domingo, 13 de diciembre de 2009

VIRUS Y AMEBAS


LOS VIRUS Y LAS AMEBAS
(Las coincidencias con el gobierno no son una casualidad)

por Alfredo R. Weinstabl

Virus es un a palabra latina que significa toxina o veneno. Todos sabemos lo que es un virus. Lo relacionamos instintivamente con enfermedad o con algo malo, pernicioso y también probablemente con algo mortal.

El ciclo vital de un virus consiste en reproducir infinidad de copias del virus original y en ello reside su capacidad destructora que es el origen de numerosas enfermedades que, de no adoptarse las contramedidas adecuadas, pueden llegar a perjudicar a las células sanas hasta destruirlas produciendo la muerte del infectado.

Habiendo expuesto esta pseudo científica introducción quiero hacer un paralelo con la angustiante situación política de nuestro país en los últimos años, en particular durante la gestión del matrimonio Kirchner.

Los Kirchner son como un virus. Al principio disimulada e imperceptiblemente fueron infectando, no solamente las instituciones, sino la mente de los argentinos. Ahora, transcurridos ya más de seis años del comienzo de la infección, la República y sus instituciones fundamentales están gravemente enfermas. Desapareció el federalismo, las instituciones no funcionan o lo hacen cada vez peor y el sistema democrático previsto en nuestra Carta Magna es simplemente una tragicómica ficción.

El liderazgo político ya no se basa en las virtudes y cualidades que caracterizan a un líder sino en métodos verdaderamente mafiosos: el engaño, la mentira, la falsedad, la coacción, la amenaza, el atropello, el chantaje, la extorsión, y en todas sus formas la corrupción más desvergonzada, simplemente para nombrar a algunas de las armas que utiliza el poder.

Y estas prácticas aberrantes tal como un maligno virus de una patología terminal fue aceptado mansamente por la mayoría del oficialismo y por muchos dirigentes de la oposición.

Las voces de la oposición siempre fueron débiles y pocos, pero muy pocos, se atrevieron a pedir lo que en este cuadro clínico terminal exige con urgencia: la remoción y juicio a la pareja imperial, la destitución de las cabezas mafiosas.

Los Kirchner y su séquito son los responsables del increíble grado de degradación de nuestra política y la total desaparición de la moral y ética pública.

Y no solo ello, sino también son responsables que la ciudadanía, mediante el acostumbramiento de todas estas prácticas inmorales y esta deleznable y diabólica metodología, los haya incorporado como procederes políticos normales. En otras palabras, el maléfico virus Kirchner infectó no solo a la dirigencia, sino a toda la ciudadanía.

La dirigencia política y el cuerpo social del país están gravemente enfermo.

En otro orden de cosas trataré sobre las amebas. ¿Pero que son la amebas? Son organismos unicelulares caracterizados por su forma cambiante puesto que carece de pared celular. Etimológicamente ameba procede del griego amoibè, que significa cambio de forma.

Se me ocurrió hacer un paralelo de las amebas con muchos de nuestros políticos, que cambian de valores, ideología, posturas políticas con la misma facilidad en que se cambian diariamente de camisa o de calzoncillos. Sin problemas, sin remordimientos, sin empacho, sin ningún tipo de vergüenza.

Hay miles y miles de ejemplos de dirigentes “amebas” en nuestro firmamento político. Siempre la motivación es el interés: fondos para obras públicas en su jurisdicción, dinero y coimas personales, cargos, preeminencia política y otras prebendas de orden personal.

Algunos, como el caso del tránsfuga Eduardo Lorenzo, “Borocotó” lo hicieron para conseguir ventajas personales.

Otros, como el gobernador Colombi, de la provincia de Corrientes, simplemente cedió a la fuerte extorsión gubernamental.

Pero el caso más emblemático y conocido es el de Daniel Scioli, el actual gobernador de la provincia de Bs. As.

Este, al parecer un buen hombre, es el prototipo de la “ameba”. Sirve a su amo y señor, los Kirchner, para cualquier servicio y tarea. Un verdadero vasallo y fiel servidor, digno de los esclavos egipcios o de los sirvientes de los señores feudales de la Edad Media.

Pero creo que el paralelo y comparación no es el adecuado. Hay diferencias muy importantes entre los ejemplos citados y esta vergonzosa “ameba”. En los primeros, estos se jugaban la vida, en el caso de Scioli lo único que se juega y ya por enésima vez, es su honor y dignidad.

Recordemos en el primer año del reinado de Kirchner este no atendió ni recibió a su Vicepresidente Scioli, durante un tiempo bastante prolongado por haber expresado una opinión que el déspota no compartía. En esa ocasión fueron echados de la administración pública personas relacionadas con Scioli como castigo a “la imprudencia verbal del vicepresidente”. La situación fue tan grotesca y tomó estado público como un verdadero escándalo en la cúpula presidencial. Kirchner reaccionaba como una prostituta despechada, sancionando a Scioli como si fuera un colegial en penitencia en un rincón del aula.

Hay infinidad de ejemplos más del servilismo de Scioli a los deseos de su omnipotente amo.

El último y también verdaderamente grotesco es reciente. El Senado Provincial había aprobado el desdoblamiento de las elecciones en la provincia y había prohibido las candidaturas testimoniales.

Una sola palabra del amo y el sumiso gobernador, volvió atrás a todo lo que se había acordado en la Legislatura provincial.

Un matutino lo ilustra de cuerpo entero: “Scioli volvió a bajarse los pantalones” y un periodista lo tildó de “felpudo de los Kirchner”.

¿Puede una marioneta como este individuo regir los destinos de la provincia más importante del país? ¿Puede estar la provincia en manos de una persona que públicamente arrojó reiteradamente su honra y dignidad a los perros?

Como en medicina, los virus hay que erradicarlos o destruirlos cuanto antes para que dejen de perjudicar o poner en riesgo a todo el organismo. Lo mismo con las “amebas”, ya que son caldo de cultivo de diversas enfermedades.

No debemos ser hipócritas. Coincido con Biolcati, con Posse y millones de argentinos que piensan lo mismo, pero que no se atreven a manifestarlo en público por temor a ser tildados de “golpistas” o de la extrema derecha.

El gobernador debe irse por no reunir las condiciones para ese importante cargo. Lo mismo para la corrupta asociación reinante. Los Kirchner deben ser sometidos a juicio político y luego del juzgamiento llevados a la cárcel. Hay mecanismos institucionales que contemplan estas posibilidades

Debemos parar el sistemático vaciamiento del país no solo de fondos sino también de valores morales. Debemos evitar la continua y permanente destrucción de lo que queda del país.

Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar

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