SEIS AÑOS DE K

Nueva Mayoría - 29-May-09 - Análisis

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Seis años de K y una elección conflictiva

por Rosendo Fraga


El 25 de mayo el kirchnerismo cumplió seis años en el ejercicio del poder. Lo hizo los primeros cuatros años y medio con la Presidencia de Néstor Kirchner y el último año y medio con la de su esposa. Pero se trata de un mismo proceso político y en el cual el mando ha estado a cargo del primero. El conflicto con el campo, la crisis global y el desgaste político se han combinado para que el Gobierno pierda en el último año más de la mitad de la aprobación que tenía al iniciarse la gestión de Cristina. El ex presidente terminó su período con tres éxitos: la reconstrucción del poder presidencial, el crecimiento económico y el apoyo de la opinión pública. Los tres se han perdido en la gestión de su esposa. El consenso está por debajo del 30% -sólo el presidente de Honduras tiene menor aprobación que Cristina de todos los presidentes de América Latina-, la recesión ha terminado con el crecimiento y el híper presidencialismo ha llevado a la opinión pública a girar ahora hacia la moderación política. Es así como el kirchnerismo ha iniciado su declinación política. Ha perdido la guerra -no hay Kirchner 2011-, como lo pondrá en evidencia en la elección del 28 de junio el retroceso electoral que tendrá en el interior del país, en ambas cámaras del Congreso de la Nación y en los puntos y legisladores que perderá en la provincia de Buenos Aires. Pero todavía puede ganar batallas, como obtener un voto más en la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo concentra todos sus esfuerzos.

La lucha de Kirchner con Narváez por obtener un voto más en esta provincia ha llevado al oficialismo a utilizar la justicia electoral como instrumento principal. La candidatura de Patti desde la cárcel -hasta ahora avalada por la justicia- saca votos a la lista del candidato del PJ disidente, ya que quienes votan por el ex subcomisario no iban a votar ni por Kirchner ni por Stolbizer. La presentación de una lista encabezada por un tal Fernando de Narváez, por parte de un partido desconocido, puede quitar a la lista del peronismo disidente otros dos puntos. La falsificación y sustitución de boletas pueden restar otros dos. Es decir que con estos tres mecanismos, el PJ disidente puede perder seis puntos, lo que define la elección. A ello se suma la impugnación de las cinco candidatas mujeres en la lista de la alianza PJ disidente-PRO, lo que puede tener algún costo electoral. Este sector ha logrado que algunos intendentes del PJ coloquen candidatos en sus listas de concejales, lo que puede hacer que repartan votos entre los dos peronismo. También ha trabajado en que algunos intendentes, cortando boleta, concentren los votos para concejales, pero los dividan para diputados nacionales. Tanto el fallo de primera instancia que convalidó las llamadas candidaturas testimoniales, como el que cuestiona las candidatas del PJ disidente-PRO, fueron del mismo Juez (Blanco), quien públicamente reconoció que el último puede haber favorecido a los radicales.

Mientras Narváez denuncia una persecución, la UCR y sus aliados han llevado la apelación contra las candidaturas testimoniales a la Cámara Nacional Electoral. El juzgado federal de La Plata, a cargo del juez Blanco, por lo general ha fallado a favor del oficialismo, pero la Cámara es considerada más independiente. En el oficialismo existe algún temor a un fallo que no convalide algún aspecto del de primera instancia. Para ello se ha comenzado a trabajar sobre la Suprema Corte, de manera que ésta no actúe en contra de los intereses del oficialismo. La división de la oposición y la competencia entre las listas de Narváez y Stolbizer en la provincia de Buenos Aires, más el manejo de la justicia electoral, es lo que permite a Kirchner mantener abierta la posibilidad de ganar por votos en la provincia de Buenos Aires, aunque perdiendo bancas a nivel nacional y provincial. Pese a la división, en la oposición se ha comenzado a trabajar en una agenda parlamentaria común para después del 28 de junio, con la idea de potenciarla como alternativa política en un escenario en el cual el Gobierno quedará más debilitado, aunque gane en Buenos Aires por votos. Por su parte, el Vicepresidente Cobos ratificó públicamente su intención de ser candidato a Presidente en 2011, mientras que el gobernador de Santa Fe (Binner) planteó desde el Socialismo reparos hacia Elisa Carrió, pese a integrar la misma coalición opositora. Desde el PJ, tanto Reutemann como Schiaretti ratificaron su distancia respecto al oficialismo nacional.

La estatización de tres empresas del grupo Techint en Venezuela ha generado una fuerte crítica en el empresariado y se debate sobre la entidad política de la relación del kirchnerismo con Chávez. Durante el gobierno de Cristina Kirchner, Venezuela ha sido el país del mundo con el cual se han firmado más tratados bilaterales (61). Dicha cifra es el 27% del total firmado con todos los países del mundo. El segundo país es Brasil con 23, sigue Ecuador con 16 y el cuarto es Cuba con 11. La prioridad de la relación bilateral con Caracas se ha mantenido pese a que Venezuela ha dejado de comprar bonos argentinos y que la baja en el precio del petróleo ha disminuido la dependencia en este campo. La expropiación de las empresas tiene lugar sólo días antes que desde Quito, Chávez, Correa y Morales en conjunto anunciaron que avanzan hacia el socialismo y señalan a los medios de comunicación como el mayor obstáculo para el cambio. A ello se suma que el ataque contra el acto por el aniversario del Estado de Israel mostró que organizaciones piqueteras -que administran planes sociales otorgados por el Gobierno-, realizaron la agresión y que paralelamente tienen públicos vínculos con el chavismo. La reacción empresaria pareciera querer frenar medidas en la Argentina en la orientación de Chávez después de las elecciones del 28 de junio.