EL EJEMPLO DE ARTURO FRONDIZI
Por Carlos J. González Cabral (*)
Considerando que el día 28 de octubre del presente año el ex Presidente de la Nación, doctor Arturo Frondizi, fallecido el 18 de abril de 1995, hubiera cumplido 99 años de vida, me siento en la obligación, como argentino y por haberme desempeñado varios años como su secretario político, privado y entrañable amigo, en brindar a los lectores de “Crónica y Análisis” y otros medios, recuerdos de sus premonitorios pensamientos políticos expuestos desde el poder y desde el llano, los que hoy cobran impresionante actualidad.
Tercera Parte
El 23 de febrero de 1986, es decir nueve años antes de su muerte, el ex Presidente Arturo Frondizi hizo pública su declaración titulada “La unidad nacional debe concretarse ya mismo”. Hoy la podemos repetir textualmente en muchas de sus partes dada su singular actualidad. Por ejemplo : “La Argentina vive una peligrosa encrucijada de su historia. Se encuentra acorralada por su impotencia para insertarse en un mundo cambiante dominado por el desarrollo tecnológico. Los desencuentros entre sus diversos sectores y clases sociales le impiden concentrar toda la fortaleza nacional, indispensable si se quiere efectivamente participar en ese proceso del mundo”.
IGLESIA Y FUERZAS ARMADAS:
“En los últimos años, las Fuerzas Armadas al igual que la Iglesia Católica han sido blanco de graves embates. Esos embates desconocen la gravitación que las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica han tenido y tienen en la conformación y consolidación de nuestra Nación”. Enfatiza el ex Presidente: “Todos sabemos que en el seno de cualquier institución pueden actuar quienes con sus conductas agravien o empañen la trayectoria de las mismas, así como pueden haberlo quienes actúan en los partidos políticos y en otros organismos de nuestra comunidad”.
NO EQUIVOCARSE:
“Pero, tales inconductas no autorizan a condenar a las instituciones integralmente y comprometer su prestigio frente al resto de la sociedad. Ninguna de las naciones que hoy son potencias lo ha hecho. Por el contrario, pudieron llegar a serlo, porque preservaron los factores que fortalecían su unidad, definieron correctamente sus objetivos, y todos sus sectores, clases sociales e instituciones se encolumnaron para que el Estado Nacional los representara y estuviese dotado del poder necesario para afirmarse y realizarse, tanto en un mundo complejo como agresivo”.
TENER MUY PRESENTE:
No está demás insistir en que muchos candidatos y principalmente, el matrimonio presidencial, lean y se graben algunas palabras expresadas por Arturo Frondizi al asumir la Presidencia ante el Congreso de la Nación: “Recibimos y valoramos todo el pasado, con su grandeza y sus debilidades, pero ese pasado queda a nuestras espaldas. No nos volveremos a remover las culpas ni a deslindar las responsabilidades que allí, desde hoy, quedan para que las juzgue la historia”. Que el actual Presidente de la Nación y señora esposa y todos los funcionarios de los distintos poderes asimilen para bien de la Argentina la afirmación de Frondizi: “Hoy 1° de mayo de 1958, el gobierno de la Nación Argentina, en nombre del pueblo, baja el telón sobre cuanto ha ocurrido hasta este preciso instante. Cerramos una etapa para poder dar, entre todos, un gran paso adelante”.
¿ SOLO PROMESA ? :
En su primer discurso como jefe del Estado Nestor Kirchner destacó: “No debe la dirigencia política argentina agotar su programa en la obtención de un triunfo electoral. Sino que, por el contrario, de lo que se trata es de cambiar los paradigmas desde los que se analiza el éxito o el fracaso de una dirigencia y de un país”. (V. La Nación- 26/05/2003). Hermosa frase para cumplirla. Lástima que han pasado cinco años sin que el Presidente recuerde su promesa. Las horas se han ido en comprar dirigentes y hacer turismo político en lujosos aviones.
También prometió: “Estamos dispuestos a encarar junto a la sociedad todas las reformas necesarias y para ello también utilizaremos los instrumentos que la Constitución y las leyes contemplan para construir y expresar la voluntad popular”. Lástima que esa voluntad popular se tradujo en un récord de decretos de “Necesidad y Urgencia” y el manejo discrecional de la publicidad oficial, la que en el primer semestre del corriente año superó los 164,7 millones de pesos.
Podemos revivir lo afirmado por Arturo Frondizi el 8 de agosto de 1988: “Una democracia que se ha conquistado en las urnas y que después condena al país a la desintegración cultural, el fracaso económico y social y a una política internacional que no representa los intereses de sus habitantes, es una democracia que no me interesa. No tengo ningún temor que me acusen de lo que me quieran acusar”.
HOY :
Leamos una parte del editorial del diario La Nación del 13 de setiembre de 2007 titulado “El sainete electoral”, cuando expresa: “El cierre de listas para las elecciones de octubre próximo disparó un nuevo sainete protagonizado por dirigentes de variadas tendencias que, por momentos, parecen llevar la política nacional hacia el límite del ridículo. Las desmedidas apetencias de poder, las mudanzas de un sector a otro del arco político y la escasa preocupación por garantizar la democracia interna en los partidos hacen que nos preguntemos cómo reconstruir nuestras instituciones cuando la actividad política se mueve entre el grotesco y el absurdo”.
El editorial mencionado anteriormente podría finalizarse con lo manifestado en el mismo diario La Nación por Frondizi el 30 de abril de 1988, (se han cumplido 19 años), lo que demuestra que el país sigue prisionero del pasado: “ Quiera Dios que hoy también sepamos encontrar el camino idóneo que nos permita interpretar la actual situación y, en medio de esta caída hacia la desintegración nacional, logremos hacer florecer la fuerza que cimente la conciliación, la unidad y la paz, que nos faculten para superar las vicisitudes y hallar el camino de la grandeza argentina”.
