ENTRE LODOS

El País (Uruguay) - 22-Nov-09 - Opinión

Internacional
La otra orilla
Entre lodos

por Julia Rodríguez Larreta

Desde hace muchos años, principalmente el diario La Nación, como también periodistas, abogados y otros ciudadanos, corajudos, trataron de obtener información sobre qué aconteció con los fondos de la Provincia de Santa Cruz que se giraron al exterior.

Se habla de una cifra de US$ 500 millones, pero en realidad es muchísimo mayor.

El fallo tal como está informado en la prensa argentina presenta más incógnitas y sospechas que "aclaraciones". Es claro que su único objetivo es sobreseer al Dr. Kirchner, el entonces patrón de esa rica provincia, quien dispuso las trasferencias e inversiones (que deben haber producido algunos beneficios) a través de los años. La excusa era sacarlos del país y ponerlos a buen resguardo, para evitar la "pesificación" o expropiación que sufrieron tantos argentinos, como inversores extranjeros en los años 2001-2002, invirtiéndolos prudentemente en el exterior. Pero no quedó claro en qué bancos, ni en qué se colocó esa plata.

El origen de los fondos, que durante años no aparecieron contabilizados y siguen en la nebulosa, fueron inicialmente las regalías petroleras atrasadas, por valor de US$ 630 millones, que YPF pagó a esa provincia aparte de montos distintos a otras gobernaciones, donde YPF extraía petróleo y gas. Un artículo de La Nación hace mención al pago de las acciones que le correspondieron a Santa Cruz, luego de transferidas, al privatizarse YPF. Fueron otros US$ 602 millones. A cuenta de almacenero, la cifra sube a US$ 1.232 millones sin contar los intereses devengados o las pérdidas por malas decisiones. De todas formas, bastante más de US$ 1.000 millones y no de US$ 500 millones, una diferencia nada despreciable. El juez se respalda frente al gran desorden que encontró, e implícitamente insinúa no tener manera o ganas de investigar.

Parecería que Kirchner originalmente ordenó el envío de los fondos a uno o varios bancos en EE.UU. Pero luego cambió de idea y fueron enviados a Europa. La única pista que aparece en el artículo de La Nación, del 15 de noviembre, son dos declaraciones del entonces gerente general del Deutsche Bank en Buenos Aires, en 2001, que declaró que la Provincia tenía unos US$ 500 millones depositados en EE.UU. que podrían estar en el Morgan Stanley. Un año después, en otra reunión, sugirió que los fondos podrían haber sido re depositados en un lugar seguro. Dijo no haber participado en ninguna transferencia, "pero creer que existió un envío de fondos al UBS".

A pesar de los esfuerzos de periodistas como Adrián Salbuchi y Enrique Romero, patrocinados por Juan Labaqué en 2004, éstos terminaron despreciados, para usar un término no legal, pero ilustrativo.

Obviamente el juez Lozada, para protegerse y apuntalar sus decisiones, explica que encontró "gran desprolijidad" e imprecisiones en la causa, la cual, curiosamente "adolece de una plataforma cáustica que limita el objetivo procesal", como si fuera un misterio. ¿Se perdió legítimamente el dinero? ¿Cuánto se "esfumó"? ¿Dónde fue a dar? Parecería que todo son meras conjeturas basadas en inferencias.

¿Cuánto se usó en las campañas políticas? ¿En negocios exitosos o fallidos del matrimonio Kirchner? Los presuntos delitos de "apología del crimen y defraudación son basadas en conjeturas, meras sospechas", según el juez Lozada.

Por otro lado, el caso de Papel Prensa, mayoritariamente propiedad de los diarios Clarín, La Nación y el Estado, es un pésimo síntoma. Moreno convocó a los funcionarios del Estado y les advirtió que el gobierno pensaba estatizar la empresa. Uno de los directores hizo luego una declaración ante escribano sobre lo que les había dicho. "Afuera están mis muchachos, expertos en partirles la columna y hacerles saltar los ojos a quien hable". Clarín hizo entonces una demanda judicial y resulta que la denuncia cae en el Juzgado Federal N° 9 del Dr. Octavio Araoz, que recientemente cerró otra causa en contra de Moreno. Algo huele mal, no en Dinamarca, en Argentina.