jueves, 30 de abril de 2009

DENUNCIO


DENUNCIO

Por el Lic. Jorge P. Mones Ruiz

Desde diciembre de 2008 me desempeño como delegado en la Argentina de Unoamérica, confederación internacional de Ong(s) que brega por la restauración de la República, la democracia, la libertad y los derechos universales conculcados en países como el nuestro, que forman parte del “eje de lo peor”, en procura de instaurar en ellos la nueva versión neomarxista denominada “socialismo siglo XXI”.

Entre nuestras actividades hemos desarrollado, con delegaciones de otros países de la región, una investigación en la República de Bolivia a partir de la denominada “Masacre de Pando”, episodio por el cual Unoamérica denunciará ante organismos internacionales al gobierno de Evo Morales por “Crimen de Lesa Humanidad”, delito que pretende ser atribuido a la oposición autonómica de una de las prefecturas de la “Media Luna” boliviana. Es por ello que el Prefecto Leopoldo Fernández está preso en La Paz junto a otros detenidos políticos. La delegación argentina estuvo representada por la Arquitecta Liliana Raffo de Fernández Cutiellos y el suscripto, habiendo, a partir del regreso al país, producido sendos documentos públicos al respecto, informando y denunciando lo investigado en el país referido.

A mediados de abril se produjo en Santa Cruz de la Sierra un confuso episodio en el cual fueron asesinados tres supuestos terroristas de nacionalidad extranjera, los que pretendían, según el gobierno, llevar a cabo un magnicidio. Al día de hoy, desde los periódicos locales hasta las embajadas de los países de los cuales eran oriundos los muertos, han manifestado serias dudas sobre la legalidad y veracidad de la versión oficial.

En este contexto, el diario oficialista “Página 12” publicó el 21 de abril una nota en la que pretende vincularme con esa “célula terrorista” masacrada. Semejante disparate, además de ser injurioso y calumnioso, solo puede haber nacido de mentes febriles y coléricas, otrora terroristas o allegados a organizaciones criminales, que hoy no trepidan en difamar a personas que desde distintas funciones a lo largo de sus vidas han enfrentado a las hordas asesinas que asolaron a varios países, entre ellos, el nuestro.

Pero la canallesca cobardía, mal usando la libertad prensa, alcanza la máxima expresión al involucrar en esta “conspiración de opereta” a la Señora Fernández Cutiellos, viuda de un héroe nacional, muerto en combate el 23 de enero de 1989, cuando el Movimiento Todos por la Patria, fundado entre otros por el actual Secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, atacara al cuartel de La Tablada, asesinando conscriptos indefensos y cuadros de distintas jerarquías de la unidad militar, entre ellos al Sr. Mayor Horacio Fernández Cutiellos, segundo jefe de Regimiento.

En un ejército desquiciado, con ciertos mandos cómplices en su destrucción, aún perduran oficiales superiores que mantienen la lealtad al camarada con el cual alguna vez compartieron trincheras. En virtud de ello tengo un cabal conocimiento de la actual situación y de las aviesas intenciones del gobierno argentino y que pongo en conocimiento público a través de la presente.

Distintos organismos de seguridad e inteligencia han comenzado, contrariando la ley de seguridad interior (en particular las FFAA) a investigar las actividades del suscripto, y en particular las de la Señora Fernández Cutiellos, cuyo principal afán es acompañar a los presos políticos que fueron amigos y camaradas de su difunto esposo y que hoy son cautivos de una venganza disfrazada de justicia. Sus asiduas visitas a las cárceles y su participación en Unoamérica, constituirían para este gobierno un “complot”. Como escribía el periodista Carlos Manuel Acuña hace unos días, ¿no será una reedición de las conspiraciones que soñó el ex presidente Alfonsín y que lo motivó a declarar el estado de sitio?.

Hoy teléfonos “pinchados”, despliegues de agentes control y de seguimiento,… mañana detenciones.

Por lo tanto, denuncio a las autoridades de la Nación, al Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y a posibles elementos del Ejército de querer utilizar las actividades que los miembros de Unoamérica llevamos a cabo en el marco de la legalidad y la Constitución y en el legítimo uso de la libertad de expresión, como parte de una estrategia conspirativa y delictual.

Asimismo los hago responsables de la seguridad física y libertad de la Señora Liliana Raffo de Fernández Cutiellos.

Finalmente, me reservo el derecho de efectuar la denuncia correspondiente ante autoridad judicial competente.

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