jueves, 29 de octubre de 2009

POLITICOS VS. PIQUETEROS


Periodismo de Verdad: 29 de Octubre de 2009


El miércoles último el Gobierno sufrió una inesperada derrota en el Senado, la segunda después de la resolución 125, aunque con mucho menor repercusión. El kirchnerismo se vio obligado a aprobar un pedido de informes del radical Gerardo Morales sobre la piquetera Milagro Sala y su organización “social”, Túpac Amaru, acusada de procedimientos mafiosos y de recibir un multimillonario financiamiento de la presidenta Cristina Fernández.




Inicialmente el líder del bloque kirchnerista, Miguel Pichetto, no estaba dispuesto a apoyar el pedido de informes que incriminaba tácitamente a la Casa Rosada, pero tuvo que hacerlo ante el riesgo de que su sector votara dividido. El kirchnerista jujeño Guillermo Jenefes, que tiene cuentas pendientes con Sala porque fue víctima de sus ataques, había anticipado que acompañaría a Morales. Era inocultable el gesto de enojo en pleno recinto del hiperkirchnerista Nicolás Fernández.

El ataque a Morales y la solidaridad del peronismo fue apenas un ejemplo de los choques que se están produciendo entre políticos y piqueteros en los días que corren. El piquetero Luis D”Elía reaccionó furioso contra los “políticos” del Gobierno, léase Aníbal Fernández. Al diario “Perfil” le dijo el domingo: “En el gobierno hay p… que creen que los piqueteros ya fuimos”.

El enojo era por una presunta trampa a su colega Emilio Pérsico de parte de las fuerzas de seguridad que encontraron cinco plantas de marihuana en una camioneta oficial a su cuidado. Por eso Pérsico salió eyectado del gabinete.

Por su parte, los piqueteros del Frente Darío Santillán lanzaron un “alerta” a causa de las denuncias opositoras sobre planes “violentos” de organizaciones piqueteras. Las consideran un medio para “preparar” la represión del sector similar a la sufrida por el piquetero que les dio el nombre.

Las denuncias, sin embargo, no son sólo opositoras y la mayoría de los políticos -por ejemplo, numerosos intendentes y gobernadores- ya están hartos de los piqueteros. No porque teman una “revolución delirante” ni por razones ideológicas, sino porque les disputan el dinero público. Sala recibe un caudal enorme de fondos para una provincia como Jujuy y los utiliza para acumular poder con mayor eficiencia que los políticos profesionales. Por eso los puso en jaque. Hace obras más rápido y más barato que la burocracia oficial y dispone como contrapartida de una capacidad de movilización que el Estado no puede controlar. Maneja un ejército de pobres en una suerte de Estado paralelo.

Los piqueteros clientelizan pobres y la administración Kirchner clientelizó piqueteros para afianzar la gobernabilidad. Pero los Kirchner se irán en 2011 y los piqueteros empiezan a alborotarse.

La caída de la actividad económica redujo, además, la plata dulce estatal, lo que aumentó la intensidad del tironeo. La pobreza y la ineptitud de la dirigencia política hicieron que escapara de la lámpara el genio de los piqueteros. Durante un tiempo fue posible mantenerlo en relativa calma a fuerza de subsidios, pero ahora, aunque la presión fiscal es feroz, los fondos del Tesoro no alcanzan y parece imposible volver a meterlos en la lámpara. Al menos pacíficamente.

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