martes, 6 de julio de 2010
SUBSIDIOS DEL KURRO
Castellanos - 06-Jul-10 - Opinión
Subsidiando a los amigos
Llega el invierno y entonces nos acordamos del gas. Comienza el viejo juego político de la garrafa y su acceso social y no sólo los precios se incrementan, también falta el fluido. Pareciera que el gas siempre fue un problema. Cuando teníamos gas carecíamos de medios de distribución, hoy tenemos un poco más de redes pero nos falta con qué alimentarlas.
El precio del gas en boca de pozos argentinos se ha mantenido relegado desde la estrepitosa caída de 2001. Las siguientes administraciones del Gobierno nacional mantuvieron aquellos números de forma inexplicable. Aunque en 2002 hubo actualizaciones, en los yacimientos de Salta, Neuquén, Santa Cruz y Cuyo el gas se paga entre 2,05 y 2,20 dólares el millón de BTU (British Thermal Units - unidades térmicas británicas, que equivalen a unos 27 metros cúbicos).
Por eso pareciera que el gas es un mal negocio y no hay prospección, ni nuevos pozos. No hay gas. Pero usamos gas. Entonces hay que importarlo. Ah! Importado es otro precio. El gas boliviano cuesta hoy 7,35 dólares el millón de BTU. Por falta de gas hoy importamos hasta 7,7 millones de metros cúbicos diarios, pero los últimos contratos refrendados con Evo Morales prevén un aumento de hasta 27,7 millones de metros cúbicos diarios.
Pero esto no es todo, el gas de Bolivia se paga tres veces más caro que el argentino, pero el gas natural licuado (GNL) que arriba en buques metaneros y se regasifica en Argentina, se paga entre 12 y 13 dólares el millón de BTU. Frente a este análisis ¿cómo no iba a soñar Hugo Chávez con el utópico gasoducto entre Maracaibo y Buenos Aires? De igual forma el fuel oil venezolano tiene costos similares y el gasoil, con que se reemplaza en usinas el gas ausente, es todavía más caro que el fuel oil.
Esta danza de la fortuna, de la inmoralidad y la estupidez pasa por el área de quién es, hoy, el ministro más cuestionado por los negocios con Venezuela, Julio De Vido. Quienes venden y compran el fluido frontera por medio, son los mismos. Las mismas petroleras que dejan caer los yacimientos locales pero perforan del otro lado.
Se calcula que con tal relación de precios se podría perforar un pozo mensual y abastecernos como lo hiciéramos en otras épocas en las cuales, disponíamos tanto que en muchos casos había que "ventearlo" por no tener posibilidades de almacenamiento o distribución. Bridas, Pan American Energy, Pluspetrol, Repsol-YPF, y Tecpetrol, son las que producen y colocan el gas extraído de sus pozos de Bolivia. El Gobierno no las intimó a realizar las inversiones indispensables para reponer reservas, ni las sancionó por la merma de sus producciones poniendo al país en situación de desabastecimiento energético. Sus nuevos pozos están tan a veces tan cerca de la frontera argentina que invariablemente todo el mundo se pregunta si el yacimiento está allá o aquí, donde antes producíamos. Una duda que tiene su peso y nos lleva a la historia petrolera en que la desviación de perforaciones permitía "sangrar" yacimientos colindantes.
El Gobierno nos pasa facturas con enormes sellos rojos que nos cuentan que paga el subsidio por lo que consumimos. Es tan sospechoso que no se hayan dado cuenta de lo que pasa, que más bien parece complicidad.
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