DESESPERADOS

LOS K BAJO EL SIGNO DE LA DESESPERACIÓN

Por Carlos Manuel Acuña (*)

La reunión organizada en la Quinta presidencial de Olivos el último fin de semana, de manera palpable puso de manifiesto la profundización de la crisis interna que afecta al oficialismo y la posibilidad de que ésta se acelere en la medida que los llamados disidentes del peronismo se muestren más dispuestos a recibir a sus correligionarios kirchneristas. A esos efectos, ambas partes deben apurar las conversaciones que en la mayoría de los casos, silenciosamente, se llevan a cabo con la preferente participación de gobernadores.

Con alguna excepción como la del bonaerense Daniel Scioli - siempre tentado con una eventual candidatura presidencial que nunca llega - o la del chaqueño Jorge Capitanich siempre favorecido con partidas extraordinarias de fondos, hubo mandatarios provinciales que ni siquiera se molestaron en confirmar si participarían o no del acto organizado para escuchar a Cristina Fernández y luego regodearse con un ágape que en los hechos se frustó parcialmente, suceso que, como no podíua ser de otra manera, contribuyó a la alarma presidencial. Este fue el caso de Das Neves cuyo alejamiento del kirchnerismo no requiere de nuevas exteriorizaciones o el de Luis Viano quien antes de responder a la invitación preguntó como sería el diálogo. Cuando le señalaron que sólo se escucharían las instrucciones de la Presidente de la República, respondió casi a los gritos que estaba "cansado" de escuchar estas disertaciones sin poder siquiera emitir un comentario o formular reflexiones acerca de la difícil situación del país. Por lo tanto, no concurrirá "a calentar una silla...".

Por su parte, Guillermo Jenefes no ocultó para fundar su rechazo, la indignación que vivía a raíz de la quema de la radio de la que es propietario en la Capital jujeña y de otros edificios que le pertenecen, delito que cometió la activista de izquierda Milagro Sosa quien tiene el apoyo público de Cristina Fernández de Kirchner y recibe cuantiosos subsidios para organizar sus fuerzas de choque, captar voluntades en la región y convertirse en un factor de poder real y efectivo.

No vamos a hacer un listado pormenorizado de los ausentes, porque esto ya es una noticia de dominio público, pero sí vamos a acotar que muchos senadores, como los formoseños, dieron excusas variadas para no estar presentes - varias enfermedades de último momento, por ejemplo - y lo mismo hizo una decena de diputados nacionales, lo que constituye todo un anticipo del comportamiento legislativo que se registrará en el Congreso a partir del mes que viene.

El fiasco de lo que ocurrió ese aciago fin de semana fue seguido con particular preocupación por la "mesa chica" que rodea a los Kirchner que comenzó a pensar la forma de revertir esta pérdida de entusiasmo (por así llamarlo) en la interna del oficialismo. Con rapidez y frente a la realidad indicativa de que de los 140 cubiertos preparados la concurrencia no llegaba al a cubrirse el centenar, se resolvió la concurrencia "de prepo" de otros funcionarios - ministros, secretarios de Estado y otros de menor jerarquía - mientras con seguridad se alimentaba el mecanismo de dudas permanentes que caracterizan a quienes conducen el gobierno y con toda lógica una de ellas volvió a cobrar cuerpo: la perspectiva de que surja un "Frente para la Victoria disidente" y que éste estuviera a cargo de alguien bien ubicado en la escala sucesoria, como lo es el vicepresidente provisional del Senado, Pampuro.

Todo esto caracterizó el desánimo gubernamental de ese día, desánimo que ahora poco contribuye a la organización de las reuniones previstas para la semana que viene y que pone claramente de manifiesto que ni los gobernadores ni los legisladores pueden pasar por alto el enorme problema derivado de la falta de fondos de los gobiernos provinciales, del centralismo en el manejo de los recursos y de los reclamos que en tal sentido expresan los electores de cada uno de ellos. Repartir lo producido por el insólito impuesto al cheque es una premisa que sólo puede reemplazarse mediante otro aporte similar de fondos con lo que la imaginación se exprime al máximo, sobre todo a partir de la suicida información lanzada por el gobierno en el sentido de que no se contendrá el gasto público. Si esto ocurriera, piensan los Kirchner tal vez con acierto, la falta de dinero para alimentar el monstruo político que ellos mismos crearon produciría un estallido imparable que precipitaría los acontecimientos.

