lunes, 5 de marzo de 2012

HABLA SOLA

Por Nicolás Márquez (*) Cristina habla sola, se enoja, llora, hace puchero, grita, agravia, “enseña”, esboza números macroeconómicos pretendidamente favorables, se auto-elogia, le reza a San Néstor, invoca a Eva, a los desaparecidos, al Gral. Rattenbach, al Che Guevara, a Juan Manuel de Rosas y a Baltazar Garzón. Ataca sin mesura a la prensa libre, al Reino Unido, al campo, a Mauricio Macri, al General Roca, a Hugo Moyano, a Martínez de Hoz y a los docentes que hacen paro. Todo cabe en su monólogo y en su variopinto conglomerado verbal y gestual. Nadie retruca, nadie pregunta, nadie cuestiona, ni tampoco nadie interrumpe, excepto la chusma rentada que intercepta en cada acto y en cada arenga con calculados aplausos y ovaciones de artificio, siempre prestos a vivar y alabar irreflexivamente a esta Mater Nostra que nos guía, nos educa y también nos pone en penitencia. En plena guerra antisubversiva en los años 70`, ni un Presidente de facto como Jorge Rafael Videla pudo librarse de brindar conferencias de prensa y someterse a preguntas imprevisibles o incómodas del periodismo independiente, como por ejemplo cuando le indagaron acerca de la suerte de los desaparecidos en vivo y en directo y por Cadena Nacional. Hasta el dictador Hugo Chávez hoy se encarga de hacer la parodia plural brindando conferencias a periodistas (mayormente adictos), y de vez en cuando la pasa bastante mal ante alguna pregunta punzante de algún insolente reportero extranjero que misteriosamente logró colarse entre los preguntones. Probablemente ningún Presidente ni ningún funcionario del mundo se sienta cómodo ante el periodismo libre, pero todos, quizás a desgano y en aras de cuidar la forma republicana, ofrecen la chance de ser indagados a efectos de dar imagen abierta y de presentarse ante la opinión pública como transparentes, o como alguien que no tiene irregularidades o inmoralidades que ocultar o simular. Excepto que se tenga el trasero demasiado sucio, casi nadie se niega a someterse a dicho examen republicano. Pero el monólogo redundante y fatídico fue una de las tristes notas distintivas de la presidencia de Néstor Kirchner. Un penoso y sospechoso hábito que su heredera dinástica conserva y practica con ortodoxia y adicción. Cristina habla, habla y habla sola. Y lo bien que hace, porque hablando sola es la única manera de que parezca que tiene algo de razón en lo que dice. La Prensa Popular | Edición 86 | Lunes 5 de Marzo de 2011 (*) Twitter de Nicolás: @NickyMarquez1 Los libros del autor se pueden conseguir en los siguientes puntos de venta: http://www.cuspide.com/servicios/locales_venta.php

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