sábado, 21 de noviembre de 2009

LÓGICA


ESA LAMENTABLE COSTUMBRE PRESIDENCIAL

(La siempre ausente lógica de Cristina Kirchner)

Por el Dr. Alfredo Raúl Weinstabl



En una reciente conferencia de prensa en la Casa Rosada, junto al presidente de Israel, Shimon Peres, Cristina Kirchner volvió a dar rinda suelta a su ingobernable afición a hablar sin meditar sobre lo que va expresar.

Ante una pregunta de a una periodista extranjera sobre la relación con el líder venezolano Hugo Chávez, Cristina contestó con su soberbia y arrogancia característica, que "La Argentina no permite que nadie elija a sus amigos ni tampoco pretende elegir los amigos a nadie”.

Esta respuesta fue, como casi siempre, una respuesta evasiva, pero muy desafortunada. La pregunta de la periodista seguramente fue efectuada diplomáticamente de ese modo, pero lo que quería averiguar es el porque la Argentina tiene relación con países como la Venezuela de Chávez, que es “amigo” de un país dictatorial como Irán, que niega el holocausto y que busca la destrucción de Israel.

En otras palabras porque Argentina tiene amigos tan seriamente cuestionados internacionalmente. Los argentinos sabemos que esta relación se debe a la enorme deuda oculta y secreta que tienen los Kirchner con Chávez y la política de nuestro gobierno a relacionarse con lo peor del escenario latinoamericano (Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia)

Volviendo a esta singularidad de la presidente a hablar sin previamente meditar y pensar en lo que va a expresar, en el día de ayer se pudo ver por TV un programa televisivo, que califico como excepcional, sobre esta característica de Cristina.

Conducido por un periodista político de centro izquierda (más próximo a la izquierda que del centro) pero fuertemente crítico a la gestión gubernamental, se mostraron los videos de varios anuncios de la presidente en sus dos años de gobierno.

De estos, algunos jamás se llevaron a cabo y el resto se cumplieron en un porcentaje que nunca sobrepasó el 6 o el 7% en su ejecución, fracasando en su implementación o desarrollo.

Esta modalidad fue comenzada por su consorte. Recordemos uno de los últimos anuncios de Néstor de otorgar créditos a los inquilinos para adquirir su propia vivienda, con cuotas que no sobrepasasen el monto de su alquiler. Un verdadero y escandaloso fracaso.

En cuanto a Cristina en su desdichada y lamentable gestión, esta modalidad empezó con el rimbombante y recordado anuncio del tren bala que uniría Bs. As. Con la ciudad de Rosario. Estruendoso fracaso.

Luego la intención de traer a la momia de Tutankamón a la Argentina.

Posteriormente el anuncio del plan canje de heladeras. Y días después el de los electrodomésticos. En estos dos anuncios, Cristina parecía una eficaz vendedora de la feria del Once, explicando las bondades de los artefactos y los precios de cada uno de ellos. Pocas veces se vio tan degradada la investidura presidencial. Lamentable.

Luego créditos blandos para la compra de taxis. Y así en sucesivas presentaciones, anuncios sobre la implementación de créditos baratos para el consumo, el fomento del turismo, la compra de vehículos 0 Km. la tarjeta SUBE, para viajar por los medios de transporte de Bs. As. que estaría implementado en un plazo de 90 días. Actualmente se sobrepasó con holgura ese lapso y solamente se implementó en seis líneas de colectivos. Otro fracaso

El plan canje de camiones y bicicletas, ¿¿??, y otro anuncio de una línea de créditos hipotecarios accesibles. Todo un verdadero fiasco.

En julio de este año convocó a un diálogo amplio, que justamente por no ser amplio y referido a temas muy específicos de interés solo del gobierno no tuvo eco en la oposición y fracasó totalmente.

A fines de ese mes anunció la “Reforma Política”, entre cuyos temas se incluían, la boleta única, el consenso de los partidos políticos y el voto electrónico. Es conocido como es hizo la reforma. Nada de lo expresado se cumplió.

En agosto lanzó un programa que contempla la creación masiva de cooperativas sociales en todo el país y prevé la apertura de más de 100 mil fuentes de trabajo. El plan estuvo tan mal implementado que trajo aparejado una verdadera convulsión social en el conurbano bonaerense. No es para menos, otra carta sacada de la manga, los pobres e indigentes suman más de 13 millones de argentinos. ¿Que solución podría aportar este plan improvisado y seguramente no adecuadamente analizado?

El anuncio del plan universal de asignación por hijos, también mal instrumentado mereció críticas de casi todo el arco opositar por su parcialidad.

Y no nos podemos olvidar la televisación gratis del fútbol para todos los argentinos sin costo para el Estado, que a la fecha ya lleva gastados 240 millones de pesos de los contribuyentes.

Lo mencionado son solo una parte de los anuncios que casi a diario realizaba la presidente desde la Casa Rosada y transmitida por la cadena oficial de radiodifusión con una adecuado “mise en scène” y con un “selecto” público adicto que aprueba y aplaude “entusiastamente” los anuncios presidenciales.

Nada previamente estudiado, analizado o planificado en sus contenidos y alcances. Solo anuncios que buscan distraer la atención de los argentinos sumergidos en situaciones cada vez más angustiantes.

La enfermiza y compulsiva afición a hablar en toda oportunidad que pueda o tenga un micrófono a mano, sin haber previamente pensado lo que va a expresar, la hicieron cometer “gaffes” verdaderamente ridículos, recordemos el famoso “hache dos cero” entre cientos de ejemplos más.

Llama la atención el desparpajo y la verdadera cara de piedra de la presidente al anunciar decisiones y actos gubernamentales, sabiendo que son incumplibles o sencillamente falsos. Verdaderos engaños y mentiras. Anuncios con estudiada y premeditada malicia. La cara de Cristina tal vez endurecida por el colágeno, no muestra ningún tipo de vergüenza ni pudor ante esta verdadera farsa de desfachatados anuncios grandilocuentes, fórmulas demagógicas y de globos de distracción.

Muchos de estos anuncios por su importancia tampoco están en el nivel presidencial, sino deberían haber sido efectuados por los ministros o funcionarios que tengan directa injerencia en lo que se comunica.

Esta verdadera charlatanería presidencial degrada el nivel de su investidura y por otro lado muestra una verdadera subestimación de la ciudadanía, pensando que son tontos, estúpidos o discapacitados mentales.

Pero analizándolo desde otra óptica, lo más probable es que la discapacidad la tenga la propia presidente.

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