jueves, 21 de enero de 2010

JUSTICIA


Justicia delivery o express

Por Guillermo J. Tiscornia

Ex juez en lo Penal Económico

1. Cuando un fallo -dictado en tiempo record- resultó ser favorable a los intereses personales de la Presidente y de su todavía consorte, obviamente, la mandataria de turno soslaya el calificativo de justicia delivery o express e incita -además- a la opinión pública a acatar “la independencia del Poder Judicial de la Nación”.

2. Muy por el contrario, cuando otros fallos resultan adversos -no a los intereses específicos del Estado sino a los mezquinos propósitos de la gestión de turno- entonces sí, la misma mandamás de turno califica a los jueces que dictaron esas resoluciones -que por cierto no le dan la razón- como jueces delivery o jueces express.

3. Como bien enseñó hace más de ciento cincuenta años aquel formidable jurista estadounidense Alexander Hamilton, autor -entre otras exquisitas publicaciones- de “El Federalista”, viene al caso señalar que el íntimo deseo que anida en quienes circunstancialmente acceden en la República Argentina al ejercicio del poder político, es el de contar con una Justicia independiente; eso sí, independiente de todo el mundo -claro está-, a exclusiva excepción de sí mismo.

4. Y, por cierto, la propia historia de los argentinos se ha encargado, con creces, de acreditar la incontrovertible veracidad de esta última aseveración.

5. La perversa lógica de la Presidente circunstancial de los argentinos, consistente en atacar sistemáticamente a aquellos sectores del Poder Judicial cuya actividad jurisdiccional no resulta ser de su agrado, recrea aquel formidable razonamiento proyectado por ya desparecido y prestigioso pensador francés: “La primera de la fuerzas que mueve al mundo es la mentira” (Jean François Revel, “El conocimiento inútil”).

No hay comentarios: