SOBRE SUEÑOS.......

-Sobre sueños, verdades y mentiras
Por Carlos Berro Madero
www.notiar.com.ar


“No es una novedad buscar una vía de escape cuando las cosas van realmente mal; es algo que se ha intentado con resultados diversos en todas las épocas. Lo verdaderamente nuevo es el doble sueño de HUIR DE UNO MISMO Y ADQUIRIR UN YO HECHO A MEDIDA, así como la convicción de que este sueño es una realidad alcanzable.”
- Zygmunt Bauman



Habría que leerle esta frase no menos de cien veces a los Kirchner y a los miembros de su gobierno –principalmente a los lenguaraces Aníbal Fernández y Amado Boudou- , con motivo del inicio del año 2010.
En primer lugar, porque siguen confundiendo como siempre las señales de la realidad; seguidamente porque los ejemplos sobre los que basan su estrategia política son de una fantasía sin igual; y, finalmente, porque intentan hacernos vivir de sus falsedades, alejadas totalmente del sentido común y la razón.

Hacía mucho tiempo que no asistíamos a un espectáculo tan lamentable de obscenidad intelectual como el que intentan “estamparnos” Néstor y Cristina en nuestra cara mediante la versión de su realidad “irreal”.

Están convencidos de que son lo más parecido a un Dios en la tierra. Más aún, sospechamos que al creerse seres superiores sienten que pueden detener su desbarranque político, como si éste no fuera una consecuencia emanada de sus propios delirios y desaciertos.

Anular el pasado renaciendo, “pretender la adquisición de un yo diferente y más atractivo al tiempo que descartan el antiguo gastado y ya no deseado” (Bauman), forma parte de una oferta que juzgan será apetecible aún para todos aquellos a quienes iluminaron temporalmente con el fulgor de sus vanas promesas.

Su falta de inteligencia racional les impide distinguir con claridad su rápida e inexorable desaparición como primeros actores de un escenario que ya no los admite ni los tolera como protagonistas.

Se mantienen erguidos solamente por su incapacidad de comprender que han montado una sucesión de cálculos erróneos basados en una lógica absurda, que los ha impulsado a dar largos rodeos para escaparse de un destino personal que les resulta odioso y repulsivo a ellos mismos.

Su reacción espontánea es culpar a los demás de su desgracia y seguir “inventando” fórmulas mágicas que denotan su olímpico desparpajo por dejar detrás de sí “tierra arrasada”.

No entienden que la historia de la sinrazón de sus planes personales los ha hecho retroceder al punto en que comenzaron. El empuje y la presión con que han querido manejar una realidad que no han comprendido -ni comprenden-, los hace vivir hoy un desorden conceptual del que no volverán: sus mismos partidarios los desprecian como si fueran hojas muertas caídas de un árbol que nunca llegó a dar frutos.

Los Kirchner olvidaron también que correr siempre de un lado para el otro tapando agujeros, es sólo una manera estúpida de “perder la cabeza”. En efecto, cuando se hace esto atolondradamente, hay pocas posibilidades de pensar, y, sobre todo, pensar correctamente. La carrera dura mientras las piernas permiten mantener la marcha alocada; pero sabemos muy bien que ésta no es infinita, sobre todo si con ella se trazan senderos circulares que no llevan a ninguna parte.

El drama del kirchnerismo consiste ni más ni menos en que sus protagonistas han disfrutado con el placer del juego al que han apostado, SIN MEDIR NUNCA LA GANANCIA DEL LARGO PLAZO. Y es sabido que alguien que corre derecho hacia un abismo, no puede convencer a nadie que le acompañe y termina hundiéndose solo.
Las reglas y cálculos estadísticos, las proyecciones de sustento de sus planes personales han estado basados en meros espasmos emocionales de falsificadores que han jugado impunemente con la credibilidad de los que durante algún tiempo creyeron en ellos.

Hemos dicho una y otra vez, que es absolutamente imposible imaginar un futuro de bienaventuranza colectiva cuando alguien busca reconocerse como un protagonista que procura solamente la satisfacción de sí mismo. Es casualmente eso lo que han intentado hacer estos dos grandes cultores del más flagrante egoísmo auto referencial.

Lo que les preocupa a Néstor y Cristina –y así será hasta que lleguen al final de su destino-, es que comienzan a ser víctimas del reciclaje de su incongruencia, un producto que causa siempre una incomodidad y un vértigo emocional que desbarata el equilibrio psicológico de las personas, alejándolas de la paz imprescindible que les permitiría aceptar sus errores y corregir su rumbo.

No debemos debatir más sobre las sandeces con las que intentan seguir atentando contra nuestra inteligencia. Se ha terminado su tiempo, y es el momento de reflexionar, con más urgencia que nunca, acerca de cómo reconstruiremos el desastre político e institucional que dejarán detrás de sí: es el único balance posible de seis años de violencias y arbitrariedades.

Mientras tanto, nos queda la esperanza de que en algún momento puedan decirnos cómo se hace para incrementar un patrimonio personal en el 158% anual, y qué tasas de ahorro e inversión pueden responder a cálculos financieros que, por su “originalidad”, harían palidecer hasta al mismísimo George Soros.

Al menos de esa manera, nos recompensarían ínfimamente por haber tenido que soportarlos.

carlosberro@arnet.com.ar

Gentileza en exclusiva para NOTIAR