jueves, 2 de abril de 2009

LEOPOLDO MOREAU : ESCLARECIDO


La despedida en La Recoleta a Raúl Alfonsín permitió volver a escuchar discursos de algunos de los hombres más cercanos al ex presidente. Las palabras del mítico Enrique “Coti” Nosiglia se esperaban con expectación, pero defraudó leyendo en tono monocorde un largo discurso. Con las manos en el bolsillo Leopoldo Moreau improvisó un vibrante mensaje en el que cargó contra “los que hacen política desde la antipolítica.
Antonio Cafiero fue tal vez el orador más entretenido y simpático de la despedida a Raúl Alfonsín que se realizó en la Recoleta, un acto bien político que hizo recordar a las mejores épocas de la primavera democrática. Pero claro, Cafiero es peronista, así que lo suyo corre por cuerda separada a la enorme presencia de radicales de todos los sectores que hoy despidieron a su último gran líder.

Así, la lista de oradores del radicalismo incluyó a Daniel Salvador de la UCR bonaerense, luego Enrique “Coti” Nosiglia, el ex senador Mario Losada y Leopoldo Moreau.



Nosiglia conocido como “El Mudo” demostró una vez más que la oratoria no es lo suyo. Hombre respetado, temido y querido sus correligionarios, tal vez el radical más peronista, después del propio Alfonsín, dueño de un sobrenatural don de mando, Nosiglia aburrió leyendo con tono monocorde un extenso discurso.

Barroco el texto, abundó en frases que remitían a los viejos discursos radicales, repaso el gobierno de Alfonsín, que sostuvo: "Fue el balance de lo posible en el magno proyecto de la esperanza; todas las ideas y hechos de su gobierno tienen un rango de originalidad que se irán comprendiendo cada vez más con el análisis de las próximas generaciones.

Nosiglia, quien llegó a desempeñarse como ministro del Interior de Alfonsín y que con una lealtad que ya no se ve se mantuvo fiel al ex presidente hasta sus últimos días, agregó que "si hay una palabra que define el mensaje histórico de Alfonsín, esa palabra era 'juntos'" y enfatizó que el líder "nunca perdió la intención de acordar, de persuadir: o lo hacíamos juntos, o no sería posible".

Leopoldo, la estrella

En contraposición, Leopoldo Moreau demostró una vez más que la oratoria es lo suyo. Resistido, dentro y fuera del radicalismo, improvisó un brillante discurso con las manos en los bolsillos. Preciso, pero vibrante, enhebró con sus palabras lo que tal vez haya sido el mejor homenaje a Alfonsín: Una cerrada defensa del sistema de partidos.

“Alfonsín creía profundamente en el sistema de partidos y estaba enojado con la democracia de candidatos, y por eso seguía su lucha, tratando de contribuir a la reconstrucción del partido", resaltó Moreau.

Agregó criticó además a los que “en la actualidad hacen política desde la antipolítica”, y apesadumbrado reconoció que “han tendido algún éxito en la destrucción de los partidos”.

Señaló que los partidos son instituciones básicas del sistema democrático, y remarcó que todos los países que han alcanzado el progreso en democracia, gozan de un sistema de partidos fuertes.

Muy sólido, explicó que para Alfonsín la paz era la contratara de la democracia y por eso “fijó las bases del Mercosur para que se terminen las hipótesis de conflicto con Brasil; selló la paz con Chile y se opuso a la guerra de Malvinas”. Recordó además que el ex presidente “fue personalmente a Campo de Mayo (cuando los levantamientos carapintadas) para resolver pacíficamente el conflicto”.

“Luego volvió a la Plaza de Mayo y anunció que la casa estaba en orden, y efectivamente estaba en orden, hace 25 años que vivimos en paz”, agregó en una de los tramos más aplaudidos de su discurso.

lapoliticaonline

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