domingo, 27 de diciembre de 2009

LA OPOSICIÓN


-El deber cívico de la oposición
Por Humberto Bonanata

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Desde el 3 de diciembre, fecha en que los nuevos diputados juraron sus mandatos, la oposición en su conjunto demostró una clara unidad de criterio frente a la chicana de baja estofa que intentó Néstor Kirchner para impedir que la realidad se convirtiera, otra vez, en la única verdad.

Tuvo que aceptar que ya no eran mas mayoría y que 143 legisladores en sus bancas los obligaban republicanamente a bajar al recinto y a aceptar las reglas de juego. Fue la segunda gran derrota del régimen en 2009 luego de las elecciones del 28 de junio.

Pero algo que a lo largo de estos seis años y medio siempre hemos criticado como la atomización opositora desde ese día pareció entender el mandato popular del 70% del electorado. Comprendieron que “lo que no mata fortalece” e hicieron honor a su compromiso electoral. Aunque Kirchner aún conserva gran poder de daño, la unión hizo la fuerza y la legitimidad de los números se impuso sobre la irracionalidad a la que ya nos tiene acostumbrados “el presidente consorte”.

A lo largo de este mes muchos analistas políticos se preguntaron si esa unidad parlamentaria podría perdurar en el tiempo o sólo habría sido una estrella fugaz en el firmamento. Los hechos les dieron la razón esta vez a la dirigencia política; desde Cobos a Solá y desde Carrió a Pinedo todos convergieron en la sensatez de mantener la institucionalidad frente a la irascibilidad del autogolpe que flota en el ambiente.

Nadie imagina por cierto “la foto” de la secretaria de Kirchner entregando la banda presidencial y el bastón de mando a Julio Cobos. Desde la “truchada” del “bajen a la yegua y al pescado” hecho que el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea logró comprobar que partió de una oficina de la S.I.D.E. ubicada en la Avda. del Libertador hasta la incredulidad popular sobre la verisimilitud de la supuesta amenaza, la auto-victimización sólo duró 24 horas. Los consejos de Chávez para inventar lo inexistente no lograron “prender” ni en ellos mismos.

Para tratar de analizar un año pródigo para la democracia deberemos proyectar el mantenimiento de esos logros en la unidad parlamentaria en temas sustanciales como la reforma al hoy Consejo de la Magistratura; la revisión de la ley de medios audiovisuales; las retenciones a las actividades agropecuarias y la asignación a cada madre desocupada de un seguro universal por hijo que reciba en una cuenta bancaria sin intermediación parasitaria de los punteros.

Y qué decir de la homogeneidad en la crítica y acción opositora respecto al pago de U$S 6.569 millones al Club de París rompiendo el chanchito del Banco Central. Nos recuerda cuando Kirchner canceló la deuda no exigible con el F.M.I. al 4% anual de interés con dinero prestado por su socio Chávez al 12% anual.

Los argentinos nos merecemos una sesión especial bicameral para tratar este despropósito y una acción judicial de no innovar para impedir este desguace de nuestras reservas.

Si bien la tarea de mantener a los Kirchner dentro del marco de la ley no es nada fácil, la oposición tiene la oportunidad histórica de afianzar el preámbulo de nuestra Constitución Nacional de 1853 como única forma de vida civilizada entre los argentinos.

Nadie puede tampoco imaginar si una ley consensuada en el Congreso de la Nación es vetada por el Poder Ejecutivo. La reacción popular sería más fuerte que la “guerra gaucha” de 2008 ya que la gente les ha perdido el miedo a ellos y a su patota prebendaria.

Ellos y nosotros sabemos que por más que logren esquivar a la Justicia por la laxitud vergonzosa de “jueces en comisión”, la nueva organización judicial que surge del Parlamento en 2011 les otorgará seguridad en sus cargos y se animarán a fallar conforme a derecho.

Respecto a las candidaturas a quien le salió “el tiro por la culata” fue a Eduardo Duhalde, quién al lanzar su candidatura presidencial para chicanear a Reutemann recibió las críticas de opositores y oficialistas.

No es de extrañar la coincidencia de Cobos y Solá en la crítica. Tampoco la de De Narváez quien mantiene una excelente relación personal con el seguro candidato a presidente quien hoy lidera todas las encuestas. Quien sepa leer bajo el agua comprenderá esta trilogía.

“Si hoy Julio se presentara a Reina de la Vendimia, disfrazado de mujer y con sus patillas sanmartinianas, igual gana, nos comentó risueñamente, en el brindis que celebró con los periodistas, uno de sus más fieles colaboradores”.

Y así las cosas se despìde 2009, el año más republicano que hayamos vivido los argentinos desde el 25 de mayo de 2003.

Sin dormirse en los laureles nuestro deber cívico , paradójicamente, es acompañar al arco opositor en que nos ubiquemos y ayudar a que el régimen llegue a octubre de 2011 “aunque sea con muletas”, como dijera antes del golpe de 1976 Don Ricardo Balbín.

Si cumplimos con la República habremos sido partícipes del retorno de la diktacracia a la democracia plena.

Y comenzaremos a transitar un camino de consensos en el que piensa distinto nunca más sea nuestro enemigo.

Un muy próspero año 2010.

Humberto Bonanata

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