sábado, 30 de mayo de 2009

FRENTE PARA VAPULEAR


¿Y AHORA QUIÉN PODRÁ SALVARNOS?


Esta es la pregunta que me hago. NI el Chapulín Colorado, ni Superman podrán salvar a la Argentina de la debacle que se avecina sobre nuestro país, porque si creen que ahora estamos mal, esperen al 29 de junio.
El FPV, (Frente Para Vapulear, las Instituciones) ganará seguramente las elecciones legislativas, es un secreto a voces que algunos todavía pretenden ocultar, queriendo hacernos creer que de ganar el Kirchnerismo por un 30 o 35 % al no tener la mayoría se favorecerá el debate y la calidad institucional del país. Confieso que en un primer momento creí en este análisis, pero como dijo algún filósofo dotado de cierto pragmatismo, esto no es una cuestión de mayorías o minorías sino de ¿Cuánto querés? o ¿Cuánto valés? y ahí se terminan las Instituciones, la República y El Debate Parlamentario. El problema radicaría en que quién manejase los destinos de la Nación no dispusiera de los fondos necesarios para preguntar ¿Cuánto querés? o ¿Cuánto valés?.
Dirán que soy un pesimista inconformable pero estudiemos algunos casos. En primer lugar, repentinamente las encuestas han sufrido un giro dando más chances al oficialismo, las mismas anuncian que quienes encarnan la oposición han llegado a su techo en cuanto a intención de votos, estos mensajes que se transmiten por todos los medios, aunque el oficialismo diga que la prensa están en su contra, confunden y hacen dudar a gran parte de la población que no tiene idea qué se vota y no participa de la vida cívica del país. La oposición también ayuda a la confusión, no se han realizado las elecciones y ya hay disputas internas entre sus principales integrantes.
¿Quién nos asegura que luego del 28 de junio no aparezca nuevamente el síndrome de la Borocotización?
El jefe tendrá más de cinco meses para charlar con los opositores que lo apoyaron durante cuatro años y que ahora le dieron la espalda, para convencerlos de las bondades del modelo de transformación nacional encarado por este movimiento de idealistas que lucha por el bien de los pobres, la democracia, la distribución de la riqueza, en contra de la inseguridad y sobre todo contra la injusticia.
Ironías aparte personalmente creo que de no ocurrir un milagro el 28 de junio la Argentina descenderá un peldaño más hacia las profundidades más oscuras y tenebrosas que pudo haber habitado jamás.
¿Qué votamos en estas elecciones legislativas?
¿Votamos algo en especial?
¿O votamos figuras del ambiente artístico, ex-tenistas, ex-boxeadoras que han tenidoo tienen éxito en sus actividades, lo que no quiere decir que tengan alguna idea de lo que es el Congreso, una Intendencia, la redacción de una ley y las necesidades de un país que está sumido en la Corrupción, la inseguridad y el crimen organizado como nunca antes en su historia?
Argentina es una especie de paraíso para el tráfico de drogas y ha logrado convertirse en un país fabricante de paco, droga que destruye las mentes de una juventud sin oportunidades, futuro ni dignidad.
Nos han llevado a votar lo que un pequeño grupo con sus bolsillos llenos de dinero quiere, eligiendo a dedo a quienes se les antoje y listo. Ni siquiera ya podemos elegir lo que nosotros quisiéramos, las internas de los partidos no existen y han sido reemplazada por la dedocracia.
La justicia selectiva ha sido otra advertencia más de lo que seguramente sucederá a partir del 29 de junio con los opositores, la ley se aplicará a quién disponga el jefe quién indicará al supuesto magistrado, contra éste sí, contra el otro no.
Creo que nadie ignora la tragedia que significa tener un país donde la justicia actúa de esta forma. La justicia es el último refugio que tiene un ciudadano cuando sus derechos han sido vulnerados pero si esta es aplicada a los enemigos y a favor de los amigos, la situación se torna insoportable. No son casuales los injustificables ataques a funcionarios oficialistas pero del mismo modo hay que tener en cuenta que un país donde la ciudadanía ha sido testigo durante un sexenio que quien corta las calles, incendia comisarías, destruye edificios públicos, corta la entrada de las empresas, los accesos a las ciudades es tenido en cuenta y hasta favorecido con cargos públicos, prebendas y vaya a saber cuántos placebos más. Mientras el pueblo pacífico que busca respuesta en la justicia es ignorado, discriminado y hasta tildado de golpista y conspirador. Ante esta transformación de lo que de chicos estudiamos en las escuelas con el nombre de democracia en cualquier cosa no sorprende que algunos tomen equivocadamente la justicia en sus manos y pretendan, ante la inoperancia de los encargados de ejercerla, resolver la situación por medios violentos.
¡Hace años que en la Argentina todo lo que tenga que ver con la Constitución Nacional, Códigos, Leyes, Normas, Reglamentos es ignorado, violentado y subvertido hasta límites inimaginables lo que acompañado por una justicia impasible ha provocado estos focos de violencia que ya no provienen de grupos apoyados por el oficialismo sino por ciudadanos que presas del hastío han decidido equivocadamente subrogarse en el lugar que debiera ocupar la justicia.
Hace muchas décadas que Argentina vive una decadencia en crecimiento constante y atroz, hablando off de récord muchos periodistas y políticos dicen que a esta Argentina no la salva nadie y que quiénes están al frente de su dirección no tienen capacidad, moralidad ni honestidad. Nadie se anima a decir esto al aire de un programa o transmitirlo a los responsables que están dirigiendo el país. Cuándo los entrevistan hacen preguntas tan infantiles que uno sospecha y se toma la cabeza al escucharlas.
¿Y ahora quién podrá salvarnos?
El Chapulín Colorado no, Superman tampoco pero el Modelo K menos que menos.

Alejandro Olmedo Zumarán.

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