miércoles, 6 de enero de 2010

VEJADOS


-Vejados
Por Omar López Mato
www.notiar.com.ar



El señor diputado que dirige los destinos de nuestra nación, ha afirmado ante las cámaras, que sus declaraciones juradas de impuestos han sido perfectas.



Que de ninguna forma ni él ni su conyugue, la señora presidenta, se han enriquecido ilegalmente, y que todo este proceso legal ha sido vejatorio, planeado por la confabulación mediática que ha hostigado a su gobierno y a su persona.

Todo esto puede verse en la nota que publicó Perfil. com, el 29 de diciembre (http://www.perfil.com/contenidos/2009/12/29/noticia_0040.html) donde se reproduce la grabación emitida por el canal oficial y oficioso de noticias conocido como C5N. Ante la mirada impasible del Sr. Eduardo Feinmann, que casi sin parpadear observaba, entre obsecuente y temeroso, la mise en scenne del señor Diputado.

A quien en ningún momento le tiembla la voz, ni se muestra nervioso. Se lo ve convencido de ser objeto de una persecución por parte de monstruos inadaptados, que no comprenden los alcances de su gesta y el empeño patriótico que empuja cada uno de sus actos.

Si un habitante de otra parte del planeta, desconocedor de la historia argentina, o quizás un extraterrestre, contemplase esta entrevista, de seguro pensaría que este pobre hombre y su tierna esposa han sido víctimas de una maniobra aviesa por parte de seres inescrupulosos que pretenden su ruina, y a su vez la de la Nación que conduce desinteresadamente hacia su destino de grandeza.

Se necesita mucho entrenamiento para actuar de esta forma, ni un avezado actor después de fatigar escenarios por años podría trasmitir ese aplomo, esa convicción, esa ductilidad con la que desliza falacias, mentiras, embustes y engaños…

Si señores, nos hemos perdido a un gran artista, al igual que Roma perdió a Nerón. Alfredo Alcón tiembla, ha encontrado un sucedáneo a su altura. Para ser capaz de transmitir tamaña trapacería en forma tan lucida, podemos barajar tres hipótesis:

1.- Efectivamente el Sr. Diputado es un artista consumado y las tablas se han perdido un portentoso actor.

2.- El Sr. Diputado piensa que sus interlocutores, id est, los demás habitantes de la Argentina, somos unos mentecatos que nos tragamos sapos y cualquier verdura.

3.- El Sr. Diputado está convencido de lo que dice.

En el primer caso nos cabe preguntarnos en qué papeles podría destacarse el Sr. Diputado, ¿acaso en el del giboso asistente del Dr. Frankenstein? Puede ser que el Dr. Duhalde haya pensado esa posibilidad cuando lo eligió como ladero presidencial, pero pronto se dio cuenta que sus dotes eran para interpretar al monstruo reconstruido con cerebro criminal.

En breve lo veremos en el papel sublime creado por el cisne de Avon, el alicaído Ricardo III, exclamando con indisimulado terror, ¡Mi reino por un caballo! La versión autóctona seguramente reemplazará al equino por un helicóptero o un jet de Jaime, solo para darle visos de modernidad.

Lamentablemente no creo que esta sea la causa de su capacidad histriónica, por lo que lamentablemente nos quedan las opciones 2 y 3.

Dada nuestra inercia política, nuestra abulia cívica y la falta de interés de una enorme porción de la población, debemos pensar que el Sr. Diputado no se encuentra muy equivocado en cuanto a nuestra condición de mentecatos come-verduras, sobre todo si consideramos que venimos tragándonos al tren balín, las coimas en Skanska, la valija del venezolano y demás lindezas con las que nos desayunamos todos los días del último lustro.

Razón no le falta para pensar de esta forma, porque en el ínterin pudo endosarnos a su esposa como presidenta, vencedora por un amplio margen sobre sus oponentes.

No solo eso, sino que cuando después de años de corruptela, el Sr. Diputado se consagra como tal, valiéndose de estratagemas cuasi mafiosas, con 30 % de los votos, tiene licencia para pensar que un pueblo que vota así, es capaz de tragarse una mentirilla piadosa, como la que deslizó en público.

En cuanto a la tercera posibilidad, creo que es la más viable; desde el punto de vista psicopatológico, el Sr. Diputado está convencido que dice la verdad, que aumentar el patrimonio familiar 21 veces en 6 años no implica enriquecimiento ilícito y que esa es una excusa más de todos aquellos que no lo dejan en paz para conducir el país a su destino sudamericano (aunque bien no sepa que quiere decir con esto, pero para la gilada suena de maravillas).

No, de ninguna manera el Sr. Diputado nos quiere embaucar, como todos los tiranuelos bananeros, está convencido de que todo lo que hace es para el engrandecimiento de la nación y esta multiplicación milagrosa de su patrimonio solo es la merecida compensación a sus esfuerzos y desvelos por haber conducido a la nación al caos más terrible de los últimos 50 años, solo comparable con el merengue apocalíptico de Isabelita y el Brujo, circunstancia que nos dejó heridas que aún hoy no cicatrizan. Este gobierno K es seguro, nos dejará un boquete irremediable.

Que el Sr. Diputado y su esposa presidenta se hayan sentido vejados poco nos preocupa, ya que los vejados hemos sido nosotros, todos los argentinos, por el accionar de la justicia que ha demostrado una despreciable obsecuencia cortesana, ¿a cambio de qué? Ni me quiero enterar.

Estos funcionarios han destruido la poca confianza que podíamos tener en la justicia, de seguro tratarán de distraernos con fuegos de artificio, a algún secundón le harán chas-chás en la colita, a alguno le quitarán el chupetín y lo mandarán a dormir sin el postre.

Si, la justicia es implacable, dirán con gesto admonitorio, agitando el dedito como maestros de tercer grado.

Pero nada, absolutamente nada, podrá borrar el desencanto de los argentinos que hemos sido vejados por este incordio legal, esta trapisonda jurídica que enlutece a una Nación.

Nos han vejado una vez más y con esta van… hemos perdido la cuenta porque la naturaleza humana se acostumbra a las condiciones más terribles, pero a un costo monstruoso, el de la propia dignidad.

omarlopezmato@gmail.com

Gentileza de www.olmoediciones.com para NOTIAR

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