domingo, 31 de mayo de 2009

LOS TRES PERONISMOS



-Los tres peronismos afianzan la democracia
Por Humberto Bonanata
www.notiar.com.ar


Sin quererlo, por el solo hecho de obtener una victoria pírrica frente al candidato del pro-peronismo Francisco De Narváez, Néstor Kirchner al inventar la tercera lista de su interna abierta, bajo la aquiescencia de su padrino Eduardo Duhalde, que encabezará Luis Patti en la provincia de Buenos Aires desde la prisión de Marcos Paz bajo el lema “Con vos Bs.As.” divide a la sociedad, como tantas veces lo hemos estado en dos grandes franjas electorales: el autoritarismo o la República.



Difícil comprender el germen de este engendro que tomó cuerpo a pocos días de lograr el oficialismo adelantar las elecciones para dentro de cuatro semanas.
A principios de abril lanzaron la página web con alegorías a Perón y Seineldín y comenzaron un constante desgaste hacia el entonces probable triunfador en Buenos Aires, causa de la efedrina incluida. El jueves pasado lanzaron oficialmente las fórmulas electorales que sólo auguran una cómoda victoria de Kirchner sobre su entonces cercano competidor.

Dentro de cualquier conformación política republicana resultaría difícil explicar cómo un hombre que en 2005 logró 450.000 votos bonaerenses debió padecer la injusticia de no poder jurar como diputado nacional cabalmente electo, tras el recordado discurso destituyente de la voluntad popular en boca del hombre antikirchnerista Miguel Bonasso. Hace cuatro años eran “el poder y la gloria” y arrasaban con criterios fascistas los debates parlamentarios opositores.

En ese contexto se destacó el discurso del Vicepresidente 1ro. del bloque la de U.C.R. Pedro Azcoiti, hermano de una exiliada en Suecia bajo el proceso, quien defendió por encima de sus vivencias familiares la necesidad de respetar irrestrictamente la calidad institucional. Todo su bloque lo acompañó en la votación que propiciaba se le permita a Luis Abelardo Patti prestar legítimo juramento. Los votos del oficialismo y viejos aliados aplastaron –como tantas veces- el estado de derecho en miras del revanchismo setentista que aún perdura.

¿Cómo interpretarán los constitucionalistas de países desarrollados cívicamente el “surrealismo mágico” del juez Manuel Blanco al permitir la candidatura de un hombre privado de su libertad cuando al ser electo en 2005, sin impugnación previa, no se le permitió jurar su título?

¿Patti podrá asumir la banca que logrará el 28 de junio? ¿Será nuevamente impugnado por la cámara de diputados, liberado y exculpado antes, o jurará desde la prisión?

Sinceramente, como argentino y abogado, me avergüenza escribir estas líneas sencillamente fellinescas.

Pero la Argentina de hoy ha madurado. Los ha conocido en sus mentiras, divagues y falacias.

Paradójicamente hoy la lista que encabeza Patti sirve de felpudo electoral a la victoria bonaerense del kirchnerismo. Y afianza los valores republicanos porque los muestra tal cual son; sin ideas sólo con intereses…

Desde la derecha liberal alberdiana, pasando por el Acuerdo Cívico y Social como fuerza social-demócrata, hasta la izquierda democrática que –aunque siempre dividida en partículas se presenta cada dos años a elecciones – viven este desmembramiento del movimiento político creado por Perón desde el golpe del G.O.U. el 4 de junio de 1943 como un antes y después en la relación de fuerzas parlamentarias.

No importa la jugada de fuyero de Kirchner: “lo peor no son los gringos que nos quieran comprar sino los cipayos que se vendan” decía Hipólito Yrigoyen.

Importa sobremanera la composición de ambas cámaras parlamentarias desde la madrugada del 29 de junio, ya que el largo trayecto hasta el 10 de diciembre obligará al oficialismo a dialogar civilizadamente –el peor de sus castigos- con la nueva estructura de poder que nacerá de la voluntad popular.

No podrán emular a su guía espiritual Hugo Chávez porque nuestra voluntad cívica no se los permitirá.

No podrán seguir malversando bienes públicos y expropiando bienes y ahorros privados porque la Argentina no será la misma.

Será el comienzo del post-kirchnerismo como bien escribió en su nuevo libro Mariano Grondona.

La responsabilidad y la gobernabilidad ya no dependerá sólo del régimen que lo ha hecho durante estos últimos 72 meses.

Allí la oposición deberá manifestar si ha crecido en sus convicciones y compromiso cívico, con propuestas superadoras al kirchnerato, o si sólo sabe criticar lo indefendible.

Confiamos en que el Congreso Nacional retome su investidura institucional que nunca debió perder, ni dejarse despojar.

Detrás y cerca de ellos, está la gente. Estamos todos quienes queremos afianzar la libertad y la democracia como forma de vida y enterrar para la cámara séptica de nuestra historia esta pesadilla de seis largos años de los que todos somos responsables.

Humberto Bonanata

Buenos Aires, Mayo 31 de 2009

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