domingo, 18 de septiembre de 2011

PAREN, ME QUIERO BAJAR



Por Malú Kikuchi (18/9/11)

Memoria: facultad que permite retener y recordar lo pasado. Cada uno tiene sus propias memorias de hechos que nos fueron comunes, porque los vimos desde ángulos diferentes. La suma de todas las memorias, hacen la historia. Desde el gobierno, la memoria es decididamente parcial sobre casi todo. Por lo menos en mi caso.
Tengo miedo que de tanto oír las mismas memorias, que no son las mías, empiece a dudar de lo que realmente sucedió. Y no me refiero a los hechos de los 70, esos los tengo muy claros, me asusta el olvido de los hechos recientes, ya que existe la posibilidad, con el paso de los años, de olvidar lo inmediato.
Asumo que estoy corriendo el riesgo de que me diga, “vieja, vaya a ocuparse de sus nietos”; no se preocupe, me ocupo. El problema es que me preocupa y me ocupa lo que pasó y pasa en mi país. ¿Hemos perdido la memoria, o ya nada nos importa, y lo inmoral nos parece normal?
Dejo de lado la total falta de respeto por la Constitución Nacional, el federalismo y la división de poderes. Dejaron de existir. A partir de este escándalo mayúsculo, recordemos escándalos muy mediáticos conocidos por todos. Desde los desaparecidos dineros de Santa Cruz, hasta los 60kgs de cocaína en el aeropuerto de Barajas, España (Southern Wings) y SKANSKA, el INDEC, la inseguridad.
Más memoria: los subsidios al transporte, Jaime, cuyo juicio se pospone una y otra vez mientras él viaja a cualquier lugar del mundo; la embajada paralela en Venezuela, la valija de Antonini Wilson, los medicamentos truchos, la compra y venta de terrenos en El Calafate, con ganancias siderales, la compra de US$2 millones en un día por parte del ex presidente Kirchner; los inverosímiles aumentos patrimoniales de funcionarios nacionales, empezando por la actual presidente. ¿Recuerda?
Hay tanto más. De tanto que hay, se va olvidando. Como es cosa de todos los días, no importa. Un sobreprecio en la obra pública, ¿a quién le llama la atención? Al contrario, la falta de sobreprecio sería noticia. Pero entre toda esta inmundicia que sucede alrededor nuestro y que permitimos, mientras nos distraemos con la tilinguería del día, hay hechos muy recientes que también parecen haber sido olvidados.
¿Alguien sabe qué pasó con los departamentos de Zaffaroni, juez de la Corte, alquilados y usados como prostíbulos? ¿A alguien le importa? Si los departamentos, aunque fuera uno, estuviera a nombre de NN, el hombre ya estaría por lo menos procesado. Porque no todos somos iguales ante la ley, como dice el olvidado artículo 16 de la CN.
En 3 días, 3 accidentes ferroviarios; el 1° con 11 muertos y más de 200 heridos; el 2°, con peatón muerto en las vías al día siguiente; el 3°, otro choque con casi 90 heridos, entre un ómnibus, un camión y el premetro. Recién nos enteramos que los contratos con las concesionarias de los FFCC caducaron todos en el 2002. Los K están en el poder desde 2003. ¿Y?
Desde las elecciones primarias, que con fraude o sin él, la presidente ganó por amplísimo margen, la oposición, por lo general bastante despistada, entró en estado de hibernación. Yo sigo en estado de shock, pero no trabajo de política, ni ofrezco alternativas, sólo relato lo que veo y como lo veo. Sería bueno que reaccionaran, de ser posible antes del 23/10/11.
Y ya que estamos, ¿Usted cree que van a encontrar al, o a los captores/asesinos de Candela? ¿Usted cree que alguna vez vamos a conocer las razones reales del secuestro de la nena? ¿Usted cree que vamos a conocer alguna vez qué pasó de verdad con Jorge Julio López, con los asesinatos de Gral. Rodríguez, con la efedrina, con… y con…?

A pesar de todo lo anterior y de todo lo que no recuerdo, que es mucho, Usted sabe tan bien como yo quien va a ganar cómoda las próximas elecciones. Ya sé, me va a decir esa horrorosa frase que nos define, “y, es lo que hay”. ¿No es hora de empezar a cambiar lo que hay?
Y llegamos a lo que me tiene realmente azorada. ¡Schocklender! Lo he seguido como perro de presa en su tournée por los canales de TV. Lo he escuchado con atención. Es decididamente inteligente. Frío, cerebral, va largando las palabras con cuentagotas. Llega hasta donde quiere llegar.
No hay periodista que le haga perder el rumbo, dice lo que quiere decir y nada más. Pero todos los días agrega algo. Algo que no nos dice a nosotros, los televidentes de a pie; sus destinatarios son otros: sus socios de ayer que están compelidos a no soltarle la mano. Un mensaje claramente mafioso, “si me mandás en cana, yo hago lo mismo con vos, tengo documentos”.
Recordemos que el 24/3/11, hace muy poco tiempo, en el Mercado Central (un centro de compraventa de drogas), Sergio habló, casi en nombre del gobierno, rodeado y avalado por Moreno, Giorghi, Boudou y Mariotto. Aparentaba ser un miembro más del gobierno de Cristina.
Hoy, mientras se da el lujo de hablar en defensa de la república, de la división de poderes, de la alternancia en la política, que es sana para la democracia; mientras dice defender a las 6.000 familias que se quedaron sin trabajo y sin casa, mientras “deschava” corruptelas por parte de altos funcionarios públicos y de la fundación madres (no confundir con Madres Línea Fundadora), intento rehacer la biografía del personaje.
Me repito que fue acusado, juzgado y condenado por doble parricidio, que no hay delito más atroz que el que está agravado por el vínculo, ¡y qué vínculo! Me repito que su asociación con Mamá Hebe, -es necesario un simposio de siquiatras para explicarla-, y sus negocios/ados con “sueños compartidos”, lo tuvieron como protagonista, no único, ni excluyente, pero sí partícipe necesario e imprescindible. Me repito todo eso y más.
Pero el problema es que le creo. Quiero creerle. Quiero que todo lo que diga sea cierto y tenga como probarlo. Y ahí es donde me preocupa mi salud mental, el desierto en el que nos han dejado los opositores, y el tremendo disparate que es creerle a Sergio Schoklender. Pero le creo.
Y como le creo y creo que tiene pruebas de todo lo que dice y de lo que no dice, que debe ser más terrible que lo que cuenta, es que quiero que paren el país por un ratito, el tiempo suficiente para bajarme y poder dar unas vueltas por el espacio exterior. Argentina se me ha convertido en un lugar altamente insalubre. Haga memoria. ¿Usted a quien va a votar?

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