lunes, 18 de mayo de 2009
LA OLLA DE GRILLOS
Amigos y Compatriotas:
Estamos casi en vísperas de otro prospecto de kermesse electoral, en la que nuevamente lloverán denuncias, a saber: padrones apócrifos, ilegitimidad de estas candidaturas testimoniales, fondos sin control para que la banda K haga campaña, vuelos en el tango 01, en los que Néstor se trasladará al interior y cosas así.
Será una reiteración casi idéntica, de lo acaecido cuando Kretina ganó la presidencia en 2007.
Algunos matices tendrán nuevas caras, pero la esencia será la de antes, la de siempre.
Es intrascendente, cuál será el mecanismo de conteo de los sufragios.
Muchos votarán en varias mesas de un mismo recinto.
Volverán a votar los muertos, como los hijos de Hebe de Bonafini.
Por menos de 24 hs, nuevos DNI apócrifos se utilizarán como elementos descartables y emergerán las nuevas tretas, que se habrán de aplicar, porque las otras, esto es, las anteriores están indemnes de castigo.
La oposición, con ese compás murguero se prestará a convalidar el fraude que se avecina.
Si lo hicieron antes, ¿que los detendrá para un nuevo mutismo?.
La respuesta es la nada.
Porque todos, sin omitir a ninguno forman parte de esta abstracción republicana.
Pero no se guíen por lo vertido en estas desordenadas líneas.
Limítense a ver y oír a todos los candidatos.
Luego de escuchar esta catarata de frases inocuas, traten de extraer una conclusión que será el señuelo para las restantes.
Si escuchan a Carrió, a De Narváez, a Reutemann, a Juez, a Solá ó a cualquiera otro de estos anacoretas, experimentarán no sólo el discurso unívoco, que en resúmen consiste en el control legislativo en virtud al cambio de mayorías parlamentarias.
Ninguno, insisto, ninguno de estos aspirantes a legisladores se ha expresado sobre lo más relevante de una campaña, en la que se juega nuevamente el destino de La Patria:
Encarcelar a los K.
Según Carrió, involucrar a la Presidente en un proceso criminal sería una actitud destituyente.
El resto de estos palurdos suscriben éso.
Porque todo está acordado.
La supuesta oposición, es decir esa suerte de holograma, es la que de algún modo, sostiene a este sistema de latrocinio.
Los K hacen cuánto desean, no por su fortaleza.
Tampoco, porque haya huestes kirchneristas, dispuestas a dar la vida por este dúo dinámico.
La vileza del gobierno existe y es palpable, porque quienes pugnan por desplazarlos, no traen bajo sus brazos un mensaje de vindicta pública.
Ninguno se atreve -porque no está consensuado con el oficialismo- a amenazar siquiera, que frente a una victoria de las filas opositoras, se emprenderá la necesaria campaña, para que los K terminen sus días en alguna mazmorra.
Todo es aparente.
Para la millonaria Tribuna de Idiotas que cree que su voto modificará este esquema.
El aire nauseabundo que se respira en cualquier rincón del país, no es casual.
Es la consecuencia directa del hedor que cotidianamente se desprende, de todos los cadáveres de nuestros falsos héroes insepultos.
Léase San Martín, Rosas, Yrigoyen Perón y la Eva.
Como somos devotos de la necrofilia, basamos nuestra ideología en el pasado.
Esta forma colectiva de pensar, lentamente nos ha hundido en esta inmensa cloaca intelectual.
Esta especie de culto a los muertos que nos acerca hacia las sociedades más primitivas, del pasado más remoto de la humanidad, es nuestra tirante cuerda.
En la actualidad la tenemos colocada a ambos lados de nuestros lóbulos, que nos impide razonar.
Pero está descendiéndo peligrosamente hacia el cuello.
Debo de admitir, que cuándo escucho a estos potenciales referentes parlamentarios, la deducción es demasiado obvia.
El próximo 28 de junio, el que triunfará será nuevamente El Peronismo.
Porque sin importar las consignas, ni los prontuariales rostros de estos buhoneros, este país tiene un modo de ser peronista.
Los K son los exponentes de turno, como antes lo fueron Menem y Duhalde, que ahora incitan a los denominados Disidentes.
Los españoles, resolvieron sus disputas con una guerra que les oxigenó la sangre y sus mentes.
Los europeos, hicieron su parte, tratándo de conquistar al vecino más próximo, desde los tiempos de los Etruscos.
Pero para que exista una guerra, se requiere de dos bandos.
Aquí no los tenemos.
Sólo contamos con facciones aparentes en discordia.
Sorteándo a los codazos, un lugar en el banquete.
Por esa deducción, más que simple, nadie promete venganza.
En corporaciónes como ésta, suena mal sólamente hipotizarlo.
He llegado a entender, hasta a los periodistas que se alquilan por una pauta publicitaria.
Ya que después de todo, no forman la opinión de nadie en particular.
Tienen articulado un sistema de pensamiento mecanizado.
Como el del público oyente, lector ó televidente es idéntico, esta perniciosa armonía de conjunto, reposa en la concordancia.
Por eso Compatriota, cuando ingrese al cuarto de votación, en las venideras electorales, antes de ingresar su voluntad en el sobre, piense que ha seleccionado una boleta perteneciente a
La Olla de Grillos.
Cordialmente Lucio Catano (h).-
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