miércoles, 3 de marzo de 2010
DESCOLOCADOS
LOS RADICALES QUEDARON DESCOLOCADOS DOS VECES EN UNA SEMANA Y ENCIMA COBOS BAJA EN LAS ENCUESTAS
La polarización entre Carrió y los Kirchner desdibuja a la UCR
El Acuerdo Cívico y Social en plena crisis, mientras crece Ricardo Alfonsín.
Por Carlos Tórtora
La plana mayor de la UCR está dedicada a hacer control de daños después de la operación comando del gobierno con el DNU 298/2010. Como principal fuerza opositora en el Congreso, el radicalismo parece pagar más costos políticos que los demás bloques opositores. En apenas una semana, el kirchnerismo descolocó dos veces a la oposición: primero el 24 de febrero, retirándose del recinto luego de que se lo reeligiera a Juan José Pampuro como Presidente Provisional y ahora con la derogación del DNU 2010/2009 y el dictado de otro nuevo para embolsarse las reservas. Los reproches llueven: “Ustedes -les reprochó un senador del Peronismo Federal a Gerardo Morales y Ernesto Sanz- nos dijeron que Pampuro les había garantizado que el oficialismo no se iba a retirar del recinto de ningún modo, y vean lo que pasó después”. Sobre lo ocurrido con el DNU 298 también abundan los cruces hacia y dentro de las bancadas radicales. Aparentemente, Miguel Ángel Pichetto había hecho llegar un mensaje de distención, acerca de que el gobierno aceptaba discutir el Fondo del Bicentenario en el marco de un proyecto de ley. Así anestesiados, los legisladores opositores aminoraron sus críticas, convencidos de que el lunes pasado la presidente iba a optar por una solución moderada. Un tercer episodio: el vicepresidente del Banco Central, el radical Miguel Ángel Pesce, votó, en la reunión de Directorio convocada al efecto, a favor de aplicar inmediatamente el DNU 298 y, obviamente, se cuidó de no avisar a sus correligionarios sobre la trampa que preparaba el gobierno. A este clima de acelerado desgaste se le suma que Julio Cobos habría experimentado una nueva baja en las encuestas, lo que aumenta las dudas sobre su fututo electoral.
Ninguna opción parece buena
Como contrapartida, la única buena noticia que la cúpula radical recibió en los últimos días es que Ricardo Alfonsín es una de las pocas figuras nacionales que sigue creciendo, en contra de la tendencia general de disconformidad social con la oposición. La transparente negativa de los Kirchner a aceptar cualquier negociación en el Congreso les promete ahora a los radicales un verdadero vía crucis político. Gobierno y oposición están empatados en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que hoy se reuniría para tratar el DNU 2198, aunque los kirchneristas tal vez ni se presenten. Este nuevo bloqueo sería un nuevo triunfo pírrico del gobierno y otra derrota para la UCR, uno de cuyos senadores, el formoseño Luis Petcoff Naidenoff, es la máxima autoridad de la oposición en esa comisión.
Si este panorama se estabiliza, los radicales están frente a dos caminos. Si Elisa Carrió se afianza en su torneo mediático con el gobierno y Cobos sigue en las sombras, el Acuerdo Cívico y Social puede fracturarse en beneficio de aquélla. Esto sin hablar de que los socialistas se niegan a ir detrás de Cobos. Por esta vía los radicales, siendo la segunda minoría en las dos cámaras, podrían verse arrastrados por el protagonismo de Carrió, que sólo cuenta con media docena de diputados y una senadora. En este contexto, crecería sin duda la figura de Ricardo Alfonsín, a expensas de debilitamiento de Cobos, pero también de Ernesto Sanz. Por el contrario, si los radicales se deciden a escapar de este riesgo, no podrían hacerlo desde la moderación, sencillamente porque Kirchner prefiere polarizar. Pero si el radicalismo se endurece, se profundizaría la crisis institucional, avanzarían planteos para pedir el juicio político de CFK y se iría hacia la confrontación sin retorno. Un escenario que a Kirchner parece inquietarle mucho menos que a los propios radicales.
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