domingo, 31 de enero de 2010

LOS ORIGENES


LOS ORIGENES

Por Lucio Catano (h)

Bajo la implacable canícula, es a veces difícil escribir con la dosis necesaria de fuerza para transmitir ideas.

A pesar de la titánica mengua física lo intentare.

Me pregunto y lo hago a Ustedes:

¿Porque hablamos siempre de lo mismo?.

Que si Cobos debe renunciar; si hay que apoyar a Reutemann en una lidia con Néstor.

O si esta idiota de Presidente que supimos conseguir, debe también abandonar el cargo.

La fatiga de lo reiterativo, parece mantenerse lejana respecto de nosotros.

Por ello debe ser que aun existen tantos adherentes al justicialismo.

Tal vez, por esa afinidad a remontarnos a un distante pasado, que aunque cruel y ominoso, despierta en tantos argentinos esa inclinación a la necrofilia.

He visto que la red se saturó hace pocos días, con el pregoneo de un discurso de Perón de hace treinta y seis años.

¿Importa acaso si en esa alocución se refirió a estos canallas del gobierno como delincuentes subversivos?.

¿Es tan relevante invertir el reloj para reingresar a lo acontecido hace tantas décadas; época que fue tan absurda como lo es nuestro presente?.

Carezco de la sólida formación con la que cuentan los sociólogos.

Ellos poseen elementos para tomarle la temperatura a una sociedad.

El problema es que la mayoría de ellos, se ha volcado a esta fruición por las mediciones.

Acaso sea porque ello les permite comercializar los sondeos al mejor postor.

Es una de las tantas respuestas que me vienen a la mente, para advertir la ausencia de una corriente de opinión profesional y científica diagnosticadora sobre lo que nos sucede.

Todo se encuentra tarifado.

Bueno, son las reglas de juego que debemos enfrentar, en este galimatías que se exhibe dentro de un enorme laberinto verborrágico, cuya salida al parecer no existe.

Ejercitamos el análisis cotidiano de lo que va sucediendo, por grotescos e insensatos que los hechos que comentamos tengan como contenido.

Nos adentramos, muchas veces sin advertirlo, en la pléyade de idioteces sobre las que pontifica el mandatario de turno.

Hoy, particularmente se comenta sobre las bondades afrodisíacas de la carne porcina, porque esta retrasada mental de Kretina decidió abordar el tema.

No reparamos, que estamos bailando con el compás y la melodía que estos K han determinado como el, digamos adecuado.

Esta conducta idiotizante, ha atrapado al grueso de una sociedad, porque ésta carece de ideas o de proyectos que nos extirpen este sendero, plagado de lugares comunes, vulgaridad y banalidades.

En el mientras tanto, la capacidad de generación de energía eléctrica se agota, al mismo ritmo que nuestras reservas de divisas, los vientres vacunos y cualquier otra fase de la actividad productiva.

Como desde antaño y por mera necesidad, sigo perteneciendo al sector agropecuario, y veo a los referentes del sector, como despotrican por el nuevo limite de faena particularmente de hembras.

Si por ellos fuera, enviarían a Liniers terneras recién nacidas.

Porque lo que procuran es el negocio rápido y corto de engorde.

Si el año próximo no hay mas madres potenciales, cerraran sus puertas y se dedicaran a otra cosa.

El señor Samid, que fue quien asesoro a Moreno, sobre como liquidar a la producción pecuaria en tiempo record, es invitado a los sets de televisión como un referente.

Cualquiera que conozca este negocio, sabe perfectamente esto.

No les importa en lo mas mínimo, la preservación de la especie vacuna, solo la oportunidad de una rápida toma de ganancias.

Esto es valido, en los mismos terminos para la red de consignatarios, los remitentes de hacienda y la dirigencia ruralista en general.

Es una mueca mas del individualismo del argentino promedio.

Otro tanto se puede decir de este tal Redrado -producto menemista de paladar negro-.

