miércoles, 29 de abril de 2009
SOY GORILA
Desprecio con toda el alma al peronismo cuando usa la pobreza cautiva para perpetuarse en el poder. Gracias a estos peronistas, soy gorila
Por Osvaldo Bazán
NuevoEncuentro 29/04/09
La primera vez que me gritaron “¡Gorila!” fue la noche del 14 de mayo de 1995. Me descolocó. Estaba en el balcón, última borrachera triste de mi vida, whisky importado uno a uno. En el televisor, Menem reía una carcajada platinada, reelecta. Me enojé con el país y con mis compatriotas, cosa que no me había ocurrido en 1989.
Aquella vez tampoco lo voté pero pensé que al menos nos sacaba de encima a Cafiero, un señor del que nunca sospechamos tuviese una actividad productiva.
Seis años después, siendo ya evidentes la mentira, el indulto, las relaciones carnales, lo votaron a conciencia; lo votaron porque querían Miami, Tinelli y shoppings. Dolía. Por eso, cuando unos pibes chetos pasaron por la calle cantando la marchita, les grité no sé qué y ellos me contestaron con un sonoro: “¡Gorila!”.
Para mí “gorila” había sido hasta ese momento alguien cuyos intereses eran contrarios a los intereses populares. Y yo ahí, un boludo contra el mundo, contra la mayoría que quería Miami, Tinelli y shoppings.
Sí, mis intereses no eran los mismos.
Era raro, un gorila en la Marcha Federal, un gorila contra el indulto, un gorila contra las privatizaciones, un gorila contra el pensamiento unidireccional de la resignación, un gorila contra los Alsogaray. Que eran parte del gobierno popular, el gobierno peronista. Pero entonces, si ellos estaban allá y yo acá, ¿qué cosa era ser gorila?, ¿qué cosa eran los intereses populares? ¿Leer Página/12 me hacía gorila? ¿Pedir ni olvido ni perdón me hacía gorila?
Los que cantaban la Marcha, eso de combatiendo el capital, me gritaron: “¡Gorila!”
Está bien, todos aceptamos la ideíta: peronismo es movimiento, ni izquierda ni derecha porque no repite gestos de la política europea, eso de que justa, libre y soberana, eso de que nada mejor que un López Rega para un Firmenich, nada como un Néstor para un Solá, la alegría de la bicicleta regalada a la que nadie le miró los dientes, las verdades del catecismo, y le temo más que a la oligarquía al espíritu oligárquico que habita entre nosotros y todo eso.
Si el peronismo es un montón de cosas, ¿qué enchastre es el gorilismo?
Yo era gorila cuando lamentaba estar en el país de Menem. Kirchner no, Kirchner aseguraba estar con el mejor presidente de la historia. Kirchner y Menem eran peronistas. Pasó el tiempo, los peronistas dicen que no quieren lo mismo que antes, pero siguen siendo peronistas.
Fui gorila cuando insulté a Cavallo por imponer la jubilación privada. Y fui gorila cuando descreí que los mismos que levantaron la mano para crear las AFJP levantaran la mano para terminar con las AFJP.
Creo que Néstor le regaló “al grupo” (“¡buuuh!, ¡el grupo!, ¡el grupo!”) la fusión entre Cablevisión y Multicanal. Y eso le dio “al grupo” (“¡buuuh!, ¡el grupo!, ¡el grupo!”) un poder que no tenía. Soy gorila por eso. No le creo nada a Néstor su pelea con “el grupo” (“¡buuuh!, ¡el grupo!, ¡el grupo!”). Soy gorila por eso. No creo que Cargill y un chacarero de 200 hectáreas sean lo mismo. No quiero a la Barrick Gold, ni al tren bala, ni los números truchos del INDEC, ni el terror a los trabajadores del INDEC, y entre Reutemann que es peronista y lo mandó matar y el Pocho Lepratti que era un militante social que murió por las balas del peronista, elijo al Pocho. Soy gorila por eso. No creo nada que Cristina quiera la nueva Ley de Radiodifusión. Si usan el canal estatal para pasar cada discurso del presidente del partido y nunca aparecen los opositores, ¿tengo que creer un ataque instantáneo de transparencia comunicacional? Sí creo que Cristina quiere hacer que parezca que quiere la nueva Ley de Radiodifusión. Sí creo que quiere hacer que parezca que está preocupada por la redistribución. Pero si de verdad estuviese preocupada, los trabajadores podríamos tener en la CTA una representación que ahora no tenemos. Y si estuviésemos representados por otros gremialistas, sería más fácil para todos que la redistribución nos sonriera alguna vez. Pero este gobierno no quiere que los trabajadores estén libremente representados si no es por peronistas. Soy gorila por eso. Quiero un montón de cosas por las cuales estos peronistas nunca hicieron nada: matrimonio gay, derecho al aborto, libre representación gremial, separación real de la Iglesia y el Estado. Soy gorila por eso. Quiero la Junta Nacional de Granos que el Cavallo del gobierno popular peronista de 1989 borró. Y no quiero la Junta Nacional de Granos como una chicana en medio de un conflicto que no quieren arreglar. No me gusta la Sociedad Rural, sí la Federación Agraria, ¿cuán gorila soy? Me enoja que una vice jefa de gobierno de derecha que pidió a la gente su voto para llegar ahí, ahora deje su trabajo por la mitad para volver a pedir a la gente que la vote para hacer otra cosa. ¿Eso me hace menos gorila? También me enoja que el intendente de Tigre lo haga.
Le tengo miedo al PRO peronismo, ¿soy PRO gorila? Desprecio a los candidatos que se presentan a cargos que no piensan ocupar. Desprecio con toda el alma al peronismo cuando usa la pobreza cautiva para perpetuarse en el poder; la zapatilla por el voto es la negación de la vida. Desprecio el cinismo. No soporto una canción más de Copani.
Gracias a estos peronistas, soy gorila. criticadigital
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