martes, 24 de noviembre de 2009
VETOCRACIA
Por: Guillermo Cherashny
La vetocracia: segunda etapa de la autocracia kirchnerista
"Ningún gobierno está obligado a manejarse con leyes que no le gustan”. Así lo señaló el filósofo contemporáneo italiano Agustín Rossi. Lo que no sabe el rosarino es que el Poder Ejecutivo tiene que manejarse con la Constitución que hay, las leyes que hay y también las que se sancionen cuando estén en minoría a partir del 10 de diciembre.
El jefe del bloque oficialista está acostumbrado a transitar al margen de la Constitución desde que en octubre del 2005 el kirchnerato logró la mayoría y sumó -entre otros- a Borocotó, recién electo por la lista de Macri y llevado a la Casa Rosada por el hoy crítico Alberto Fernández, y los diputados de Ricardo Colombi, entonces gobernador de Corrientes. En esas épocas predominó la cooptación de elegidos de listas opositoras, que se hicieron oficialistas a cambio de favores políticos y consolidaron entonces la autocracia kirchnerista basada en el levanta manos de los propios y los borocotizados. Así fue el manejo al margen de la Constitución, con el fin de clausurar el debate en el congreso, cosa que lograron hasta el 2008, cuando se dirimió la resolución 125. El kirchnerismo sufrió una derrota importante, luego se repuso y con más dadivas volvió a conseguir las leyes que quería. Pero la guerra contra el campo le hizo perder popularidad y periodistas políticamente correctos, como Luis Majul, convertido ahora en líder de la resistencia.
Llegó el 28-j y el oficialismo perdió en muchos distritos claves, como Capital, Bs.As., Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Santa Cruz. Pero después de un mes empezó a cooptar la voluntad de los diputados y senadores cuyos mandatos se vencían, más seguidores de los gobernadores que necesitaban dinero y así consiguió, con el levanta manos, todas las leyes que quiso, entre ellas, la de medios, la de superpoderes, la emergencia económica, ADN obligatorio, etc., etc.
Ahora están a punto de quedar en minoría en ambas cámaras, aunque con una oposición dispersa. Amenazan entonces con la vetocracia serial, que significaría un autogolpe de estado destituyente. Agustín Rossi metió la pata este fin de semana, saliendo a aclarar y oscureciendo más el panorama. Está claro, entonces, que intentarán seguir con la autocracia mediante la vetocracia, ahora que no pueden utilizar los levanta manos.
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