domingo, 31 de mayo de 2009
DELITOS EN EL SUR
“Delito ecológico” en el Atlántico Sur
Valeria Perasso - BBC Mundo, Buenos Aires
"Tres toneladas diarias de langostinos muertos caen a diario al Atlántico Sur, descartados por los barcos pesqueros que operan en la zona".
Así lo señala la denuncia presentada ante el Congreso argentino por un sindicato de trabajadores marítimos y por la opositora Coalición Cívica, que apunta contra compañías pesqueras por captura desmedida y contaminación medioambiental.
El reclamo fue originado por los tripulantes de un buque, quienes registraron en video cómo los crustáceos en estado de putrefacción eran regresados al mar, junto con basura inorgánica y otras especies atrapadas en la red por accidente.
Según señalan los denunciantes, los navíos que operan en las costas patagónicas de Argentina pescan más langostinos que los que tienen capacidad de procesar, y son los principales responsables de la depredación oceánica.
"Los buques se pasan del tiempo de arrastre permitido y terminan tirando lo que pescan. Estas tres toneladas diarias por buque representan unos US$27.000 por embarcación que se pierden", detalló a BBC Mundo Mariana Zuvic, representante de la Coalición Cívica.
Junto con la Agrupación de Obreros Marítimos Unidos (Agomu), esta fuerza política llevará el jueves el tema ante la legislatura de Santa Cruz, una de las principales zonas pesqueras del país, donde el gobierno local ya ha recibido por escrito varias quejas de los trabajadores del mar.
Aguas turbias
La denuncia formal por contaminación intenta desvelar una compleja trama política y económica, en la que se acusa al gobierno de hacer la vista gorda y obviar los controles que marca la ley, y a las compañías pesqueras de abaratar costos reduciendo al mínimo el personal necesario para operar un buque.
En la costa santacruceña, en el extremo sur de Argentina, son muchas las localidades que dependen de las excursiones de pesca comercial para su subsistencia.
Allí, los sindicatos decidieron alzar la voz tras la evidencia recogida a bordo del "Nddanddu", un buque propiedad de la Pesquera Veraz, de capitales argentinos.
"Los tripulantes reportaron, y está todo registrado en video, que un buque como éste tiene capacidad de congelar 1,5 toneladas de langostinos pero levanta alrededor de 4 regularmente", dijo a BBC Mundo el dirigente de Agomu, Ricardo Cardozo.
El tratamiento de estos crustáceos para su comercialización se hace en altamar y contra reloj.
Una vez atrapados en la red y recogidos a bordo, los langostinos se rocían con sulfito, un producto químico que demora su descomposición. Los marinos tienen luego un margen de tres horas para procesarlos.
Pero, según la experiencia de los denunciantes, con mangueras de congelamiento abarrotadas y poco personal a bordo, los crustáceos entran en descomposición sobre la cubierta antes de que puedan ser lavados y empacados.
De allí, vuelven al mar como basura orgánica contaminante.
¿Sin control?
"Lo curioso de todo esto es que, en este caso, había un observador a bordo, enviado por la Subsecretaría de Pesca, pero no hacía nada", reclamó Cardozo, reiterando una denuncia que consta por escrito por "mal desempeño" de la labor de funcionario público.
El gobierno central, en tanto, se desligó de la responsabilidad ante el caso del Nddanddu.
El subsecretario de Pesca, Norberto Yahuar, se apresuró a decir que la captura del langostino "se está dando en jurisdicciones provinciales exclusivamente y esos controles no dependen de nuestros inspectores, sino de los provinciales".
Por su parte, desde el gobierno de Santa Cruz -bajo cuya jurisdicción se habría registrado la irregularidad- aún no se han dado explicaciones. Según pudo saber la BBC, el buque en conflicto estaría anclado en puerto, pero aún no se conoce si podría ser multado o suspendido.
Sector en crisis
En la Pesquera Veraz, los directivos también prefirieron la cautela a la hora de las declaraciones.
De haberse producido, Contessi aseguró que se trataría de un "problema puntual".
En lo que coinciden las partes es que los reclamos y denuncias se dan en el marco de una industria en crisis: con la caída del precio del langostino en los mercados internacionales y el incremento de costos operativos, son varias las pesqueras que muestran balances en rojo.
Así, los empresarios reclaman que, a modo de ayuda, el gobierno suspenda los derechos de exportación -que hoy son del 10%-, sobre el total de US$400 millones que generan las ventas de crustáceos en el exterior.
Más desechos
Todavía no hemos visto el expediente, y no queremos opinar hasta no tomar contacto con el capitán para que nos dé las explicaciones del caso
Pero no se trataría sólo del desecho de langostinos muertos. Según los marinos, desde los buques también se arrojan toneladas de la llamada "fauna acompañante": rubios, merluzas, meros y pulpos que quedan en la red y que, como cotizan a precios muy inferiores al del crustáceo, serían descartados sin más.
"Ninguno de estos buques tiene la dísela, una especie de rejilla en la red que permite filtrar la fauna acompañante. El observador de pesca debería informar de las irregularidades, pero no hay registros de ningún tipo", señaló la dirigente Mariana Zuvic, quien detalló que, desde 2006, se cuentan 20 denuncias del sindicato marítimo por contaminación e inseguridad.
Entre ellas, una causa abierta ante un juzgado federal de la ciudad patagónica de Comodoro Rivadavia hace dos años y aún no resuelta, por un accidente en un buque de la pesquera Conarpesa, en el que los gruesos cables de remolque de las redes se soltaron y acabaron con la vida de un tripulante.
Ahora, los trabajadores marítimos exigen la modernización de la flota de 86 barcos que pescan langostinos en el mar patagónico.
Eso, argumentan, permitiría no sólo mejorar las condiciones laborales, sino también aumentar la capacidad de procesamiento y, como consecuencia, acabar con la práctica de desechar crustáceos muertos en las aguas.
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