domingo, 21 de marzo de 2010
POTENCIAN AL ENFERMO
OPTIMISMO EN OLIVOS POR LA INDIFERENCIA DE LOS MERCADOS ANTE LA CRISIS POLÍTICA
El desconcierto opositor repotencia la candidatura de Kirchner
Por Carlos Tórtora
A tres semanas de iniciadas las sesiones ordinarias del Congreso y después de tres meses de crisis por las reservas, el primer balance es netamente favorable para el gobierno. El kirchnerismo practica sistemáticamente el bloqueo del funcionamiento legislativo y a la vez tensa cada vez más las relaciones con la justicia. Sin embargo, la repercusión de la crisis política en los mercados es por ahora imperceptible. La economía parece funcionar -por ahora- en forma independiente de las convulsiones políticas. Esto le da a los Kirchner un margen mayor para seguir confrontando con los otros poderes sin preocuparse demasiado por una corrida cambiaria o bancaria. Ayer en el cónclave celebrado en Olivos, Agustín Rossi habría comentado que, a su juicio, si el oficialismo consigue frenar la reforma de la ley de impuesto al cheque, es probable que las tensiones acumuladas entre los bloques de la UCR, el Peronismo Federal y la Coalición Cívica produzcan una crisis. También se comentó ayer que la opinión mayoritaria en la Corte Suprema es a favor se seguir soportando las provocaciones del gobierno sin replicarlas demasiado. Ricardo Lorenzetti, por ejemplo, estaría convencido de que los Kirchner buscan montar un escenario de polémica pública con la Corte y no quiere prestarse a este plan.
Volver a entusiasmarse
Así es que el bajo costo pagado por el gobierno por su política de sabotear al Congreso y desafiar a la justicia, le estaría devolviendo el entusiasmo a Néstor Kirchner. El surgimiento de la mayoría opositora en la Cámara de Diputados el 3 de diciembre pasado y la incipiente oposición de sectores de la justicia a partir de los fallos de la jueza María José Sarmiento sobre el DNU 2010/2009 y Martín Redrado, habían puesto a la Casa Rosada a la defensiva. Esto -junto con las encuestas marcadamente negativas- hacía que Kirchner pensara seriamente en prepararlo a Daniel Scioli como el candidato presidencial del Frente para la Victoria. Ahora, aunque no se descarta nada, hay una revisión. El ex presidente estaría convencido de que la oposición está pagando la factura por el bloqueo del Congreso, mientras que habría -a juicio de los encuestadores oficiales- un ligero repunte de su imagen y la del gobierno. Esta brisa de cola -siempre desde la óptica oficial- podría convertirse en viento si Amado Boudou consigue que se ponga en marcha el canje con los holdouts en los próximos días. Y ni que hablar si la selección vuelve triunfadora del Mundial. Este renacimiento del optimismo oficial tendría un claro resultado: reinstalar la candidatura de Kirchner como eje de la estrategia de la Casa Rosada. Esto, por supuesto, pensando en un adelantamiento de las elecciones a marzo o antes, que le permita al ex presidente aprovechar la crisis que ya se insinúa en las filas opositoras.
Malas noticias para las palomas
El renovado entusiasmo de Kirchner no sería compartido por muchos gobernadores K, empezando por Jorge Capitanich, Gildo Insfrán, José Luis Gioja, José Alperovich y obviamente Scioli. Estas y otras figuras del oficialismo están convencidas de que sólo un candidato que no lleve el apellido Kirchner podrá captar votos del peronismo disidente y de la clase media enemistada con el gobierno. La idea de la postulación de Scioli genera esa expectativa en el peronismo bonaerense. Un candidato ni kirchnerista ni antikirchnerista sería -para las palomas del oficialismo- la única forma de poder pelear en buenas condiciones la segunda vuelta. Por su parte, en el entorno de Scioli hoy casi lamentan los éxitos del gobierno en la manipulación del Congreso, porque debilitan la tesis de que Kirchner no debe ser candidato. El senador Juan José Pampuro y su subbloque estarían en la misma línea, que incluye rescatar por ejemplo al salteño Juan Manuel Urtubey y hasta a Mario Das Neves para crear un alternativa poskirchnerista. Sin embargo, el desconcierto opositor, los éxitos de Rossi y Pichetto en boicotear al Congreso y la indiferencia de los mercados hacia la crisis política estarían ahora convenciéndolo a Kirchner de que no es necesario repartir su herencia. Aunque nadie en Olivos se anime a sostener que aquél puede ganar una segunda vuelta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario