miércoles, 1 de abril de 2009
EL PACIFICADOR
Ramos Generales - 01-Abr-09 - Editorial
http://horaciopalma.blogspot.com/2009/04/raul-alfonsin-el-pacificador-al-que-le.html
Raúl Alfonsín: El pacificador al que
le tiraron la pacificación a la basura
por Horacio R. Palma
Murió Raúl Ricardo Alfonsín
Y ante la circunstancia del dolor y de lo definitivo, no hay en estos momentos lugar para ciertos reproches.
La muerte suele hacer estos milagros en los decires de la gente. La muerte, con su incómoda formalidad impone respeto; y por un tiempo prudencial se esfuman las ganas de reprocharle al que recién se ha ido, sus defectos personales.
La muerte nos frena, nos marca dentro de nosotros esa línea última e indescriptible que ninguna persona de bien se anima a cruzar. porque sabe que mañana...
Así que, por el respeto que impone ese último tránsito, y en honor a la personalidad del hombre muerto, me detendré sólo en recordarlo en sus cualidades, como lo exige el protocolo.
Y de entre todas, destacaré quizás la cualidad mayor que ha tenido el ex Presidente Alfonsín en aras de la República Argentina.
Murió Raúl Ricardo Alfonsín. Los demócratas de ahora lo han nombrado El padre de la democracia moderna de Argentina.
Murió Alfonsín, y pareceres al margen, su imagen quedará ligada a nuestra democracia. Sufriendo lo que ha venido después de él, una cosa resulta obvia: Su figura se agigantará con el tiempo.
Murió Raúl Ricardo Alfonsín. Los demócratas de ahora lo han nombrado El padre de la democracia moderna de Argentina. yo lo recuerdo como el estadista que, tras muchos años de violencia nacional de la que fue testigo directo, decidió la pacificación.
Alfonsín juzgó a las juntas militares que combatieron el terrorismo en Argentina.
Dio libertad absoluta a la justicia. y la justicia actuó. Y enjuició a los 9 miembros de las juntas militares.
Condenó a algunos, absolvió a otros.
El Alfonsín estadista, llamado ahora padre de la democracia, llevó al Congreso de la Nación las llamadas leyes del perdón: De punto final y de obediencia debida.
Con la una, puso límites temporales a los juicios contra los militares que combatieron al terrorismo. Con la otra, dejó exentos de responsabilidad a los militares que habían recibido órdenes superiores en eso de combatir al terrorismo. Con ambas, buscó la pacificación de un país dividido por rencores mal curados.
Murió Raúl Ricardo Alfonsín, el hombre que, desde la democracia, intentó a su modo ser pacificador de una Argentina con antecedentes violentos.
Curioso resulta entonces que, todos aquellos que hoy lo han nombrado "padre de la democracia moderna de la Argentina", le hayan arrebatado su intento de pacificación.
Murió Alfonsín. Y miro las imágenes: El Ejército Argentino entrando sus restos al Congreso de la Nación. La presidentA en Londres, justo un 2 de abril. Sus leyes de pacificación tiradas a la basura.muy simbólico ¿no?
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