lunes, 2 de noviembre de 2009

EL PESIMISMO NOS ESTÁ MATANDO



El pesimismo sigue agobiando a los argentinos

Lejos del optimismo que representó el crecimiento económico vivido en el lustro 2003-2007, los argentinos se debaten ahora en un pesimismo agobiante. Por qué la sociedad se muestra angustiada por la situación económica imperante, y los números que reflejan esta desconfianza generalizada

A nivel mundial en los últimos días se han conocido distinta clase de datos que muestran una recuperación de las principales potencias económicas de sus índices alicaídos luego de la crisis financiera internacional, que acabó con la expansión que venía viviendo la mayor parte del planeta en los últimos diez años.



La Argentina por su parte, se debate entre qué clase de acuerdo llegar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y si luego de este nuevo pacto con el organismo financiero internacional, nuestro país puede recuperar parte de los mercados perdidos en los últimos años y volver de esa manera al mercado de crédito internacional.



Mientras todo esto sucede, en la Argentina los ciudadanos ven con sumo pesimismo una situación que día a día se acrecienta, como lo son la suba sistemática de los precios de los alimentos de la canasta básica (más allá de la negativa gubernamental a reconocerlo), un sistema de crédito destinado a unos pocos, la pobreza y la desocupación que aumentan diariamente, etc, que ha hecho que la situación se convierta en un combo difícil de resolver.



Crecimiento de la desconfian za



La aguda crisis económica que sufre la Argentina ha llevado a que la sociedad sea muy pesimista y tengan enorme desconfianza sobre lo que sucederá en los próximos meses en materia económica. La gran razón en esta susceptibilidad radica en la poca confianza que se tiene en los gobernantes y en la falta de capacidad que muestra una oposición toda desunida que no sabe qué hacer o proponer frente a los problemas que se suscitan diariamente en materia económica, ya que los programas que tienen a la vista, no varían demasiado de lo que vienen proponiendo el kirchnerismo desde hace seis años.



Un desempleo cada vez más creciente; números de la pobreza medidos por el Indec que no conforman a ningún sector de la población; una relación cada día más desigual con el Brasil que nos lleva a perder cada vez más terreno en la región; la actividad industrial decreciente en los últimos meses; una inflación oficial que niega la realidad que vive la gente en los supermercados; entre otros motivos, son algunos de los motivos que llevan a que la población no tenga confianza en las acciones iniciadas desde el gobierno nacional para mejorar la economía argentina.



< font size="3">Un estudio efectuado por la Universidad Católica Argentina, a través de su Escuela de Economía y con el apoyo de TNS Gallup Argentina, miden el Índice General de Expectativas Económicas (IGEE), que aseguró que en el pasado mes de septiembre las perspectivas económicas de los ciudadanos de nuestro país cayó un 19,8% con respecto a mismo mes del año 2008, y significó un retroceso de un 0,3% con respecto al mes de agosto.



El trabajo realizado por esta prestigiosa unidad académica también les consultó a los argentinos cómo se encuentra en estos momentos su situación hogareña particular, donde se mostró que el 66 % de las personas consultadas llega a fin de mes con muchísimas zozobras y teniendo que hacer un cúmulo de esfuerzos extraordinarios para vivir dignamente. Además, el 8% aseveró que por estos días está usando sus ahorros para bancar los gastos diarios de casa, mientras que un 11% destacó que se está endeudando. Solo el 10% de las personas entrevistadas respondió que está ahorrando.



La encuesta que realiza en forma periódica tanto la UCA como TNS Gallup Argentina, reveló que los habitantes con menor poder adquisitivo, el 70%; los mayores de 65 años, otro 70%, y los habitantes del interior del país, un 68%, son quienes manifiestan tener más dificultades para llegar a fin de mes. Además, el 62% de los argentinos consideró que la situación económica actual del país “es mala o muy mala”, mientras que el 30% opinó que “no es buena ni mala” y un 7% que es “muy buena o bastante buena”.



Si a estos números le sumamos los que asiduamente efectúa otra unidad académica, como lo es la Universidad Di Tella, que a través del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) mide las las percepciones de los individuos sobre el estado de la economía, la situación económica personal y las expectativas a mediano plazo, se destaca que en el mes de octubre este índice cayó a nivel nacional cae 2,5% con r especto a agosto.



La Universidad Di Tella además desde el año 2006 lleva adelante la tarea de elaborar la Encuesta de Expectativas de Inflación (EI), que tiene como objetivo principal recabar la opinión del público respecto de la trayectoria del nivel general de precios durante los próximos doce meses. En el mes de octubre, la EI a nivel nacional muestra que, tomando la mediana de la distribución de respuestas, la inflación esperada para los próximos doce meses se mantiene en 20% (31.5% en el promedio).



Hace unas semanas atrás manifestábamos desde esta Agencia como a través de un trabajo efectuado por la Consultora Ibarómetro , se mostraba como el 47,1% de los argentinos cree que el país en el 2010 será mucho peor que ahora en líneas generales, contra el 38,6% de personas que están seguros que a pesar de todo el país mejorará, sobre todo debido a las consecuencias del repunte internacional que se viene viviendo en las últimas semanas, que invita a pensar que el mundo saldrá del atolladero económico en el que se encuentra varado desde hace meses.



Todos estos números no hacen más que dejar en claro el pesimismo reinante hoy en día en la Arge ntina , ya que la sociedad no cree que las acciones iniciadas desde el gobierno nacional tengan un impacto positivo para sus bolsillos, lo que lleva a que la mayoría de la población tenga un pronóstico por demás negativo para el futuro próximo nacional.



La economía argentina ya ha dejado de crecer al ritmo vertiginoso de los últimos cinco años y empieza a entrar en un amesetamiento y retroceso que preocupa a las autoridades económicas nacionales. El conflicto con el sector rural trajo aparejado un fuerte debilitamiento de las economías regionales, con pérdidas de fuentes de trabajo y una caída en el consumo, que todavía no ha podido volver a la normalidad.



Situación preocupante que no es nueva, sino que viene de arrastre y que puede complicarse en un futuro cercano si no se toman medidas urgentes por parte de las autoridades económicas responsables del bienestar de más de 40.000.000 de argentinos que esperan vivir en un país próspero y floreciente como el que supo ser hace unas décadas atrás
Para más información, entrar a www.agenciacna.com

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