miércoles, 29 de abril de 2009

PRENSA BAJO PRESION


Río Negro - 29-Abr-09 - Opinión
Editorial
Prensa bajo presión
Según el ministro del Interior, Florencio Randazzo, los miembros de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) se equivocaron por completo al denunciar "un grave deterioro" de la libertad de prensa en nuestro país, ya que no hay "nada más alejado de la realidad". Es probable que tanto Randazzo como los demás integrantes del gobierno kirchnerista que hablan de tal modo crean sinceramente que las quejas de ADEPA carecen de fundamento: al fin y al cabo, no hay censura previa y, como nos recordó Randazzo, los métodos truculentos que fueron empleados por otros regímenes -entre ellos el peronista de los años cuarenta y cincuenta- son cosa del pasado. Pero si bien el gobierno actual dista de ser totalitario, es innegable que desde mayo del 2003 se ha mostrado decidido a aprovechar su poder tanto político como económico en un esfuerzo por presionar a los medios de difusión para que hagan suyo el "relato" oficial, premiando a los dispuestos a adoptarlo con cantidades llamativas de publicidad gubernamental costeadas por los contribuyentes y castigando a los reacios que en ciertos casos han sido víctimas de un boicot sistemático. Por lo demás, el Poder Ejecutivo Nacional no ha vacilado en aconsejar emularlo no sólo a los gobiernos provinciales y municipales sino también a los muchos empresarios cortesanos cuyos ingresos dependen de la buena voluntad oficial. La razón por la que la estrategia así supuesta ha fracasado tiene menos que ver con las eventuales preferencias políticas o ideológicas de los dueños de los medios privados y los periodistas que con el hecho de que en última instancia todo diario, revista o canal televisivo, además de todo periodista que se precie, se vea obligado a defender su credibilidad. Mal que le pese al gobierno, las ventajas materiales de comportarse como un órgano propagandístico son por lo común pasajeras, mientras que los costos en términos de autoestima son a la larga enormes y duraderos.

La reacción de Randazzo frente al documento crítico que emitió ADEPA fue reveladora. Dijo que a pesar de estar "permanentemente acicateado" por los medios, el gobierno de que forma parte "ha permitido la libertad de prensa", dando a entender de esta manera que en su opinión tendría el pleno derecho a conculcarla pero que, por generosidad o, tal vez, por su compromiso con ciertos principios democráticos, optó por soportar con entereza las críticas. Además de entrañar una amenaza, la actitud de Randazzo y otros integrantes del gobierno refleja su hostilidad indisimulada hacia quienes no comparten sus puntos de vista y la frustración que con toda seguridad les supone sentirse constreñidos a respetar algunas reglas. En efecto, en repetidas ocasiones el ex presidente Néstor Kirchner y la actual, Cristina Fernández de Kirchner, han tratado a los medios en su conjunto como si a su entender participaran en una conspiración golpista oligárquica emprendida a fin de alejarlos del poder. Hasta ahora, los medios críticos más importantes no se han dejado intimidar por los frecuentes anatemas oficiales, pero hay motivos para temer que si el gobierno saliera debilitado de las elecciones legislativas de fines de junio podría caer en la tentación de asumir una postura aún más agresiva, culpando a la prensa, y a periodistas determinados, de todas sus desgracias.

Como no pudo ser de otra manera, la vulnerabilidad de muchos medios, en especial los gráficos que dependen de la publicidad local, se ha visto agravada por la crisis económica. Advirtió ADEPA que "muchas hojas de todos los rincones del país, algunas centenarias... se encuentran en peligro de extinción" y que "tenemos la cruda certeza de que un diario se acalla mediante el estrangulamiento económico". Tiene razón, pero aunque es de prever que un gobierno de instintos autoritarios como el kirchnerista intentará sacar provecho de la situación así calificada, no se puede considerarlo el responsable principal de lo que ocurre. De resultas del progreso tecnológico, son muchos los medios gráficos en países como Estados Unidos que han tenido que limitarse a ediciones on-line de perspectivas nada promisorias y tal vez el mismo fenómeno se reproduzca aquí aun cuando un gobierno más tolerante que el kirchnerista hiciera lo que le pide ADEPA, dictando medidas para preservarlos.

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