
Causas de la inseguridad
Con la discusión instalada por las declaraciones en estado de emoción violenta de Susana Giménez, sosteniendo que "el que mata tiene que morir", apoyadas por Sandro y "Cacho" Castaña, a las que luego se sumaron otros artistas, pidiendo más seguridad y una solución para este grave problema que, al parecer, resulta inmanejable para el gobierno, se ha instalado en los medios un debate equivocado sobre si corresponde o no aplicar la pena de muerte, pena inaplicable para nuestro derecho, ya que está prohibida por el Pacto de San José de Costa Rica incorporado a nuestra Constitución Nacional con jerarquía constitucional.
Asimismo, quienes favorecen a la delincuencia en general sostienen que las penas más duras no solucionan nada y que todo es producto de la injusticia social que reina en el país.
Particularmente, opino que, antes que nada, se deben aplicar las leyes que tenemos y, en ese sentido, se cuenta con un Código Penal que ha sido casi ignorado por el llamado "falso garantismo", que debiera llamarse "impunisismo". El garantismo es, precisamente, la aplicación de las garantías constitucionales en el proceso penal a los procesados y también hay garantías constitucionales para las víctimas de estos, pero de ningún modo significa la interpretación absurda de la ley por medio de artilugios para dejar en libertad a secuestradores, violadores, estafadores, asesinos y demás delincuentes.
Hoy, los delincuentes tienen la seguridad de que, a pesar de cometer un crimen atroz, saldrán en libertad en poco tiempo, merced a un sistema de impunidad.
Con respecto a la injusticia social, tampoco es un argumento irrefutable, ya que, como sostiene el gobierno, la Argentina nunca ha crecido en su historia como en estos últimos cinco años, ha distribuido la riqueza a los que menos tienen, ha disminuido el desempleo, la pobreza, ha aumentado el consumo y el país ha crecido; no obstante, la delincuencia también se ha incrementado como nunca en la historia nacional. Con lo que concluyo que seguridad, crecimiento económico y pleno empleo no van de la mano.
La solución al alcance de la mano y más rápida sería comenzar por aplicar las leyes prescriptas en el Código Penal, dejar de lado el "falso garantismo" y el "impunisismo"
Alejandro Olmedo Zumarán
Buenos Aires



















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