jueves, 21 de enero de 2010

SUENAN LAS ALARMAS



Suenan las alarmas

Por Matías Ruiz

La corrida cambiaria y financiera, a la vuelta de la esquina. Los Kirchner podrían dejar el poder en marzo y adelantarían las elecciones presidenciales

A pesar de lo reiterativo de algunos detalles publicados en la presente columna (con respecto a aquella que refiere las alternativas del Banco Central), datos de última hora han hecho necesario un refresh sobre ciertos contenidos.

En rigor, una incipiente corrida en los depósitos se ha corroborado durante las últimas horas de operaciones del mercado, hacia el final de la semana del 5 de enero. Información que ha sido oportunamente confirmada a nuestro medio por parte de fuentes de asiduo contacto en la plaza financiera. Los análisis han llevado a los operadores a extremar las medidas para atender el flujo de público hacia los bancos, para la semana del lunes 12 de enero, instancia en la que se esperan movimientos adicionales y que podrían desbordar la atención.



Por cierto, el argumento para explicar el nervioso comportamiento de ahorristas y el público en general tiene que ver con los ataques que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner le ha venido dedicando a Martín Redrado, por ahora repuesto en su cargo de titular del Banco Central de la República Argentina por la jueza María José Sarmiento (la misma que bloqueara la utilización de reservas para el llamado Fondo del Bicentenario).

Esa pelea ha sido especialmente desglosada por los mercados internacionales, especialmente por periódicos cercanos al establishment financiero global, como The Washington Post, de Estados Unidos y El País, de Madrid, España. Ambos medios se han ocupado de destacar la gravedad del episodio, que ha tenido como efecto un derrumbe del 15% promedio de los títulos públicos argentinos en los últimos tres días hábiles de la semana pasada y que, de acuerdo a consultas reservadas, alejará a los acreedores internacionales de cualquier acuerdo con el gobierno argentino.

En este escenario, Martín Redrado ciertamente no se encuentra subido al tren de una "operación golpista", como gustan sentenciar ciertos referentes del kirchnerismo duro. Redrado -bien informado- ha atisbado en el horizonte de la percepción de los mercados globales (acreedores incluídos) y se ha preocupado por salvar su prestigio internacional como economista. Faena que viene ejecutando con presteza desde iniciada la crisis.

El ruido generado a partir del nuevo conflicto, permite pronosticar un complicado comienzo de semana -decíamos- para la plaza financiera local. Los ahorristas ya han comenzado a abalanzarse sobre sus propios dineros y han dado inicio al traspaso de esos fondos hacia cajas de seguridad. Para la semana entrante, sin embargo, se espera -en paralelo- una corrida cambiaria que, si siguiera un curso ininterrumpido, desnudaría la escasez de fondos del Central para hacer frente a una crisis de confianza de proporciones.

La evaluación periodística que corresponde hacer es que el público tiene la obligación de informarse a este respecto: por estas horas, más que nunca el tenedor de pesos debe cambiarlos por dólares, o bien euros u oro, si tuviese la posibilidad de hacerlo. En el marco de la pelea del gobierno federal contra Redrado, los medios masivos de comunicación olvidaron reportar que, tanto bancos de primera línea como casas de cambio del microcentro, cotizaban la moneda americana unos cuántos centavos más de lo que se informaba en las ediciones en línea.



En el ámbito político, otros reportes dan fe de que hechos de gravedad se estarían precipitando: Eduardo Duhalde, quien se encuentra por estas horas en los Estados Unidos de América, retornará a la Argentina el próximo jueves 14 de enero. El flamante candidato presidencial ha recogido numerosos briefings e informes detallados con respecto a la crisis del Banco Central y la pelea por las reservas. Precisamente, acelerará su llegada a Ezeiza, con el argumento de conversar cara a cara con los "peronistas disidentes" y -según se dice- Julio César Cobos.



Fuentes de extrema confianza han hecho saber a El Ojo Digital que el Jefe de Gabinete, el Dr. Aníbal Fernández, se encuentra a punto de dar un paso al costado. Este dato encierra otro de mayor relevancia, a saber, que si él se retirara, el matrimonio presidencial perdería a su figura más importante y se quedaría sin operador ni comunicador. Un puesto que bajo ningún concepto pueden los patagónicos dejar vacante.



Finalmente, idénticos informes refieren que la Presidente Cristina Fernández ha comenzado a evaluar con su marido la posibilidad de abandonar el cargo en marzo de 2010, aunque no sin antes montar un operativo de victimización a gran escala, que podría involucrar movilizaciones callejeras de tropa adepta, entre ellos, piqueteros. No falta quien ha etiquetado a la aparente movida como "Operación Zelaya" -en referencia al ex presidente de Honduras, caído en desgracia-.

Detrás de la iniciativa, el círculo íntimo presidencial evalúa anticipar las elecciones presidenciales para octubre de 2010, con lo cual persigue el objetivo casi primordial de estorbar el rearmado de los peronistas "disidentes". Tal vez, en sintonía con estas alarmas, es que Eduardo Duhalde se apresta a arribar al país: volverá a realizar llamados a la multitud de candidatos y referentes de la estructura antikirchnerista para que dejen definitivamente de lado los personalismos y se autoconvoquen junto a él para prever el armado de un gobierno de transición, si acaso prospera el plan kirchnerista de un "escape". Convocatoria que tendrá lugar a nivel territorial y distrital, para no dejar cabos sueltos.

Es en este contexto que se comprende la presión intolerable que el propio Néstor Carlos Kirchner ha montado sobre la figura de Julio Cobos, el Vicepresidente, en días pasados. El objetivo es que aquel renuncie, para que la Presidencia termine en manos de José "Pepe" Pampuro, y nunca en manos del irreverente mendocino.



De cualquier forma, si acaso Cobos se topara con la obligación de hacerse cargo del sillón de Rivadavia, ya estarían acordados con Duhalde los lineamientos principales para un gobierno de transición. A la postre, el de Mendoza -ya en su rol de presidente interino- podría dar un paso al costado y dejarle a Pampuro la complicada labor ejecutiva.



Desde luego que la alternativa que por estas horas analizan los patagónicos y que se corresponde con dejar el gobierno anticipadamente, no le permitiría a Néstor Kirchner promocionarse como candidato del Justicialismo. Este iría con un partido aparte, radicalizado con los elementos que hoy frecuenta: grupos autodenominados "progresistas", activistas de "derechos humanos", piqueteros y "luchadores sociales".

En cualquier caso, la recomendación que surge de los contactos realizados por nuestro medio a la ciudadanía es que hagan lo posible para retirar sus ahorros en cuentas a la vista y plazos fijos, para convertirlos a moneda extranjera.

La agitación en los mercados ya parece tan inevitable como insoslayable, y este consejo aparece como el único aceptable a la hora de que los ahorros personales no pierdan su valor aceleradamente.

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