lunes, 26 de septiembre de 2011

EL HOMBRE MEDIOCRE



José Ingenieros en ““El hombre mediocre””, con su conocida lucidez nos dice:

“No sólo se adula a reyes y poderosos; también se adula al pueblo. Hay miserables afanes de popularidad, más denigrantes que el servilismo.


Para obtener el favor cuantitativo de las turbas, puede mentírseles bajas alabanzas disfrazadas de ideal; más cobardes porque se dirigen a plebes que no saben descubrir el embuste.

Halagar a los ignorantes y merecer su aplauso, hablándoles sin cesar de sus derechos, jamás de sus deberes, es el postrer renunciamiento a la propia dignidad.”




Nada ayuda mas al déspota que una masa conformista y acomodaticia.





«Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca.»
Apocalipsis 3:15

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