domingo, 17 de enero de 2010

SIN MATERIA GRIS




-Un Gobierno sin materia gris
Por Juan Gossen

www.notiar.com.ar


Pocas veces se puso de manifiesto la alarmante ausencia de materia gris en el Gobierno nacional como en la semana que pasó. Y el culebrón de resultado incierto por el manejo de las reservas del Banco Central no hizo más que mostrar el poco profesionalismo y la falta de cuadros técnicos en la administración K.

Llama mucho la atención que en el Gobierno nacional no se hubiesen percatado que meter mano en 6.500 millones de dólares de las arcas del BCRA abría la posibilidad de un embargo en Estados Unidos, donde los fondos buitres están al acecho. Esa posibilidad era una cuestión elemental, casi de sentido de común, pero hasta eso parece haber perdido el matrimonio presidencial.

Si ahora el país atraviesa por una crisis institucional no es por una situación excepcional, sino más bien por un problema estructural que varias veces se puso de manifiesto en las páginas de este diario: el matrimonio presidencial decidió rodearse de sumisos y aplaudidores en lugar de profesionales que puedan aportar soluciones reales a los problemas del país. Y ahora se están pagando las consecuencias.

Así es como si antes hubo una ministra de Economía que se tuvo que ir en medio de un escándalo por haberse “olvidado” una bolsa de dinero en un baño, y luego ese mismo rol lo ocupó un funcionario elaboró la bochornosa resolución 125; ahora en la Argentina hay un titular del Palacio de Hacienda que parece más preocupado en invertir su tiempo para comunicarse con su joven novia que en estudiar con detenimiento los problemas económicos reales del país.

Resulta evidente que a Amado Boudou el cargo le resulta demasiado grande, pero él no es el principal responsable, sino que lo son quienes determinaron que un funcionario sin experiencia en la materia -y con prácticamente nula capacidad política para negociar con los factores de poder- haya llegado hasta donde llegó.

Gobernar sin el menor sentido de la autocrítica, sin consultar a expertos y entendidos, provoca un aislamiento que puede ser muy peligroso. Pero los Kirchner parecen estar convencidos que la Argentina se circunscribe a las cuatros paredes de la quinta de Olivos o de su mansión en El Calafate, donde un reducido número de personas toma las decisiones.

El matrimonio presidencial, además, obliga a quienes son sus aliados a que también se tiren de cabeza a la pileta. Así es como Daniel Scioli, en los últimos días, acrecentó sus críticas contra quien es hoy, junto con Julio Cobos, el enemigo público número uno de la Casa Rosada: Martín Redrado.

Scioli calificó a Redrado de “provocador”, y se sumó a la ofensiva kirchnerista para desplazar al titular del Banco Central. Esta actitud también encuentra una razón económica: en la casa de Gobierno analizan que, en caso de prosperar el canje de deuda, la Provincia se podría ver beneficiada con una baja en la tasas de interés. La Provincia necesita conseguir financiamiento para cubrir el rojo de $ 10.700 millones que tendrá este año, y tiene prácticamente vedado el acceso a los mercados de capitales.

Eso no es todo

En un contexto de marcada estrechez económica, y cuando el presupuesto 2010 no contempla ni un centavo de aumento salarial para docentes y estatales, la Provincia deberá conseguir en el corto plazo al menos 4.500 millones de pesos para poder otorgar incrementos acordes a los que exigirían los gremios docentes y de empleados públicos. La situación es extremadamente compleja dado que se están acortando los tiempos: las paritarias comenzarán la última semana de enero.

El gobierno provincial consiguió algo de oxígeno en la semana que pasó, con un préstamo de 215 millones de pesos que le otorgaron cinco bancos nacionales, pero el crédito es de cortísimo plazo ya que deberá cancelarse en mayo. Sólo constituye un parche.

Definiciones políticas

El clima de incertidumbre económica que genera la pelea por los fondos del Banco Central se complementa con un clima de reposicionamientos políticos, como la movida que está realizando un grupo de intendentes, encabezados por Sergio Massa, para conformar una suerte de grupo crítico a los K dentro del justicialismo bonaerense.

Massa recibió una catarata de cuestionamientos de los barones del Conurbano cuando reconoció públicamente su alejamiento del kirchnerismo, y se quejó por la falta de autocrítica en el peronismo luego de la derrota del 28 de junio. Más allá que al intendente de Tigre se le hace extremadamente difícil plantearse como alternativa (cuando fue jefe de Gabinete kirchnerista hasta hace pocos meses), su despegue es sólo una muestra de cómo se está acelerando el proceso de fuga del espacio K.

A este panorama se le sumó la reaparición, desde Punta del Este, del ex secretario general de la Gobernación bonaerense, José Scioli, que confirmó que seguirá actuando en política, pero en un espacio crítico del Gobierno nacional. Pepe Scioli se muestra extremadamente cauto a la hora de hablar de su hermano, por lo que no son pocos los que ven la posibilidad de que el gobernador, en un futuro no muy lejano, pueda aprovechar el plafón que le ofrezca su ex funcionario de confianza
dentro del Pj disiente en caso de que las circunstancias políticas lo lleven a tomar distancia de la Casa Rosada. En definitiva, la política es el arte de lo posible.

gossen@diariohoy.net

Fuente: Diario

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