viernes, 1 de enero de 2010

10 TENDENCIAS


10 tendencias políticas para el 2010
Por Carlos Tórtora

1) El empate gobierno-oposición

La oposición intentará hacer valer su mayoría en Diputados, pero en el Senado hay un equilibrio de fuerzas. Eduardo Fellner y Julio Cobos, presidiendo una cámara cada uno, también se equilibran. En las últimas semanas, con el debate sobre la integración de las bicamerales, el gobierno empezó a mostrar su capacidad de bloqueo. Y la heterogeneidad opositora es un factor de debilidad. El actual empate puede continuar hasta que uno de los dos bandos entre en crisis.

2) La judicialización de la política

El empate estratégico entre gobierno y oposición hace que ésta le traslade casi automáticamente los conflictos a la justicia y en particular a la Corte Suprema. El Poder Judicial será el árbitro en el conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo. Pero es poco probable que la judicialización de la política defina el escenario político. La Corte sólo dictaría fallos que no comprometan la gobernabilidad.

3) La demonización del matrimonio Kirchner

En mucha mayor medida de lo ocurrido con Raúl Alfonsín y Carlos Menem durante sus últimos meses en el poder, la condena social a los Kirchner se proyecta con fuerza para este año. El antikirchnerismo está pasando a ser el sentimiento político más fuerte en la sociedad. Tan fuerte, que hace que pasen desapercibidos la mayor parte de los dirigentes que visten la camiseta oficialista desde el 2003.

4) La rebelión peronista

Ya insinuada con la tentativa del Senado bonaerense para desacoplarse de la elección nacional, la sublevación del PJ se está incubando en el conurbano. En el interior, los caudillos locales también se preparan para saltar el cerco en el segundo semestre del año. Pero nadie quiere confrontar con un gobierno que conserva una importante capacidad de castigo. El riesgo de la dilación es que Kirchner termine llevándose puesto al peronismo.

5) La descomposición de la izquierda

Atados a la suerte de Kirchner por encabezar éste el primer gobierno de izquierda de larga duración -Héctor Cámpora duró 45 días-, los grupos progresistas están en retirada. Proyecto Sur intenta construir una izquierda no kirchnerista pero queda atrapado casi siempre en los juegos que arma el gobierno.

Las entidades de derechos humanos se están desprestigiando aceleradamente -sobre todo las Madres- por su prédica garantista, que favorece a los delincuentes mientras la sociedad reclama más seguridad y justicia.

6) La consolidación de la UCR

En tanto el peronismo siga fracturado entre el kirchnerismo y el antikirchnerismo, los radicales tienen un espacio importante para plantarse como alternativa opositora. Esto es, en parte, por contar con Julio Cobos, que encabeza las encuestas. El talón de Aquiles de la UCR es su escasa predisposición a golpear seriamente a Kirchner desde el Congreso, por temor a que se derrumbe y el PJ tenga tiempo de recomponerse para el 2011. Si los radicales se muestran como una oposición vacilante, pueden sufrir un deterioro importante.

7) El estallido de la corrupción

Como suele ocurrir en todo fin de régimen -y más todavía en este caso-, lo más probable es que a mediados de año se hayan multiplicado las denuncias por corrupción en los niveles más altos del gobierno. Presionados por la opinión pública y la cercanía del cambio político, es de suponer que algunos jueces federales empezarán a desempolvar expedientes. Esta mayor actividad judicial puede provocar situaciones insostenibles para unos cuantos ministros y secretarios. El gobierno puede ser diezmado.

8) El riesgo de desgaste de los candidatos

A un año y diez meses de las próximas elecciones, ya estamos metidos en una campaña presidencial permanente. Un lapso tan largo puede desgastar a los presidenciables más expuestos que, hoy por hoy, son Eduardo Duhalde y Julio Cobos. El restante, Kirchner, se desgasta por ejercer el poder más que por ser candidato.

9) El agotamiento del Macrismo

Mauricio Macri se convirtió en el líder de un proyecto sin identidad, porque se niega a asumir los compromisos que asume cualquier partido de centro-derecha. Con su gestión local barranca abajo y habiendo presidenciables mucho mejor colocados, el Jefe de Gobierno porteño marcha sobre una vía muerta. En el PRO pueden aparecer fuerzas centrífugas, por la sencilla razón de que no se advierte la posibilidad de un macrismo sin Macri.

10) La caldera social

La posibilidad de que estallen conflictos violentos entre los piqueteros K y anti-K o que éstos produzcan saqueos para obligar al gobierno a negociar está latente. La tensión social puede ser el disparador de una crisis política, porque demostraría que, finalmente, los mecanismos de contención del gobierno fueron inútiles.

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