domingo, 6 de noviembre de 2016

DESVENTURAS DE PEPÍN

RODRIGUEZ SIMON VS. ANGELICI Desventuras de 'Pepin' (aunque un decreto clave), y cómo llegaron Rosenkrantz y Rosatti La reproducción, en el diario Clarín, de un fragmento del libro "Macri confidencial. Pactos, planes y amenazas", de Ignacio Zuleta (del capítulo “Pepín y la secta del pastel de papas”), actualiza un recorte de la web La Política Online acerca de ciertas desventuras judiciales del abogado Fabián Rodríguez Simón, un personaje influyente cerca de Mauricio Macri pero también cercano a Elisa Carrió. 'Pepin' Rodríguez Simon, abogado influyente pero también en jaque. Primero, un fragmento de La Política Online: "El juez federal Ariel Lijo avanza con su investigación sobre las fundaciones encabezadas por figuras del macrismo para determinar si a través de esas organizaciones se canalizaron fondos presuntamente ilegales que financiaron actividades políticas de la alianza Cambiemos. Entre ellas está la "Fundación Pericles" de Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, el principal asesor jurídico de Mauricio Macri. LPO pudo confirmar de fuentes al tanto de la causa que detrás de la investigación se esconde una jugada maestra de Daniel Angelici, para desgastar a su gran contendiente en el lobby judicial. "E l Tano le mojó la pólvora a Pepín", festejaban cerca del presidente de Boca. Ideólogo del fallido decreto para nombrar (N. de la R.: 'de facto') los jueces de la Corte Suprema y de la embestida contra Cristóbal López, Pepín es un hombre que responde a José Torello y arrastran desde la época de la Ciudad una puja con Angelici por el controlar la Justicia. En ese terreno, el dirigente de Boca siempre les sacó ventaja y es quien cuenta con los contactos más fuertes en el fuero federal, neurálgico para la política por ser el que investiga la corrupción. (...)". Ahora, Ignacio Zuleta en 'la cocina' de Cambiemos y los conflictos domésticos de una alianza transgénica: (...) Baquiano de un mundo que Mauricio Macri desconoce, pero que lo ha hecho sufrir, Fabián Rodríguez Simón es un per sonaje ideal para trabajar con él. Audaz, pícaro, enterado y con ramificaciones en varios planetas en simultáneo, creció junto a él desde que asumió el primer mandato porteño. «Pepín», como le llaman sus amigos y sus adversarios, se acercó al hoy Presidente en 2007 por su amistad de años con José Torello, uno de los íntimos de Macri, que ejerce como jefe de asesores de la presidencia y tiene a su cargo la supervisión de todo lo que ocurre en el área presidencial. No está escrito en ningún lado, pero tiene bajo su vigilancia a todos, incluyendo a Marcos Peña. (…) El arbitraje de nombres de nombres para la Corte continuó durante un viaje de campaña que Macri realizó a Bahía Blanca y Neuquén, en el que lo acompañó Rodríguez Simón. El abogado le explicó de nuevo el proyecto para cuando ganase las elecciones. No hacía falta mucha ciencia, sobraban antecedentes. En 1984 Alfonsín designó en comisión a seis presidentes de Cámara Federales, porque el ex senador Vicente Saadi le pisaba las propuestas. —¿Qué candidatos tenés? —le preguntó Macri en ese viaje. —De Rosenkrantz soy amigo desde que tengo 18 años. Hizo toda su carrera para ser juez de la Corte. Dentro del radicalismo, le explicó a Macri, no era de nadie. El padre fue diputado radical, es su origen, lo respetan todos, como por ejemplo Enrique Nosiglia, pero no se le reconoce una referencia partidaria. Su jura en el cargo en agosto de 2016, sin embargo, fue una fiesta de radicales. El salón de actos de la Corte Suprema en el 4° piso y el hall principal se llenó de dirigentes del partido que aplaudieron felices a un hombre que reconocen como propio. Hubo un efecto nostalgia porque juraba en la Corte uno de los jóvenes predilectos de Alfonsín, para ellos u na leyenda inolvidable. Rodríguez Simón le hizo una lista chica, que encabezaba Rosenkrantz, ninguno de ellos político. «Nunca se nos podía ocurrir proponer a alguien de la política. No sé si había otros candidatos, pero el mío era Rosenkrantz», me contó. Hubo, claro, otros consultados. Cuando se acercaba la fecha de la asunción, Macri le dijo: —Preguntales a Ernesto (Sanz) y a Lilita. Macri estaba dispuesto a escuchar propuestas con la condición de que le trajeran gente que: 1) no conociese personalmente; 2) no vinieran de la política. Hacía circular los nombres entre los hombres de la mesa chica y éstos salían a consultar sobre las personas propuestas. Uno de ellos