martes, 21 de abril de 2009
LA MANO DURA
La Mano Dura "progre"
por Héctor B. Trillo
Leíamos un comentario del periodista Alfredo Leuco, aparecido ayer sábado en el periódico Perfil, en el que hace una serie de consideraciones sobre la cuestión de la inseguridad. Hemos señalado otras veces que el periodismo "progre" ha virado 180 grados su posición ante el accionar del gobierno Matrimonial cuando vio que la cosa se le ponía un tantín peliaguda. Leuco fue de los primeros en abandonar el barco cuando notó que se escoraba.
Vino demostrándolo con una cada vez más aceitada oposición al gobierno kirchnerista, con argumentos de lo más simplistas muchas veces, pero en el fondo con ese perfil (precisamente) lacerante de quien se siente herido por aquello en lo que creía y comprueba en la práctica que así la cosa no funciona. Podríamos decir que quien no vive de una forma y espera que todos los demás vivan de la forma que propone y que no es la suya, sólo puede terminar chocando contra el muro de la verdad. El muro puede ser el de Posse, o pueden ser los piquetes. O también puede ser el de una justicia y una política absolutamente ineficiente y sesgada a la hora de marcar la cancha en materia de seguridad.
Leuco habla del "aquí y ahora" versus la necesidad de adoptar políticas de largo plazo en materia social, alimentaria, educativa y todo lo demás como base para disminuir los indices de delincuencia. Es lógico lo que dice. Pero al serlo, deja de ser lógico lo que sostenía hasta no hace mucho tiempo.
Porque para este periodista cualquier forma de "aquí y ahora" era producto de la visión derechista de la realidad. La visión de Hadad, de Feinmann, de González Oro...Nunca la de un "progre".
Pero resulta que las cosas han cambiado. Ahora que el propio Néstor sale a pedir bajar la edad de imputabilidad, ahora es momento de reprocharle que no lo hubiera hecho hasta hoy. Pero esa propuesta era del "nazi" Blumberg, Leuco. Devenido "ingeniero", pero nazi, Leuco. Según tu propia opinión.
Bien. Lo interesante del "veletismo" en la Argentina es que nadie parece recordar (le) su posición anterior. Su anterior visión pragmática de la violación de los derechos de los demás resulta ser irrelevante para él mismo. Lo importante es ubicarse donde corresponde cuando las papas queman. Como la gran mayoría. Lo políticamente correcto, bah.
Cuando Alfredo Leuco defendía los piquetes en Cutral Có en 1997 porque "la gente algo tenía que hacer para que la escuchen" poco importaba si los cortes de ruta infligían un daño a la población en su conjunto. Cuando los piquetes fueron del llamado campo, ahí pareció darse cuenta de que los piquetes eran una cosa mala Igual que Kirchner, pero no con la viveza intrínseca de Kirchner, al que los piquetes, como todo lo que ocurre, le sirven o no le sirven políticamente. Porque su inescrupulosidad es tal que consideramos que deja a varios cuerpos de distancia a varios presidentes de los últimos 20 años.
Y justamente Kirchner, que durante años encajonó montones de proyectos tendientes a establecer nuevas pautas penales para los menores, ahora sale como es su costumbre a cazar en el gallinero buscando culpables entre quienes no hacen sino obedecer sus órdenes: los legisladores.
Una patética muestra de que la decadencia del otrora todopoderoso "K" es un hecho tan palpable que hasta da pena.
El inolvidable (de algún modo debemos llamarlo) juez Zafaroni también ha salido a tallar en el entrevero. Lo hizo días antes del asesinato del camionero en Valentín Alsina. Y este abogado de renombre, juez de la corte que supo culpar a su contador por no declarar sus cuentas en el exterior ante la DGI, salió a bregar porque se institucionalice la penalización de los menores a partir de los 14 años.
En verdad, Zafaroni tampoco come vidrio: reemplazar al actual régimen de tutela de menores por un régimen penal que juzgue sus actos es un hecho positivo. Y no una "mano dura". ¡Pero no lo pidió ni lo mencionó jamás hasta ahora!!! que sepamos.
