrentados con los otros. Tal el caso de Unitarios y Federales. Peronistas o antiperonistas. Es hora de volver a recuperar los antiguos valores sociales, sin perder su tradicional sentido de la nobleza, el sentido de la buena fé que debe regir en cualquier contrato social en la búsqueda de la emoción que produce el saldo de un esfuerzo creativo, repito, es tiempo, ya es tiempo de bregar por la unidad nacional, pero no con discursos sino con hechos concretos. No hay que hablar de un país para todos desde las más altas esferas del poder cuando sabemos claramente que no se gobierna para todos, sino para los que piensan igual que los que gobiernan. Es una mala práctica política.

Propondría algunos puntos básicos para lograr la tan ansiada reconciliación nacional:

1- Recordar el pasado para no cometer los errores del pasado

2- Saber perdonar y relflexionar sobre la cuota de responsabilidad que a todos nos toca.

3-Las ideologías políticas matan al hombre, que el de la derecha mire al centro y el que de la izquierda mire al centro.

4- No anteponer los intereses ideológicos y/o particulares a los intereses estratégicos nacionales

5- Que la lucha por el poder de los espacios políticos no implique una oposición injustificada al Gobierno de Turno.

6-Buscar el ejemplo "patriótico" en próceres como Belgrano, San Martín, Avellaneda que le dieron a la Patria todo y a ella nada le pidieron.

El resurgimiento de los valores morales van a sustentar el crecimiento económico en la Argentina y confianza a nivel internacional.

Esperemos y roguemos a Dios que se produzca el "milagro" de la reconciliación nacional para el beneficio de todos los argentinos y extranjeros que decidieron vivir en la Argentina.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo el Dr. Francisco Bénard (Abogado - Periodista) por gentileza de su autor.