NUESTROS HIJOS....

QUE NUESTROS HIJOS LLEGUEN A TIEMPO

Lamentablemente, los argentinos estamos padeciendo de una progresiva intolerancia y desprecio por la ley.

La Presidenta por ejemplo en una clara violación de las normas, es socia de un emprendimiento inmobiliario y hotelero en el Calafate, asimismo su patrimonio ha crecido considerablemente ya que ha adquirido con su esposo terrenos fiscales en su Provincia a bajísimo valor y luego los ha enajenado.

Hoy leemos por ejemplo que el titular del CONFER, Gabriel Mariotto, la cara más visible del Gobierno en su batalla por reformar la ley de Medios, admitió en una entrevista periodística haber sido titular de una FM trucha. La radio fue vendida en 2005, cuando Mariotto ya se desempeñaba como subsecretario de Medios de la Nación, por debajo de Enrique Albistur.

En el marco de estos debates en la Cámara Alta, Hebe de Bonafini sentencio que no hay tu tía: o se está con esta ley o se está con la dictadura sangrienta. El tema no son los habituales comentarios virulentos de la Señora Bonafini, sino que su iracundia e intolerancia es ideológicamente coherente con la del oficialismo en este tema y en otros.

La tolerancia exige básicamente respeto y un deseo profundo de entender a quien no piensa como nosotros.

Nuestros gobernantes parecen creer que el ejercicio del poder los habilita para embestir contra el adversario político como si fuera un enemigo al que hay que desarticular o eliminar de cualquier manera.

Un día como hoy en 1949, la Cámara de Diputados de la Nación, por órdenes del Presidente Perón, expulsaba al Diputado Ricardo Balbín .Deseo recordar de ese discurso de desafuero un concepto aleccionador

Todos los triunfadores, señor presidente, tienen la creencia de su perpetuidad; todos los triunfadores creen que vivirán su vida entera en el triunfo. Cuando una minoría les dice que están equivocados y que algún día los vencerán, se ríen, como se ríen todos ustedes ahora. ¡Así se reía otro oficialismo de mi provincia que nos goberno durante 13 años con el fraude cuando pensaba que aquello era para toda la vida! Ahora, en esta época y en este tiempo, con idéntico optimismo, ustedes ven la posibilidad de sobrevivir: Pero nosotros, que tenemos la vieja experiencia de nuestros sacrificios, sabemos que esto termina, y como no trabajamos para nosotros, sabemos que nuestros hijos llegarán a tiempo.

Dr. Gustavo Aramburu