domingo, 26 de abril de 2009

GERENTA DEL CAPITALISMO


ARGENTINA, PAÍS GENEROSO...
Escrito por Bob Arien
lunes, 31 de marzo de 2008
En el territorio argentino, de 2.780.400 km², existen todos los climas en forma simultánea (cálido, templado, húmedo y frío) y las riquezas son inconmensurables. Por lo tanto nadie se explica (solo los grandes productores) por qué el 65% de los campos dedicados al pastoreo (ganado vacuno, ovinos y otros) se utilizan para la producción de soja; un elemento volátil, que crece también en aquellos campos para los que no se los ha preparado, determinando una especie de invasión que no se puede detener salvo fumigando e intoxicando el medio ambiente y otras plantaciones y cosechas.

El gobierno argentino es torpe y comete error tras error. Sus funcionarios son polémicos y agresivos. Pero han tensado tanto la cuerda que, ahora, dar marcha atrás y derogar las retenciones que dicen perjudicar a los productores, equivaldría, poco menos que a ser vapuleados por todo sector industrial y comercial al que se le ocurra pedir algo. Se juntan unas cuantas personas, cortan las rutas y se vuelven intransigentes. Con esto ya es suficiente para lograr subsidios, prerrogativas y bajar impuestos. Por lo tanto, el horizonte se ve negro, dado que no hay alternativas de cambios en la puja



entre el campo y el gobierno. El problema es que las cosas se salgan del carril. Y uno de los temas es que el gobierno introduzca un elemento más que contundente para disuadir a los rebeldes hombres de campo: la desmovilización de los piquetes mediante la utilización de las fuerzas armadas. Si bien es cierto, que todo lo que se está haciendo es ilegal: no se puede cortar las rutas y menos el abastecimiento de la población, porque es un delito federal y está en la constitución nacional; los pequeños productores le están haciendo el trabajo sucio a las multinacionales y a los grandes hacendados, que se encuentran en sus bunkers acostumbrados evaluando la situación de sus campos y haciendas. Allí están, rozagantes y tostados, trabajando junto a la peonada, pero desde La Biela (la zona más chic de Recoleta) y Puerto Madero. Ellos son los que prendieron la mecha para que los otros pongan la cara y es posible que sean a estos últimos que se las llenen de moretones.

Los que están en el gran negocio exportador (soja, aceite, petróleo, acero) no son más de 100 empresas multinacionales. Los pequeños productores están trabajando para ellos. Pero los errores del gobierno persisten, porque todos los días se abre un nuevo conflicto. Cristina no parece que gobierne, pero cumple a la perfección el papel de "dama del látigo" atribuido jocosamente a Isabel Perón. Miente el gobierno y mienten los hombres de campo cuando discuten acerca del nudo de la cuestión, a sabiendas de que cada vez queda menos zona de pastoreo y tenemos al país lleno de soja, un alimento que tampoco consumimos porque nuestro pueblo es carnívoro por excelencia.

Un gobierno (no este, por supuesto) que supiera tomar el toro por las astas, saca a los productores y chacareros de las rutas a patadas y como castigo abre la importación de carnes, lácteos y granos. Esto no quiere decir que las retenciones sean justas. Las retenciones deben estar de acuerdo a la capacidad de producción, los que más exportan, más retenciones. Y también el pueblo debe saber para qué se utilizan esos fondos, porque, por lo general, se usan para campañas políticas o para tapar agujeros administrativos que se producen en los distintos estamentos del estado nacional. Pero para los pequeños productores que alquilan campos, cobran y no hacen nada, una reforma agraria no les vendría mal. Confiscar los campos y dárselo a trabajar para su subsistencia a mucha gente que puebla las villas miseria de la Capital y del conurbano no sería mala idea, porque permitiría descentralizar a estas poblaciones y enviarlas al interior de las provincias, para que trabajen la tierra y se ganen su sustento con el sudor de la frente. Eso es poblar el país.
Como en los buenos tiempos del enfrentamiento de Juan Perón con la Unión Democrática (1946), movilizó en Rosario (Santa Fe) el Partido Comunista para avalar la decisión de los hombres de campo.
Vale la pena recordar, que en 1946, cuando Perón ganó las elecciones, la principal fuerza de oposición estaba integrada por la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y el Partido Comunista, junto al embajador de los EE.UU., Spruille Braden, que tenía orden de impedir la llegada de Perón al poder dado que se lo consideraba un nazi confeso . Sin embargo, como dice el periodista, Eduardo Aliverti, la derecha debería estar muy feliz con la Sra. Cristina Kirchner, pues: "El peronismo ha sido desde siempre la gerencia general del capitalismo en la Argentina".

Unos fracasan y otros toman la posta, pero el Partido Justicialista, como el aprista (México), intentará reinar por 70 años o más... si lo dejan.



*Periodista y escritor independiente.

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