La gran promesa electoral
La gira presidencial por Estados Unidos sirvió para que la primera dama, eventual sucesora de Kirchner, afirme que el trato con el periodismo será más fluido que el actual. Por Angel Anaya - Columnista.
BUENOS AIRES.- El Presidente ha asegurado en Nueva York que su eventual sucesora será más comunicativa con los medios de comunicación argentinos y, poco después, el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, corroboró tal notición, sugiriendo inclusive que ello ocurriría antes de las elecciones. Hasta el momento, como en el caso del disfraz estadístico, tal comunicación llegaba al periodismo nacional empaquetada mediante intermediarios y muy frecuentemente con la ambigüedad generalizadora que elude interrogantes precisos sobre situaciones y hechos concretos.
Ese modelo al que se promete poner fin es el que ha servido a la gira neoyorkina del matrimonio presidencial para utilizarla preferentemente como mensajería para el consumo interno.
Un simple análisis de que ha sido así permite observar que, salvo el entredicho con Irán por la masacre de la AMIA, casi todo lo demás apuntó al electorado nacional. La crítica sesgada al decadente gobierno de George W. Bush y el franco apoyo a la era demócrata de los Clinton, ha sido otro de los tiros hacia nuestro escenario electoral. Como ha dicho el “Washington Post”, “al fin y al cabo los dos se van, aunque uno se queda”, ironía con que se observa un presunto futuro de Cristina bajo la sombra de su esposo. A partir de esta gira puede ser que la incomunicación tan absolutista tenga fin, si realmente se ha advertido que, pese a las estrecheces políticas, todavía quedan señales de vida democrática que pueden pesar demasiado en las urnas.
Una habilitación a medida
La Junta Electoral bonaerense habilitó la candidatura de Daniel Scioli, uno de cuyos impugnadores fue Luis Patti, también habilitado en la misma resolución para competir por el mismo cargo. Pero el organismo demoró tanto su resolución, que la Junta Electoral Nacional debió presionarlo para tener resuelto el problema antes de las urnas. Ayer, vaya por caso, expiró el plazo para presentar los modelos de boletas que en algunos cuartos oscuros del conurbano pueden marcar cifras históricas. La guerra de Patti, sin embargo, continuará hasta la Corte Suprema de la Nación, pero ya se sabe que en nuestro mundo político los hechos consumados son más poderosos y veloces que las instituciones y las normas, por lo que Scioli se siente asegurado por la tardanza de la junta provincial, tres de cuyos miembros han sostenido un particular fundamento: “el ejercicio de la ciudadanía debe entenderse con un alcance más amplio que el ejercicio exclusivo de los derechos políticos”. Esto permite que la Constitución provincial sea adaptada gomosamente a los intereses de quien encabeza con holgura las encuestas.
Las elecciones bonaerenses suman para el oficialismo nacional el mayor número de colectoras de todo el país, es decir, un disfraz para ocultar lo que, de hecho, es un sistema de lemas y sublemas prohibidos taxativamente por el régimen electoral. (De nuestra Sucursal)
LA GACETA DE TUCUMAN
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