domingo, 23 de septiembre de 2007

POLÍTICA BONSÁI...........

Política bonsái, políticos jibarizados
Quizás pueda todavía reducirse más el valor de la palabra política. Pero en estos tiempos, está, conceptualmente por debajo aún del 2001. Y sus actores, en su mayoría tienen como objetivo, buscado o necesariamente encontrado, pervertir si se pudiera más su significado.
La mediocridad de la mayoría de los dirigentes necesita que las cosas sean así. Partidos reducidos a su mínima expresión, militantes desactivados, caja registradora activada, en lugar de la Constitución, y tarifas negociadas reemplazando a las ideologías. Nada se puede esperar, por supuesto de la política y los políticos en este contexto.

Los únicos beneficiados
Los dirigentes que tienen vocación política, que defienden su pertenencia partidaria, que saben de los sacrificios de la militancia, que están permanentemente cerca de la gente han sido postergados por los ambiciosos desideologizados que optaron por la billetera, por regalar su alma al diablo o venderla al señor "Plin caja" para permanecer en un lugar de privilegio, pero nunca ya de poder, ya que a este lo entregaron junto con sus hollados anos.
Dudoso beneficio el obtenido. Pero en este mezquino mundo que estamos viviendo alcanza para vivir bien. Sirve para estar un lugarcito arriba en el gallinero en que se transformó la política y alcanza, claro, para defecar sobre los que están más abajo.
Victoria a lo Pirro. Están allí. Pero para lograrlo, entregaron a sus soldados. Y sentirán, inexorablemente, tarde o temprano su soledad. Cuando la billetera se seque, se darán cuenta que están solos. No tendrán retorno. Y eso es lo mejor que nos puede pasar.



Egos excéntricos


Claro está, desde lo más alto del poder político, se reparten cargos con la certeza que da tener cuatro años más en el gobierno. Y también con el claro convencimiento que en la oposición no hay nadie. Bah... Están todos. Pero la diáspora es tan notables que han quedado reducidos a su mínima expresión. Han elegido ser cabezas de proyectos insignificantes en lugar de consolidar un frente opositor importante. Privilegiaron sus estúpidos egos, antes de la construcción colectiva. Y ante esta fragmentación, el kirchnerismo sabe que hasta el 2011, nada ni nadie podrá frustrar sus hegemónicas aspiraciones.



Entonces


A nadie le interesa la reforma política. A nadie le interesa la militancia política. A nadie le interesa la construcción colectiva. A nadie le interesa llevar a cabo un proyecto nacional, popular, racional y transformador. Y pocos les interesa que a nadie le interese lo antedicho.
Seguramente llegó la hora de retomar la militancia en los partidos. Claro, primero habrá que reconstruirlos. Con los actuales dirigentes, hasta cambiarlos en procesos internos contundentes que literalmente signifique echarlos a patadas en el trasero. Pero con internas. La "dedología" reemplazó a la ideología.
Necesariamente se debe volver al pasado.
Con otra mirada, si.
FTE: LOS GIRASOLES

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