Cuando en la semana que acaba de terminar Kirchner le pidió a los senadores que pospongan la declaración de alerta nacional por el dengue obligó a Pichetto a decir una sarta de boludeces para justificar la marcha atrás. Y Pichetto las dijo. Como antes las dijeron todos los que repetían el discursito progre adoptado por el kirchnerismo como bandera. Y ahora, luego del crimen de Valentín Alsina, Kirchner sale a pedirle a los legisladores (es decir, a los Pichettos) que actúen. Porque antes no lo hicieron, claro. Porque antes deberían haberlo hecho sin que él se los pida, claro. Porque si lo hacían él iba a terminar aceptando su propio error, como en el caso de Cobos y el campo, claro.
Es terrible por lo patético, pero no queremos irnos demasiado por las ramas. Aunque estamos tentados, lo confesamos.
El crimen de Capristo ha sido un golpe político terrible para el "progresismo" vernáculo. Ha dejado desarmadas todas sus consignas. Los ideólogos reaccionan a su modo, y los políticos como kirchner al suyo.
Los ideólogos han llegado a decir que dado que el Matrimonio acusa a los fiscales de liberar a los delincuentes, eso hace que se genere una reacción en contra de los fiscales y por lo tanto la gente los ataca a golpes cuando los ve, como ocurrió en V. Alsina. Hemos tenido oportunidad de oir un programa radial donde durante 15 minutos no se habló de otra cosa. El crimen y las razones que lo provocan era lo de menos. Lo fundamental era el ataque al fiscal.
En realidad tal vez sin proponérselo el programa que escuchábamos pretendía hacer hincapié en la "justicia por mano propia" de la gente y también en la "difusión" de la inacción de los fiscales a cargo del Matrimonio.
Pero observemos: la difusión de los hechos será tratada en la discusión de la ley de "servicios audivisuales" y seguramente será resuelta de modo tal que, suponemos, el Matrimonio también deberá callarse la boca cuando el grupito ético que sabe lo que nos conviene lo decida ¿Ocurrirá esto? Y por el otro lado, suponemos que se establecerá aglun distingo en algún lado entre la justicia por mano propia de los piqueteros (incluidos los de Gualeguaychú) "sociales" y los otros piqueteros, los "ricos". Y los que se las agarran con los fiscales. Y los que le tiran huevos a ciertos "escrachados". O le pegan a Roberto Alemann. Y así siguiendo.
Porque esta gente, en su conjunto,es la que ha de decirnos lo que nos conviene como sociedad. Y por lo tanto definirá lo que nos conviene. O, más bien, lo que "es apto".
Nosotros escuchamos, claro. Pero sabemos y podemos anticipar el resultado. Porque en el mundo actual hay que dar la cara y hay que asumir que cada cual puede y debe decir lo que quiere, porque para eso está la libertad de prensa. Pero también sabemos que el derecho de unos termina donde comienza el de los demás. Y esta contradicción es insalvable. Por eso tal vez Leuco viró el timón después de una década de defender a los cortadores de rutas, puentes y calles.
Bien. El Matrimonio corre detrás de los acontecimientos, como todos sabemos. Y ahora aparece como una suerte de cruzado ante la inacción de los otros poderes. El judicial porque larga a la gente, el legislativo porque no legisla lo que debe legislar. Y la oposición porque es "neoliberal". Y así siguiendo. La culpa es de todos y cada uno de los demás. Nunca del Matrimonio.
Pero vos sos el jefe, Nestitor. Vos sos el que no hace, hace y deshace. Y la gente se da cuenta Nestitor. Ya te "libraron" como decíamos en el juego de las escondidas. No va más. Le jeux sont faits.
La mano dura progre es una pátina de horror inadmisible. Es el juego perverso de la realidad trastocada en aventura. Es la primacía de la obsolescencia ideológica sobre la criminalidad producto de la inacción.
Lo que antes era un pensamiento fascista y nazi, ahora resulta que es inacción judicial y legislativa. Lo que antes era bazofia, ahora es virtud. Impresionante.
Es que en el fondo lo que el Matrimonio hace es utilizar políticamente consignas que son fácilmente compradas por los grupos de idiotas útiles que se encargan de repetir a pies juntillas todo cuanto sale de las usinas ideológicas de personajes francamente lamentables que no hemos de nombrar ahora pero que todo el mundo conoce.
Héctor Trillo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario