domingo, 25 de diciembre de 2011
PARA CREYENTES Y NO CREYENTES
Por Malú Kikuchi (25/12/11)
No ha sido un año fácil, ni cómodo, ni placentero. Es más, ha sido “un año (uno más) en que vivimos en peligro”. Si hacemos un rápido repaso, recordamos la insistencia en “EL”, que desde algún lugar resguarda a la presidente y sus acólitos. Hablando de acólitos, la irrupción de La Cámpora, el triste, lamentable y macabro papelón final de uno de sus más brillantes y reconocidos miembros, ¡en el exterior!
El poder judicial (no todos sus componentes) vaciado de justicia. ¡Oyarbide! La inseguridad. ¿Quién mató a Candela? ¿Alguien se acuerda de Candela? Tenía 11 años. La asesinaron, ¿y? La pelea Shocklender versus Bonafini. Una historia folletinesca, que en cada nuevo capítulo nos escandaliza más. ¿Será cierto, hay que creerle a un parricida confeso y condenado? Creo en la mayoría de sus denuncias. Prueba de que estamos muy, pero muy mal.
La pelea de Cristina con Moyano, o de Moyano con Cristina. ¿Con quienes se alinearán los demás sindicalistas y a cuál de los dos apoyará el grueso de la sociedad? La negada, pero real y existente pelea entre Scioli, “el esmerilado” y Mariotto, el bendecido por Cristina. El frontal y desfachatado ataque a la prensa independiente. El ataque a Papel Prensa para controlar a los medios que no son afines al gobierno. Como en los comienzos de los 50, pero en el 2011. Atrasan 61 años en tecnología. ¿Saben que existe Internet?
La ley antiterrorista que le permite al gobierno declarar que cualquiera de nosotros es terrorista, mientras que alguien que tiene una bomba en su poder, “es un experto en explosivos”, según el diputado FPV Carlos Kunkel, que de eso ha de saber bastante. Mientras las internas partidarias crecen, la oposición desaparece, se esfuma, no está. Aníbal, deja de ser ministro y pasa a ser senador. ¿Cayó en desgracia? Está prohibido comprar US$, salvo que se tenga un amigo influyente en AFIP. El INDEC sigue perfeccionando sus mentiras, y la inflación sigue creciendo.
La economía no pinta demasiado bien, y la quita de subsidios va a pesar en los bolsillos. Cristina ganó limpia y cómodamente con el 54,11% de los votos. Tiene mayoría en ambas cámaras, maneja el poder judicial, usa el Banco Central y el Nación y ANSES, como cajas políticas. Moreno reina sobre el comercio interior y ahora también el exterior. Cristina tiene el poder absoluto, y también la responsabilidad absoluta sobre lo que suceda.
Este año perdimos a María Elena Walsh, Ernesto Sábato y Guillermo O´Donnell. Al mundo no le va mejor, murió Václav Havel, gran pensador y humanista irreemplazable. La crisis europea que tiene en vilo al euro, se llevó puestos a Papandreu, Berlusconi y Rodríguez Zapatero. Los rusos le hacen frente a Putin y los indignados copan calles y plazas desde España, hasta Wall Street. Las bolsas se caen, los bancos tiemblan y el futuro se ve oscuro.
Pero… estamos en una época muy especial. Tiempos de Navidad, para creyentes y no creyentes. El nacimiento de un niño, siempre es un milagro. La vida es un milagro. Si además ese Niño divide la historia del mundo en antes y después, es un Niño único y particular.
Si es creyente, ese Niño es parte de Dios, es Dios hecho hombre, y se va a sacrificar para salvar a la humanidad. El Antiguo Testamento espera al Mesías, Jesús es hijo de madre judía y desciende en línea directa del rey David, y es circuncidado como todo varón judío (festividad 1°/1). El Corán lo nombra 93 veces y lo trata de profeta, mensajero y espíritu de Dios.
Pero si no es creyente, piense a Jesús como un hombre extraordinario, que en sólo 3 años (de los 30 a los 33), dando clase de humanismo, todavía no superado por nadie, dijo cosas como: “ama a tu prójimo como a ti mismo” y “el que esté libre de culpa que tire la primera piedra”.
Su filosofía se basa en el amor, el perdón y la misericordia. No recuerde lo que los hombres han hecho y dicho en su nombre, no es Jesús el responsable, son los hombres que lo usaron para otros fines, que eran contrarios a los previstos.
Dicen que en la 1° guerra mundial, 5 meses después de comenzada, el 24/12/1914, en el frente occidental (Ypres, Bélgica), británicos y alemanes, desde sus trincheras, y sin consultar a sus respectivos ministerios de defensa, pactaron lo que se llamó, “La tregua de Navidad”, y no sólo dejaron de combatir, sino que hasta jugaron un partido de fútbol, que ganaron los alemanes 3 a 2.
Tengamos nuestra propia tregua de Navidad. Tengamos esperanza y fe. Todo depende del empeño, el trabajo, el esfuerzo, el tiempo y la convicción, que le pongamos al objetivo de recuperar una patria con valores morales. Una patria que no le ponga precio a todo y donde las libertades individuales sean sagradas para los que gobiernan.
Si un hombre (deje a Dios para los creyentes), nacido en un establo entre un burro y un buey, en un pueblito perdido en una paupérrima provincia del imperio romano, Belén en Galilea, cambió parte de la historia de la humanidad, y eso que muchos de los que lo siguieron se apartaron de sus enseñanzas, se puede. Se puede. Es tiempo de creer.
A pesar de la realidad, a pesar de que hoy se atenta contra la libertad, a pesar de los pesares, que son muchos, nada está perdido. Todavía y siempre, todo es posible. Recuperar Argentina, también.
¡Feliz Navidad y un 2012, mejor! Empecemos a construirlo.
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