Las premonitorias declaraciones de Arturo Frondizi (V. El Informador Público del 9/10/1992) obligan a repetir sus términos: “Hay que seguir teniendo esperanzas en el país y en la capacidad de reacción de su pueblo. Se acerca la hora de que se produzca un cambio revolucionario en la conciencia cívica de la Nación, dado que nuestra identidad y nuestro Ser Nacional sufren la agresión desde el exterior con los cómplices vernáculos. Se le ha hecho creer a una franja minoritaria de argentinos, que pueden vivir eternamente a costa del trabajo y las privaciones de millones de compatriotas. Las soluciones que el país requiere deben adoptarse hoy y no mañana, porque, insisto, ninguna nación admite, sin grave riesgo, ciclos de vacío.
CLINTON, KIRCHNER Y SEÑORA:
El Presidente de la Nación y su esposa, senadora y candidata presidencial, Cristina Fernández, pasarán diez días en Nueva York, oportunidad, según se ha anunciado, que serán recibidos por el ex mandatario estadounidense Bill Clinton. Por el momento se ha descartado entrevista alguna con la senadora Hillary Clinton, también precandidata presidencial por los demócratas.
Día a día la realidad iberoamericana y los desgobiernos argentinos nos obligan a cada momento a referirnos al pensamiento y a la incansable acción política de Arturo Frondizi. Es indudable ( afirmé el 14/04/2004 en varios medios ) que sin una enérgica y auténtica restauración ética y moral no habrá posibilidades de un destino venturoso para la República.
El pueblo sigue atrapado por la desconfianza en su dirigencia, lo que manifiesta en las calles cada vez con mayor frecuencia. Los exaltados discursos de nuestro actual Presidente, quien declaró al asumir que “llegaba para sumar, no para dividir”, no han podido frenar la tempestad política y menos aún el recelo y la desunión, para lo cual basta observar el estado en que se encuentra su propia provincia de Santa Cruz.
CARTA A CLINTON:
Tal vez en la tranquilidad de El Calafate pueda el matrimonio presidencial releer algunos aspectos de la carta que Frondizi le remitiera al ex Presidente Clinton el 14 de mayo de 1993. Dice el ex Presidente: “Le hago llegar mis fervorosos deseos para que el éxito corone su gestión. La misión que ha asumido le ofrece la posibilidad de emprender la aventura apasionante de ayudar a construir un mundo mejor, regido por la libertad, la paz, el desarrollo y la justicia social. Sin duda alguna el desafío es irrenunciable. Imploro a Dios para que su gestión cuente con su más cristiana inspiración para luchar por la causa del género humano, porque como bien enfatizó el 13 de marzo de 1961 el Presidente Kennedy al asumir el compromiso de ayudar a los pueblos a romper las cadenas de la pobreza: los hombres y las mujeres con hambre no pueden esperar”.
Le informó Frondizi a Clinton en la oportunidad: “En febrero de 1962 le expresé al gobierno norteamericano que la iniciativa más importante que había adoptado mi administración en el orden internacional, había sido establecer un profundo y estrecho acercamiento de Argentina a los Estados Unidos. Ello nos llevó a una presencia plena y activa en el seno de la comunidad americana, para lo cual previamente habíamos reorientado nuestra anterior vinculación con respecto a algunos países europeos”.
No estaría demás que el presidente Kirchner leyera concientemente el párrafo de la misiva que señala: “Haber profundizado las relaciones argentinas-norteamericanas se debió al positivo antecedente de mi visita a ese país durante la presidencia del general Eisenhower en el año 1959. Ello permitió abrir las puertas a nuevos entendimientos por lo que se le asignó a la gira una importancia que excedió los límites de las relaciones entre los dos países, constituyéndose según la prensa mundial en “índice de una nueva actitud de los Estados Unidos frente a América Latina”. Por mi parte me había asignado, con carácter irrenunciable, la misión de ser intérprete de una legítima aspiración continental y no sólo el defensor de la individualidad de mi país. En ese entonces expresé en el Nacional Press Club de Washington que el desarrollo de Latinoamérica era un desafío histórico y que era imperdonable seguir viviendo pobremente en un suelo inmensamente rico”.
Meditemos profundamente este párrafo: “Debo expresarle Sr. Presidente, con gran preocupación, que si a mis 84 años poseyera la magia para regresar a la edad en que visité vuestro país cuando lo gobernaban Eisenhower y Kennedy, me vería obligado a plantear los problemas referidos en general a Latinoamérica y en particular a la Argentina, exactamente con las mismas palabras y sentido que lo hice entonces. Esto, a mi entender, está señalando la realidad de una frustración en el continente. Está demostrado que las condiciones de atraso e injusticia social y la inhumana concentración del poder económico siguen prevaleciendo en América Latina”.
Señor Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, usted lo dijo al asumir el gobierno: “ Hay que reconciliar a la política, a las instituciones y al gobierno con la sociedad”. Los tiempos se agotan peligrosamente.
(Continuará)
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(*) Especial para Crónica y Análisis por Carlos J. González Cabral. Maestro normal nacional. Se desempeñó como secretario de Gobierno y Hacienda (1958-1961) y como concejal (1963-1966) en la Municipalidad de San Nicolás de los Arroyos (Bs.As.) en representación de la UCRI y del MID, respectivamente. Fue electo diputado provincial por el FREJULI (1973-1976). Entre 1989 y 1995 acompañó al ex presidente Frondizi como secretario político y privado.
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