Si tuviese el mas mínimo sentido del patriotismo, debería de haber aprovechado su conferencia de prensa de ayer, no para ejercitar su propio panegírico, sino patra revelar a la opinión publica el monto los dólares que el Central acumula.

Porque esa es una data que debería de estar en posesión del ciudadano común.

Pero así son las cosas aquí: espasmódicas.

Transcurrimos estos últimos años, pergeñando cacerolazos que nunca existieron.

Nuestro comportamiento colectivo no es diferente al venezolano o al mejicano, cuyos dirigentes han desdeñado su enorme riqueza petrolera, solo para generar mas pobreza.

Presumo que muchos se indispondrán conmigo, a partir de lo que he de referir a continuación, pero lo haré de todas formas, porque entiendo que mis reflexiones no están divorciadas de la realidad.

Por años he procurado desnudar a esta historia oficial que nos enseñaron en la escuela.

He abordado el derrotero de San Martín y las instrucciones impartidas por Miranda desde Londres, para circunscribir el enorme potencial que Argentina tenia por entonces, y reducirlo a los limites del océano atlántico, liberando a Chile, Perú, Bolivia y el Océano Pacifico de nuestros dominios.

Otro tanto, a su momento ejercitaron Rivadavia y Mitre al desprendernos de la forma mas canallesca de nuestra provincia de La Banda Oriental.

Estos dispendios territoriales fueron y son en la actualidad, traiciones a la Patria insepultas.

Para todos estos fulanos, que permitieron el grueso y vil derroche de la sangre de nuestros gauchos, en tantas batallas, para generar independencia a países que no lucharon por ella, es y será un constante karma, al menos respecto de mi interpretación sobre el verdadero nacionalismo, que aquí se mimetizo entre empanadas y vino tinto, pero no en una ideología coherente con ese irrenunciable principio.

Pero, analizando en perspectiva nuestra herencia cultural y religiosa hispana, los enigmas y las brumas van desapareciendo.

Descendemos por tradición de la España católica.

Tanto la de un esquizofrénico como Felipe II que estrangulo a su propio hijo, como la de Fernando VII, quien al reestablecerse en el trono, reinstauro algo tan bizarro, para entonces, como El Santo Oficio de la Inquisición.

Toda Hispanoamérica, heredo de los españoles, esa forma tan ridícula y oblicua de interpretar la política.

Durante los casi 50 años, en los que la Argentina se destaco entre sus pares, esto es desde 1870 hasta 1916, en que el populismo rosista retorno al poder de la mano de Yrigoyen, crecimos y nos hicimos fuertes.

Esta época es la que los historiadores progres tanto difaman.

Adicionan en referencia a ella, sobre todo la injusticia social.

En su miopía que es suprema, no advierten que las conquistas sociales, se instauraron aquí y en el resto del orbe, luego de la segunda guerra mundial, con el advenimiento de lo que hoy conocemos como la Sociedad de Consumo.

Antes de ella, era tan injusto vivir en Bruselas, Ceylan o Baltimore que en Recoleta o Palermo.

Nuestro medio siglo de expansionismo fue una mera excepción, que solo confirma la regla.

España le vendió Gibraltar a los británicos.

Siendo el enclave mas estratégico de la península ibérica y la llave del Mediterráneo.

Nosotros, heredamos lo peor de ellos: La apatía.

Nos legaron el idioma junto con su decadencia.

Los británicos, les inculcaron a sus colonos, los principios de la administración y de la generación de riqueza.

Con ese dogma, construyeron a los Estados Unidos.

De ellos se podrá decir lo peor.

Que son los arquitectos de las desgracias de los demás y cosas peores que también son ciertas.

Pero no lo es menos, que construyeron una potencia hegemonica para hacer disfrutar a su población de una clara noción del confort, que nosotros aquí, en el Río de la Plata desaprovechamos, por eso, por LOS ORIGENES.

Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor, el Dr. Lucio Catano.

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