Si los candidatos presidenciales de la oposición no han sido capaces de acordar la unión y cooperación de todos los fiscales que los representarán, para asegurar que no haya una sola mesa sin fiscalización de la oposición, es una utopía pensar que todos juntos viajen a Córdoba para hablar con los miembros del Tribunal Superior de Justicia. Los referentes de la oposición actúan como si se tratara de un juego de truco y no una elección presidencial tan trascendente como la de octubre. Han mostrado falta de grandeza, cuando el país reclama renunciamentos personales y actitudes republicanas para revertir el actual estado de degradación en la que no está excenta nuestra justicia. ¿Porqué no intentar que todas las organizaciones ciudadanas independientes, confluyan en una acción de movilización que tenga como único objetivo una profunda reforma política?
Emilio Zuccalá
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