jueves, 14 de enero de 2010

NUESTRO GRAN PROBLEMA


Ante el creciente avance de la inseguridad en nuestro país, y luego de los hechos delictivos que vienen siendo portada de los principales medios de la Argentina , las políticas de seguridad encarnada por el gobierno nacional y los provinciales, ha vuelto a ser puesto en tela de juicio, reclamándose cambios urgentes que brinden una solución rápida a tan dramático problema que vive la sociedad.


Los hechos delictivos que cada vez con mayor violencia y frecuencia se cometen en nuestro país, abrieron el debate en la sociedad, que busca soluciones a un problema que se ha visto acrecentado por los hechos de inseguridad que se viven en forma cotidiana, pusieron como nunca antes un tema tan delicado como la inseguridad en el tapete de la discusión política.

Todas las encuestas que se han realizado respecto a esta problemática, marcan que casi un tercio de los argentinos ha sido pasible de un delito o por lo menos algún miembro del grupo familiar fue víctima de un delito en los últimos 12 meses, registrándose el valor más elevado de la historia reciente de nuestro país.



Un trabajo realizado por la Consultora Carlos Fara & Asociados en el pasado mes de diciembre, muestra que la Inseguridad sigue siendo la contrariedad central para la mayoría de los argentinos, relegando a otras cuestiones fundamentales para el crecimiento del país, como la Educación , la Salud , la Economía y la Pobreza.



El sondeo efectuado por la prestigiosa consultora, refleja que para el 84% de la gente, la Inseguridad es el principal Talón de Aquiles de la administración kirchnerista, que no ha podido dar pié con bola en la materia desde asumiera en mayo del 2003. A pesar de todo esto, los especialistas remarcan que la Argentina está todavía dentro del marco tolerable dentro de América Latina, no tiene el crecimiento de las Maras como C entroamérica; no tiene todavía un crimen organizado instaurado, como los carteles mexicanos o colombianos, sin perjuicio de que se empezó a ver en la Argentina la presencia de estos personajes.



A la Inseguridad , en la encuesta de Fara le siguen la Desocupación con el 47%, la Educación recibe el 37%, la Salud trepa al 26%; la Economía recibe el 19%; la Pobreza consigue el 11%; la Corrupción llega al 9%; los Salarios bajos tienen el 5% de la consideración de la gente; las Adicciones el 5%; las Obras Públicas el 5%; la situación de los Jubilados el 2%, las Relaciones Exteriores el 1%; Otros temas el 5%; NS/NC 1%.



Si se toma en cuenta la encuesta que el mismo consultor había realizado en Septiembre del año pasado, vemos que la Inseguridad pasó de tener el 75% como el mayor problema de los argentinos, al 84% marcado con anterioridad; la Desocupación bajó del 52 al 47 por ciento; la Educación pasó del 29 al 37 por ciento; la Salud bajó del 29 al 26 por ciento; la Economía bajó del 28 al 19 por ciento; y la Pobreza pasó del 18 al 11 por ciento en la preocupación de los argentinos.



Los hechos delictivos crecen y así lo marcan las propias estadísticas oficiales, que dicen que en nuestro país se denuncian 157 robos por hora; que el 50% de los homicidios ter minan impunes; que se cometen 170 delitos por día, en el cual los responsables son menores de 17 años; en la provincia de Buenos Aires, el 30% de los delitos son cometidos por chicos que oscilan entre los 11 y los 17 años; y que uno de cada tres detenidos por año son reincidentes. Estos datos, son algunos de los que lleva a decir a muchos analistas que en la Argentina no hay “sensación de inseguridad”, sino que la misma ya ha venido para instalarse completamente en nuestro país.



En la Argentina no hay sólo un factor que sea determinante en el aumento de los hechos delictivos, sino que son muchos los que contribuyen a que los mismos aumenten en vez de descender, y todos ellos pasan por la situación de pobreza, miseria y marginalidad a la que se ha sumergido a buena parte de la población desde hace varias décadas, sobre todo empezando con la última dictadura militar y las políticas neoliberales de los ’90.



En un país donde la educación y la salud está cerrada a una parte de la población, donde la vivienda propia y digna está destinada a unos pocos, donde el trabajo pasa a ser un lujo y no un derecho, y se incentiva más al pillo que está en el poder y hace todo por izquierda en vez de subir peldaños legalmente, todo esto termina siendo el principal caldo de cultivo para que las personas salgan a delinquir.

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Un problema complejo el de la inseguridad, que requiere de soluciones concretas y rápidas, para poder acabar de esa manera con uno de los flagelos que socavan a la sociedad argentina. La inseguridad no es un tema que pueda resolverse en el corto plazo o mediano plazo, sino que llevará varios años, pero el gobierno sí puede llevar adelante políticas que sirvan para prevenir los delitos. Si se escuchan a todas voces especializadas en el tema y no sólo la de los amigos, la inseguridad que se vive en el país se puede llegar a contrarrestar con políticas públicas que tiendan a la disminución de los delitos en las calles.


Una cuestión complicada que divide las aguas en la sociedad argentina, y el gobierno no se ha mantenido al margen de este tema, por lo cual lo que se implemente de cara al futuro, tendrá injerencia en la seguridad y la vida de millones de argentinos, que esperan vivir en paz y sin problemas su vida en nuestro país.
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