martes, 19 de enero de 2010

CRISIS DEL BICENTENARIO



Fundación Atlas 1853 - 19-Ene-10 - Actuaalidad

http://www.atlas.org.ar/articulos/articulos.asp?Id=12924

Los Efectos de la Crisis del Bicentenario

por Luijavascript:void(0)s García Hamilton

La raíz del conflicto del Fondo del Bicentenario se halla en un gobierno empecinado en llevar adelante políticas de "consolidación del modelo progresista", es decir políticas que permitan a la Nación disponer de recursos para disciplinar a gobernadores e intendentes durante 2010. La contrapartida es una oposición que, tras años de letargo, comienza a ser tal e inicia un proceso de limitación a la irrefrenable acumulación de poder del oficialismo. ¿Cuáles son los efectos de esta crisis sobre la economía, la política y el país en general?

Desde el punto de vista económico, la conformación de este fondo pretendía ser no más que un vericueto técnico para que el gobierno incrementara el gasto en 2010, a fin de mantener los subsidios y erogaciones discrecionales que permiten hacer populismo. ¿Cómo lo lograría? En vez de servir la deuda con recursos que se obtendrían mediante la recaudación de impuestos, como establecía el presupuesto, el gobierno utilizaría ese dinero proveniente del fisco para financiar el gasto corriente (punteros, planes, etc.) y pagaría a los acreedores con las reservas del Fondo del Bicentenario. En un inicio, esto fue bien recibido por los mercados, pues cualquier acreedor busca asegurarse la devolución del dinero prestado (más los intereses), o al menos limitar al máximo el riesgo de incumplimiento. No obstante, cuando los mercados vislumbraron que la implementación del proyecto Bicentenario enfrentaba dificultades de carácter legal e institucional, se evidenció una caída de los precios de los bonos por encima del 12%, del merval en aproximadamente 9%, y la economía en general volvió a tambalear. Como corolario, el canje de deuda planeado por el gobierno comienza a complicarse, pues el paquete que pretendía lanzar el gobierno en aproximadamente US$ 57 por cada US$ 100 adeudados, ya bajó a US$ 52 y se encontraría cercano a los US$ 45 si Kirchner retirara el cupón PBI del paquete a negociarse. Casualmente, el valor de los títulos en default hoy oscila los US$ 42, por lo que el gobierno no encontraría mayores beneficios en renegociar la deuda y observaríamos un nuevo fracaso en el proceso de recomposición de la relación entre la Argentina y los mercados voluntarios de deuda.

Desde el punto de vista político, esta nueva crisis volvió a mostrar un vicepresidente en funciones que no apoya al proyecto oficialista y debilita al Kirchnerismo. También se vio un presidente del Banco Central que, luego de colaborar mansamente con niveles de inflación superiores al 20% y luego de facilitar las reservas al gobierno para liquidar las deudas con el FMI, repentinamente se tranforma en el máximo defensor de la autonomía del BCRA. Y por último, la crisis nos mostró una nueva cara del Ministro de Economía, quien ataca a las instituciones, recurre al "modelo de la víctima" impuesto por el matrimonio reinante, y evidencia una severa incompetencia técnica y política a la hora de recomponer la relación entre la Argentina y los mercados internacionales.

Hasta ahora, efectos adversos que resaltan nuevamente el papel de una Argentina inmadura y alejada del desarrollo de sus vecinos. Sin embargo, esta crisis también enciende luces de esperanza sobre un país de instituciones sometidas. La crisis del Bicentenario despertó ciertos resortes institucionales que permiten soñar con un rebalanceo de fuerzas entre los poderes del estado y aspirar a un régimen más republicano. Un BCRA que recupera autonomía frente a un Poder Ejecutivo avasallante y evita el traspaso de las reservas. Un Congreso que reacciona, protege la autonomía del BCRA y solicita que el proceso de remoción se ejecute conforme la legislación existente. Una oposición que se aglutina y canaliza su reclamo por la vía judicial, logrando respuestas eficaces ante los embates totalitarios del oficialismo. Y un poder judicial que otorga respuestas inmediatas a un conflicto urgente. Es cierto, el oficialismo pierde poder y algunos oportunistas pretenden hacer leña del árbol caído. Pero también es cierto que en vísperas de un nuevo centenario, hay un sector de esta misma Argentina de instituciones devastadas que quiere recuperar la institucionalidad, el republicanismo y, tal vez, casi un siglo perdido.

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