era Domingo Sesín, a quien Cristina de Kirchner había postulado para la Corte y el cuyo pliego ya estaba en el Senado. Ese origen, y que fuera el candidato de Lorenzetti, le puso fecha de pronto vencimiento. (...) Los radicales le acercaron tres nombres: Ricardo Gil Lavedra, Alberto Dalla Vía y Alejandro Pérez Hualde. Este último, que fue presidente de la Corte de Justicia de Mendoza llegó a la final. Los otros dos no duraron mucho porque fueron propuestos como hombres de la política, aunque de los dos, sólo Gil Lavedra tiene militancia partidaria. Igual tiene rango en el gobierno nacional como speaker del proyecto de reforma judicial «20-20». Dalla Vía es camarista nacional electoral, cargo al que llegó a propuesta de la UCR y un experto en derecho constitucional. Es un eterno aspirante a la Corte; deberá esperar. En noviembre de 2015 con las elecciones ya ganadas, Rodríguez Simón fue a ver a Lilita Carrió al Instituto Arendt. Después de comentarle su propuesta, le preguntó: —¿Hay antecedentes de ese tipo de designación? —Si hay antecedentes, no me preocupa. Y cambió de tema. —No me dio mucha bola —reconoció Rodríguez Simón. Carrió le preguntó antes de despedirse: —¿No han pensado en Rosatti? Le llevó el nombre a Macri. Era el complemento perfecto para una maniobra como ésta: juntar a un radical de apellido judío, de formación anglosajona, con un peronista, cercano a la Iglesia, del interior, que además había sido ministro de Kirchner. (...)". Hora de regresar al recorte de La Política Online: "(...) Las aguas están caldeadas pero el ministro de Justicia, Germán Garavano, no intercede en la disputa. Mira desde afuera este ambiente enrarecido y se recluye en su rol técnico, para no tomar partido por ninguno de estos pesos pesados del mundillo judicial del PRO. Es que Angelici es un hombre del juego y siempre fue uno de los interlocutores -junto a Nicolás Caputo- con Cristóbal López y otros históricos aportantes del PRO. Sin embargo, cuando Macri llegó a la Rosada lanzó una ofensiva contra López, dirigida por Pepín. Luego las posiciones se fueron acercando y Cristóbal se acogió a la moratoria fiscal, lo que le permite ahorrar 900 millones de pesos sobre una deuda de 8 mil millones. Un tema que causó molestia entre varios aliados del Presidente, pero que en rigor es legal. Encarrilado así el conflicto con Cristóbal, Pepín empezó a perder una de sus banderas históricas para limar a Angelici con Macri. En la interna le pegaba al presidente de Boca con sus presuntos contactos "non sanctos" con los protagonistas del juego. Pero ahora las cosas empezaron a cambiar. Es que en la investigación de Lijo que comenzó por las denun cias por los fondos que le robaron a la vicepresidenta Gabriela Michetti, los kirchneristas le hicieron al presidente de Boca un regalo inesperado, que supo aprovechar. El juez Lijo además de la fundación de Michetti, también investiga los aportes a las fundación de Rodríguez Simón, Dietrich y Burzaco, todos provenientes de la administración porteña. Con el argumento que el macrismo creó una red de fundaciones para recibir aportes de contratistas de la obra pública de la Ciudad y así financiar sus campañas, los diputados kirchneristas pidieron ampliar la investigación de la fundación SUMA de Michetti, a la Fundación Pericles de Rodríguez Simón; además de la Fundación Formar del ministro Guillermo Dietrich y la Fundación Fundar, Justicia y Seguridad del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco y la fundación Creer y Crecer del intedente de Lanús, Néstor Grindetti. Todos provenientes de la administración porteña. (...)". No obstante, para dejar todo en empate, Zuleta otra vez devenido en privilegiado interlocutor de Rodríguez Simon: "(...) La pelea sigue mañana en Montevideo, adonde sesiona el congreso regional. Ya están por allá Elisa Carrió, gran promotora de no pagar esos sueldos, y Rodríguez Simón, operador de esa línea. Ella apareció en la noche del miércoles a votar el presupuesto y a invitar a todos a la “fiesta gitana” del 19 de noviembre en Villa Constitución. Es para festejar los 15 años de la fundación del ARI y quiere que pase por allí toda la alianza gobernante, incluyendo a Macri. No se la pierdan. Antes, festejará otra victoria del dúo que integra con Rodríguez Simón: Macri manda un decreto subiendo el canon del juego en la Capital del 20 al 34%. Otro cañonazo a la soberanía lúdica heredada del kirchnerismo. (...)".

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