En tal sentido, aunque la administración central maniobra con cierto éxito para que el flujo financiero se mantenga con suficiente fuerza para continuar con las operaciones políticas, lo cierto es que son medidas que podríamos calificar de defensivas, ajenas a todo proyecto contructivo y coherente y que en escencia el rumbo del barco comienza a zizaguear alejándose de la ansiada meta de las elecciones presidenciales del 2011.

Todos lo saben y son pocos los que lo dicen. En la cuasi oposición sólo se levantan algunas voces acusadas de alarmistas, pero la verdad es que los hechos mandan por sí mismos y que el respaldo externo recibido respecto del pago de la deuda no es suficiente. Las declaraciones del ex ministro de Economía Domingo Cavallo quien tiene motivos de peso para estar informado y manifestarse como lo hizo, no se agotan en su seguridad de que "los Kirchner provocan las actuales tensiones que vive el País para encontrar una excusa que les permita irse del poder". Cavalo fue un asesor económico y financiero de Néstor Carlos Kirchner y lo conoce a éste a la perfección, por lo que sus palabras son más significativas aún, sobre todo cuando dejó entrever que la Argentina marcha nuevamente hacia la hiperinflación. Aseverar que ya está en un 30 por ciento es algo más que un dato y los antecedentes que existen en la materia contribuyen con elocuencia al pesimismo de sus declaraciones que hoy publica el diario La Nación. Más aún, sus reflexiones acerca de la proximidad de un ajuste incorporan otro detalles: el kirchnerismo no haría ese ajuste de ningún modo pues sabe que la explosión a la que nos referimos más arriba, ocurriría tarde o temprano alimentada - agregamos - por su soberbia y la costumbre de arrojar las culpas a los demás.

Estudian acciones con motivo del aniversario del 24 de marzo

En cuanto a las aludidas tensiones que tienen distintas maneras y contenidos para su exteriorización, noticias llegadas desde Córdoba indican que el poder central cree que todavía puede impactar a la opinión pública mediante la rememorización crítica del pronunciamiento cívico militar del 24 de marzo de 1976 y reiterar sus ataques a quienes lucharon contra la Guerra Revolucionaria. A la aparición de un largo listado de agentes de inteligencia en la Revista 23, un instrumento de la izquierda, se agregarían otras nóminas para batir el parche sobre el mismo tema y en base a la información publicada organizar escraches distractivos y de esa forma derivar la atención de la gente hacia un tema demasiado remanido y agotado. Lo haga o no lo haga el gobierno, todo lo que ocurre es indicativo de un estado de desesperación, de inquietud por la evolución de la política y sobre todo, por si mismos, por quienes son responsables de esta gran debacle nacional. El matrimonio sabe que las artimañanas están terminadas y que sólo adquieren validez sucesos como los ocurridos en Baradero. Allí, la constante permisividad del delito, el abuso del concepto de Derechos Humanos, el ataque a todo lo que sea el orden, la desjerarquización de las instituciones expresadas por símbolos como el uniforme identificatorio y representativo de ese orden, la prostitución de los Códigos y el dejar hacer ilimitado sumado al convencimiento popular de que quienes ejercen los cargos públicos roban, son corruptos y por lo tanto cómplices de lo que merece repudiarse, hizo que se reclamara más allá de lo tolerable. Lo ocurrido en Baradero merece un estudio sociológico a fondo, algo que el gobierno no realizará en modo alguno porque no le interesa, no sabe hacerlo pero sobre todo porque carece de puntos o elementos referenciales para llegar a una conclusión positiva. Baradero es algo así como un preámbulo de lo que puede suceder y está precedido por los desbordes de las barras bravas, de la violencia extrema en el cometido de numerosos y distintos delitos, de la inseguridad que desea imponerse en countries o barrios cerrados para implantar la idea de que no hay fronteras posibles, se suma a otros factores que nos llevan a interpretar a estos delitos comunes con un contenido político hasta tal punto, que pueden incertarse en otro fenómeno: la desvalorización del vocablo anarquía que comienza a ser tolerado y a generar un estado de acostumbramiento paralelo a la incompetencia dirigencial y esa actitud extraña que ha ingresado en la sociedad argentina y que es algo así como el desinterés para enfrentar los problemas reales. Entonces, las miradas giran hacia una oposición sin propuestas, conciben a la indefensión como un problema real y dejan sin palabras a las reflexiones que quieren avisorar el futuro. Así de simple y así de triste.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo por gentileza de su autor Carlos Manuel Acuña -Periodista y escritor- autor entre otros libros de "Por Amor al Odio" y "Vertbitsky - de la Habana a la Fundación Ford"