martes, 24 de noviembre de 2009

INVITADOS PELIGROSOS


Castellanos - 24-Nov-09 - Opinión


Editorial
Invitados peligrosos


La visita de Mahmoud Ahmadinejad a Brasil es una de las jugadas más complejas que en lo internacional ha decidido Luis Inácio "Lula" Da Silva.

Marcar su independencia de criterios respecto a Europa y Estados Unidos puede ubicarlo como el jefe de una potencia emergente, pero también privarlo del reconocimiento que estos países le estaban dando.

Complica aún más la situación que la reciente reelección de Mahmoud Ahmadinejad haya sido conflictiva dentro de Irán, o tácitamente fraudulenta, digitada por el líder supremo islámico Alí Jamenei, según se desprende de los problemas internos generados luego de la elección, los cuales fueron "solucionados" en forma drástica por el empleo de la fuerza y la prisión de los opositores. Lula no puede dejar de lado que Irán es uno de los países donde más están jaqueadas las libertades individuales, los derechos humanos y las libertades de expresión y prensa.

Da Silva ha sabido moverse en el mundo diplomático como ningún otro jefe de estado de los países latinoamericanos. Presente en la toma del mando de Obama fue el primer presidente de América en saludarlo personalmente y delinear acuerdos comerciales y económicos. Luego su gestión en el mundo no dejó encuentros por realizar. Sarkozy, Berlusconi, Merkel, Putin, por nombrar algunos, estuvieron prontos escuchar sus requerimientos y a concretar acuerdos. Su accionar ha posicionado a Brasil y sus productos, tanto las materias primas como la industria, en el mercado mundial y lo ha colocado muy por sobre la patética imagen de Chávez que quería para sí el liderazgo de esta parte del planeta.

Ahora su independencia de criterio no suena tan positiva al recibir al presidente de la controvertida República Islámica, menos al plantearse la posibilidad de un acuerdo que elimina la necesidad de visa para el ingreso de los brasileros a Irán y - lo más temido - de los iraníes a Brasil. Esto, para la mayoría de los analistas de política internacional, abriría las puertas para el ingreso del terrorismo islámico a la región.

The New York Time es uno de los diarios del mundo que afirma que las ambiciones de Brasil - para convertirse en un actor importante en el escenario diplomático mundial - interfieren los esfuerzos de los Estados Unidos y el resto de los países, especialmente los de la Unión Europea, respecto al problema nuclear, uno de los principales puntos conflictivos del personaje iraní que Brasil recibe.

La arriesgada operación diplomática de Lula da Silva, forzando un papel de protagonista internacional y posible mediador, implica riesgos de difícil cálculo. Con menos facilidades e igual irresponsabilidad a Carlos Menem le costó un hijo. El acuerdo con Irán convertirá nuevamente la triple frontera que compartimos con Brasil y Paraguay - y de la que Ciudad del Este se considera la cabecera - en una zona caliente. Ese fue el origen, en su momento, de los tres atentados realizados en la Argentina:1) la embajada de Israel; 2) la AMIA ; y 3) el asesinato de Carlos Menem "Junior", hijo del entonces presidente argentino.

Lula navega en aguas riesgosas. Dicen que el que no arriesga no gana. Tal vez el problema - o lo que preocupa a los demás - no sea que esté arriesgando lo propio sino también lo ajeno.

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